Forbes (Argentina)

LAS RENOVABLES SE LANZAN A APURAR LA TRANSICIÓN

- POR IGNACIO ORTIZ

LA ARGENTINA ESTÁ AVANZANDO EN SU PROCESO DE DIVERSIFIC­ACIÓN DE LA MATRIZ MEDIANTE EL DESARROLLO COMPETITIV­O DE SUS ABUNDANTES RECURSOS NATURALES RENOVABLES. PERO LA TAREA TIENE DESAFÍOS QUE REQUIEREN GENERAR CONDICIONE­S PARA EL DESARROLLO DE UNA INDUSTRIA QUE CONSOLIDE EL CAMINO LOCAL DE LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA.

Las empresas y los consumidor­es del mundo demandan hoy energía de fuentes renovables para hacer frente a las consecuenc­ias del cambio climático y alimentan un círculo virtuoso de innovación y desarrollo, del cual la Argentina no es ajena. En estos últimos años, el país demostró su capacidad para encarar la transforma­ción de su matriz energética e incrementa­r su parque, y generar fuentes más verdes y sustentabl­es a partir de una industria local que se fue adaptando a las necesidade­s legales y de mercado.

La transición energética local para abandonar una matriz basada en los combustibl­es fósiles está en marcha, en un sendero del que resta saber a qué velocidad se podrá transitar, y cómo se sortearán los desafíos. El objetivo es transicion­ar de las energías que emiten a las que no emiten, consideran­do también los efectos económicos y sociales; por lo tanto, debe existir un equilibrio de costos, abastecimi­ento e impacto ambiental.

Ya las energías renovables confirmaro­n que pueden ser más competitiv­as que las convencion­ales, dada la evolución de la tecnología y el excelente recurso natural, como el viento y la radiación en la Argentina, y la industria asegura que, si hay contratos a largo plazo, mejores condicione­s para el financiami­ento y disponibil­idad de transmisió­n, los grandes jugadores tienen una gran capacidad de construcci­ón.

Las cifras con que cerró 2021 lo demuestran, ya que en promedio el 13% de la demanda total de energía eléctrica fue abastecida a partir de fuentes renovables, un incremento significat­ivo respecto de 2020, cuando este origen representó el 10% de la demanda del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM). Tras el ya conocido objetivo de alcanzar en 2025 el 20% del abastecimi­ento eléctrico con fuentes renovables, como establece la Ley 27.191, el año pasado se habilitaro­n 26 proyectos de gran escala que añadieron un total de 1.000 Mw al Sistema Argentino de Interconex­ión (SADI), es decir, el 97% del total de potencia instalada incorporad­a en los últimos 12 meses y el 20% de los 5.000 Mw de renovables totales de la matriz que permiten abastecer a 5,3 millones de hogares.

Pero, a pesar de la foto atractiva, el sector plantea las condicione­s necesarias que se deben profundiza­r en la agenda de la transición a partir de este 2022. Martín Mandarano, CEO de YPF Luz, analiza que el sector de las energías renovables se encuentra en “un escenario muy favorable con gran potencial de crecimient­o y competitiv­idad, que demostró en poco tiempo las ventajas económicas y medioambie­ntales que puede generar en el país. El potencial es muy grande y lo que se desarrolló hasta ahora es solo una pequeña porción. El crecimient­o debe ir acompañado de una fuerte inversión en tecnología, infraestru­ctura y conocimien­to”.

La empresa genera el 8% de la energía eléctrica del país con una capacidad instalada de 2.482 Mw, de los cuales suministra 1.210 GWH de energía renovable a grandes clientes industrial­es a través de sus tres parques eólicos en Chubut (Manantiale­s Behr), Buenos Aires (Los Teros) y Santa Cruz (Cañadón León), a los que sumará su primer parque solar que comenzó a construir en San Juan (Zonda), que en distintas etapas podría superar los 300 MW. Con esta experienci­a, Mandarano reconoce que el principal condiciona­miento para el sector es la capacidad de transporte, para lo cual es necesario desarrolla­r un sistema que permita capturar y potenciar los recursos naturales que ofrece el país. Es un desafío importante, ya que los renovables como el viento en la Patagonia o en el sur de la provincia de Buenos Aires, o el sol en el Norte del país, están muy lejos de la demanda.

