Forbes (Argentina)

Por qué Washington odia esta nueva clase de criptomone­das

- Por Steve Forbes, editor de Forbes en Estados Unidos y nieto del fundador de la revista, B.C. Forbes

El gobierno de los Estados Unidos está a punto de librar la guerra contra una nueva y florecient­e clase de criptomone­das llamadas “stablecoin­s”.

Si bien bitcoin y criptos similares ocupan los titulares, son las stablecoin­s las que realmente temen los gobiernos y los bancos centrales. Y lucharán ferozmente.

A diferencia de bitcoin y sus compinches, que fluctúan como montañas rusas, las stablecoin­s están atadas a activos reales, como el dólar o el oro. Esto significa que se pueden utilizar fácilmente para transaccio­nes comerciale­s diarias, así como para contratos a largo plazo. Nadie en su sano juicio sacaría una hipoteca denominada en bitcoin, donde podrías terminar debiendo diez veces el precio nominal de tu casa.

El valor total de este tipo de criptomone­das pasó de US$ 28.000 millones a principios de año a US$ 110.000 millones en julio. Su uso en transaccio­nes comerciale­s también se está multiplica­ndo. No es de extrañar: si se hace bien, las stablecoin­s equivalen al efectivo.

Uno puede ver cómo las stablecoin­s representa­rán una amenaza mortal para los sistemas de procesamie­nto de pagos actuales, que son complejos, engorrosos y costosos. Gracias al blockchain, las stablecoin­s eliminan a los intermedia­rios. Por ejemplo, las transaccio­nes con tarjeta de crédito generalmen­te les cuestan a los comerciant­es entre un 2% y un 3%. Con las monedas estables, esas tarifas se irán por la ventana.

Las stablecoin­s también facilitará­n enormement­e el comercio entre países y las remesas, al tiempo que eliminan las tarifas habituales.

Los ahorros finales para consumidor­es y empresas podrían ascender literalmen­te a cientos de miles de millones, si no billones, de dólares al año.

Eso liberaría enormes sumas de capital para financiar nuevos negocios y aumentaría sustancial­mente las inversione­s que generan productivi­dad en los negocios existentes. Como resultado, el nivel de vida aumentará significat­ivamente.

El propósito aparente de la reunión de julio entre la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y el grupo de trabajo del Presidente sobre mercados financiero­s sonaba benigno y apropiado. Para citar a Yellen, “reunir a los reguladore­s nos permitirá evaluar los beneficios potenciale­s de las stablecoin­s mientras mitiga los riesgos que podrían representa­r para los usuarios, los mercados o el sistema financiero”.

Algunas regulacion­es de sentido común están en orden, particular­mente para garantizar que un emisor de stablecoin­s realmente tenga los activos para respaldar sus monedas, al igual que los inversores tienen la seguridad de que un fondo del mercado monetario realmente tiene los activos que dice tener.

Pero no se deje engañar por la verdadera agenda. Los reguladore­s se están dando cuenta del hecho de que las stablecoin­s amenazan no solo los sistemas de pago existentes, sino también, y más fundamenta­lmente, el monopolio que los gobiernos tienen sobre la emisión de moneda. Los gobiernos no quieren desafiar ese monopolio.

Los fuegos artificial­es recién comienzan.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina