“LA PANDEMIA NOS PUSO EN UN LUGAR DE MUCHA VISIBILIDAD”
“APRENDIMOS QUE CON MUCHO FOCO PODEMOS ACELERAR LOS TIEMPOS. NO SE TRATA DE SALTAR PASOS, SINO DE HACERLO DE OTRA MANERA”.
Responsabilidad y visibilidad son las dos palabras que utiliza Daniel Londero, Head de Bayer Pharmaceuticals para Cono Sur y miembro de la Comisión Directiva de CAEME, para definir cómo atravesó la industria farmacéutica el año de Covid-19. “Hubo una enorme capacidad de reacción”, asegura el ejecutivo que inició su carrera en Bayer en 2007. Vivió en México, Estados Unidos y Alemania, desde donde dirigió operaciones de MKT para las Regiones EMEA (Rusia, Turquía, Medio Oriente, Magreb) y América Latina. “En la prepandemia para un fármaco hablábamos de años de I+D. Ahora, en menos de un año tuvimos casi 200 vacunas en investigación y siete que se usan de manera eficaz”, asegura.
¿Cómo impactó la pandemia en el rol de la industria?
Nos puso en un lugar de mucha visibilidad y respondimos como se esperaba. Pero no es casualidad: significó muchísimos años de inversión en mejorar las tecnologías para reducir drásticamente los tiempos de decodificar un virus y desarrollar proteínas o vacunas. Mejoró la valoración de la opinión pública sobre la industria. La gente aprendió mucho de investigación, tecnología, métodos, y es un buen momento para hablarles de los desarrollos.
Los tiempos se acortaron.
¿Creés que se trasladarán al proceso tradicional en el desarrollo de medicamentos?
Definitivamente, sí. Aprendimos que con mucho foco podemos acelerar los tiempos. No se trata de saltar pasos, pero sí de hacerlo de otra manera. No solo lo vimos en la investigación sino en los procesos para asegurar que del sitio de producción a los pacientes los productos lleguen al mismo tiempo. En tecnología digital hemos avanzado en el último año todo lo que no avanzamos en los últimos 10.
Al haber mayor valoración, ¿los laboratorios van a recibir mayor apoyo financiero para temas de I+D? Hoy quienes terminan realizando la inversión son los laboratorios como compañías privadas. La inversión será cada vez más significativa. En 2018, en Argentina, las compañías que agrupa CAEME invirtieron casi $ 6.000 millones. Bayer en este momento solo en la Argentina está trabajando en 10 estudios clínicos, en distintas instituciones del país y liderada por investigadores locales. Y es un poco el fin de las compañías de innovación: hay que innovar para tener fármacos nuevos y así tratar condiciones de una población que envejece y aparecen patologías crónicas que son cada vez más comunes.
¿Cómo viven en Bayer la transformación que generó la pandemia?
A nivel local, tuvimos que acostumbrarnos a trabajar de una forma distinta de la que estábamos acostumbrados. En Bayer se respira innovación. Tengo tres sitios con muy buenos ejemplos de esto: desde el área de investigación, el approach para tratar enfermedades y la forma de financiar las investigaciones. En el laboratorio, un científico usa IA para modelar distintas etapas de la patología y conseguir un compuesto que se adapte a la necesidad de esa patología. Luego estos compuestos van a librerías, que son alimentadas por robots. En la forma en que se tratan las enfermedades, Bayer conseguirá la aprobación para un producto para oncología que significa una forma totalmente diferente de tratar a los pacientes, y también trabajamos en terapia génica. En cuanto a financiamiento, tenemos un brazo corporativo, Leaps, que invierte en compañías que están estudiando algo muy específico que a Bayer le pueda servir. La ambición es lograr objetivos que para cualquier persona podrían ser inalcanzables como curar el cáncer, proveer órganos para trasplantes, revertir enfermedades autoinmunes y demás.