Lo que la pandemia se llevó
Tras elevar el Presupuesto de gastos 2021 en otros $32.900 millones con la llegada de la segunda ola de COVID-19, el rojo fiscal previsto se pone cada vez más intenso y los analistas ya prevén un déficit de $ 1.553,5 miles de millones para 2022.
El rojo fiscal previsto para 2021 se pone cada vez más intenso.
LLos números de Argentina son generalmente difíciles de comprender. Desde marzo del año pasado el país registra más de 3 millones de contagios por COVID-19 y se acerca a las 70.000 muertes. Los vacunados totales apenas arañan los 9 millones, de los cuales poco más de un millón cuentan con las dos dosis. Como la mayoría de la naciones, muchos recursos fueron derivados a sostener la economía en 2020 producto de un largo confinamiento que no se condice con los resultados en materia de salud.
Lejos están, además, los resultados de las promesas del Presidente Alberto Fernández cuando dijo que en febrero iba a haber 10 millones de argentinos y argentinas vacunados.
Después de una caída de casi el 10% del PBI argentino en 2020, la economía comienza recién ahora a dar algunos datos de mejora producto del rebote desde el piso del confinamiento estricto dispuesto el 19 de marzo del año pasado que progresivamente se fue abriendo hasta la nueva normalidad.
De hecho hasta febrero el EMAE, que da cuenta de la actividad de la economía, arrojó que, al cierre del primer bimestre del año, la economía cayó un 2,4% con relación al mismo período de 2020, es decir, cuando aún no había llegado la pandemia al país; los resultados siguientes mostrarán el rebote del cierre anterior. Por otro lado, los datos interanuales de construcción o de industria manufacturera, con alzas por encima del 90% y del 30% respectivamente en marzo pasado, fueron presentados como importantes logros aunque en la relación intermensual no exhiban una verdadera mejora.
Las proyecciones locales e internacionales coinciden en que la economía argentina este año mostrará un resultado positivo (menor al previsto a fines del año pasado), lo que no necesariamente implica un crecimiento, sino solo una recuperación de la fuerte baja del año pasado.
Un informe elaborado por el IERAL estimó el crecimiento del PBI argentino para el 2021 en 5,8% pero, más allá de esta suba, aún estará por debajo de los resultados prepandemia. No solo eso, sino que se ubicará un 9% por debajo del nivel del cuarto trimestre del 2017, momento en el que se inició el ciclo bajista.
El informe “El 2021, un año bisagra para definir si la actual crisis es tan prolongada como la de 2001/02” invita a remontarse a la crisis de 2001/2002 para encontrar una disrupción de crecimiento tan prolongada que insumió 26 trimestre zs, ya que fue en el primer trimestre de 2005 cuando el PBI medido en forma desestacionalizada logró volver al nivel previo.
Y, según el informe, para que la actual crisis resulte menos prolongada que aquella se necesita que, después del rebote de 2021, la economía crezca a un ritmo del 3,4% anual entre 2022 y 2024.
Con margen cero para mayores restricciones, el Gobierno entendió que la administración de la pandemia pasa por la adquisición de vacunas, ya que, como muestran los datos, no hay margen para un confinamiento exacerbado como el del año pasado.
En este marco, los dólares por cerca de US$ 4.400 millones que llegarán por parte del FMI por Derechos Especiales de Giro se convirtieron en el nuevo punto de conflicto entre las necesidades económicas y las sanitarias. Mientras que desde Economía se pensaba usar parte de esos recursos para el pago de compromisos con el organismo internacional, un proyecto del Frente de Todos propone que se apliquen para financiar políticas públicas que apunten a resolver el impacto de la pandemia y no al pago de deuda.
Así, mientras el Gobierno negocia tardíamente la compra de vacunas de distintas procedencias, el “turismo vacuna” (cada vez más frecuente) afecta las reservas del Banco Central, advierte el analista Sebastián Maril.
“Asumamos que hay cuatro vuelos desde Argentina a EE.UU. por día. Que cada avión traslada 250 pasajeros, son 1.000 pasajeros por día; 7.000 a la semana; 210.000 por mes”, dice, y explica: “Asumamos que son todos argentinos que pagan por ir y volver, tomar un café y vacunarse entre 3.000 y 4.000 dólares; significa que se le están reclamando al BCRA US$ 1.000 per cápita por turismo vacuna. ¡Cuánto más barato hubiera sido para el Gobierno comprar vacunas!”.
