Personal enojado
1 de julio, 1946
Despues de una anterior calamidad global y la difícil recuperación económica que le siguió, las tensiones estaban altas en la fuerza laboral de mediados de los años ’40. No había una “Gran Resignación” post guerra, pero como un signo obvio del descontento sí se dio un dramático aumento en el número de trabajadores calificados que se sumaron a los sindicatos. Una de esas organizaciones, el Sindicato Internacional de los Empleados de Oficina, aumentó sus miembros a 90.000, nueve veces más en tres años. Pero muchas empresas “no estaban al tanto de que la moral de los empleados no era la misma de antes”. Para los jefes de esas firmas, Lawrence Stessin, VP del Instituto de Relaciones Laborales y experto en RR.HH., prescribió un remedio de 15 partes. Incluía “más know-how planeado”, “la habilidad para atraer respeto y obediencia” y “conocimiento de psicología y motivos laborales básicos”.