En pleno año electoral, con las fechas postergadas por única vez al 12 de septiembre para las PASO y 14 de noviembre para las generales tras el acuerdo del oficialismo con la oposición, la importancia de adquirir vacunas, de hacer obras y de la asistencia quedó reflejada en dos decisiones administrativas que modificaron el Presupuesto 2021:
En marzo, la 281/2021 elevó el presupuesto de Gastos Corrientes en $ 32.898 millones.
El 10 de mayo se vio en el Boletín Oficial, que lo amplió en otros $23.738 millones.
Según explicó la última normativa, la modificación presupuestaria se decidió para “afrontar gastos relacionados con la lucha con
tra la pandemia ocasionada por el Coronavirus COVID-19”. Con ese fin, se reforzaron las partidas de distintos ministerios vinculados con la sanidad y se recortaron los de la Tesorería: en consecuencia, el déficit fiscal se abultó en $ 14.000 millones.
En el caso de la Decisión Administrativa 281, se elevó el déficit presupuestario en $ 30.761 millones de pesos.
El Ministerio de Salud fue el más beneficiado en el reparto de gastos. En marzo la medida dispuso reforzar el presupuesto con $ 29.365 millones de la cartera de Salud que conduce Carla Vizzotti para la compra de vacunas para el COVID-19, los servicios de logística y transporte y los tratamientos terapéuticos respectivos.
Se le asignaron al Ministerio de Salud $22.341 millones para “Funcionamiento Hospital El Cruce de Florencio Varela”, provincia de Buenos Aires; otros $ 643 millones fueron para “Atención Sanitaria para la Comunidad, Hospital Profesor Alejandro Posadas”.
“Resulta necesario reforzar el presupuesto vigente del Ministerio de Salud, con el propósito de atender la adquisición de vacunas, test de antígenos y el financiamiento para la creación del Proyecto de Compensación en el contexto de la pandemia ocasionada por el Coronavirus COVID-19 en el marco de las acciones de mitigación de la misma”, según el texto oficial que lleva las firmas del jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero, y del ministro de Economía, Martín Guzmán.
También se destinaron $ 12.000 millones para el Ministerio de Trabajo, para financiar el Programa Repro II.
Se dispusieron partidas adicionales por $ 4.469 millones para “Integración Socio Urbana”, a cargo del Ministerio de Desarrollo Social (Tarjeta Alimentar).
Otros $ 3.350 millones para “Pensiones no Contributivas por Invalidez Laborativa”, administradas por Presidencia de la Nación.
El Ministerio de Obras Públicas recibió más dinero para atender la construcción de la Autopista del Bicentenario-paseo del Bajo-capital Federal y afrontar obligaciones correspondientes a Convenios de Asistencia Técnica.
El Ministerio del Interior, por su parte, fue beneficiado con más fondos para “afrontar gastos relativos al desarrollo de las Elecciones Primarias, Abiertas, Obligatorias y Simultáneas (PASO) y de las elecciones de Legisladores Nacionales.
El Presupuesto de este año contemplaba recursos totales de la Administración Federal por $ 6,94 billones y gastos totales por $ 8,39 billones, con un déficit fiscal de $ 1,5 billones. Con la última modificación dispuesta (la tercera del año), el total de gastos autorizados para 2021 se elevó a $ 8,47 billones.
Según la proyección del déficit fiscal primario que realizaron en abril las consultoras económicas que participan del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) para 2021 se incrementó hasta $ 1.666,5 miles de millones (aumentando en $ 30,5 miles de millones respecto del último REM) tras registrarse un déficit de $ 1.750,0 miles de millones en 2020.
Asimismo, los analistas prevén un déficit de $ 1.553,5 miles de millones para 2022.
Los números en rojo se extienden al clásico de los clásicos de la economía argentina: la inflación que lejos cerrará de la meta del 29% planteada en el Presupuesto 2021, ya que en general los analistas la proyectan en 48%. Los distintos programas de precios no llegan a frenar la inercia de los precios.
Todas las luces de alerta se encienden pese a los múltiples recursos que el Gobierno destina a Salud y a Economía.
EL PRESUPUESTO DE ESTE AÑO CONTEMPLABA RECURSOS TOTALES DE LA ADMINISTRACIÓN FEDERAL POR $ 6,94 BILLONES Y GASTOS TOTALES POR $ 8,39 BILLONES, CON UN DÉFICIT FISCAL DE $ 1,5 BILLONES. CON LA ÚLTIMA MODIFICACIÓN DISPUESTA (LA TERCERA DEL AÑO), EL TOTAL DE GASTOS AUTORIZADOS PARA 2021 SE ELEVÓ A $ 8,47 BILLONES.