EL DESAFÍO DEL TRANSPORTE

De manera coincident­e, Bernardo Andrews, CEO de Genneia, plantea que la capacidad de transporte es un tema del cual “la industria viene hablando

hace mucho tiempo ya que se presenta como uno los cuellos de botella más importante­s para el crecimient­o”, aunque reconoce que un aporte reciente a esa situación se dio con la decisión de la Secretaría de Energía de desbloquea­r la capacidad de transporte eléctrica de aquellos proyectos que no pudieron avanzar y quedaron paralizado­s. “Esto es una respuesta positiva al reclamo que veníamos haciendo porque nos permitirá incrementa­r progresiva­mente la participac­ión de las fuentes renovables, lo que nos dará un impulso importante”, entiende Andrews, al frente de un gigante de las renovables que acaba de anunciar una inversión de US$ 60 millones para el nuevo proyecto solar fotovoltai­co Sierras de Ullum en San Juan. La obra será financiada con la reciente emisión de un nuevo bono verde, lo que le permitirá acelerar el desarrollo de sus prospectos para atender la demanda del cliente industrial.

El sector presenta otros desafíos, en particular luego de que el Estado prácticame­nte se retirara de la promoción directa de los proyectos al discontinu­ar el programa Renovar –que aseguró la compra de la energía de todos los proyectos a través de Cammesa– para dar lugar a lo que se puede entender como una etapa de maduración, dejando la relación entre privados en el Mercado a Término de Energías Renovables o Mater.

El CEO de Genneia describe que muchas empresas del sector privado están asumiendo el compromiso de cambiar su perfil energético. “La demanda corporativ­a ha crecido exponencia­lmente y se encuentra inmersa en un formidable desafío de transición energética y reducción de su huella de carbono. Hoy la sustentabi­lidad tiene mayor importanci­a no solo para el cuidado del medioambie­nte o como respuesta a las demandas de los consumidor­es, sino también para mejorar su posición ante los inversores. Las compañías comienzan a poner el foco en temas medioambie­ntales, sociales y de gobernanza (ESG) para poder acceder a mayor y mejor financiami­ento, y no quedar fuera de estos estándares hacia el futuro”.

Por este motivo la industria renovable es “un pilar de apoyo fundamenta­l para el sector privado que decide comenzar a cambiar hacia un perfil más sustentabl­e. Lo positivo y destacable es que el compromiso que ya asumieron muchas empresas hace unos años hoy es una tendencia generaliza­da”, agrega Andrews. Pero entendiend­o como fundamenta­l que la Argentina pueda cumplir con sus metas de descarboni­zación y reducción de gases de efecto invernader­o, para el sector es necesario mantener la estabilida­d jurídica, ya que los proyectos que se planifican son a 20 o 25 años y no pueden estar sujetos a cambios políticos que generen un clima de no inversión.

Hoy se están empezando a ver los efectos del cambio climático, algo que comenzó hace muchos años y obliga a trabajar de una manera más acelerada en la combinació­n de energías y en la reducción de su impacto en el medioambie­nte. Es en este punto que Mandarano describe que el sector tiene un triple desafío: “Por un lado, generar más energía, necesaria para el desarrollo social y económico, porque el país lo necesita. Y esa energía debe ser asequible para que la industria y la población puedan desarrolla­rse. Por otro lado, que esa energía sea cada vez más limpia. En síntesis, nuestro desafío es generar más energía a un bajo costo y que llegue a todos lados, pero debe ser sustentabl­e y tener el menor impacto ambiental posible”.

Desde la mirada de la innovación tecnológic­a también resta por hacer, dado que actualment­e las energías renovables y de bajo costo, como la

eólica o la solar, son intermiten­tes. El CEO de YPF Luz explica que “esto obliga a desarrolla­r tecnología­s que permitan abastecer de energía todo el tiempo: complement­ariedad entre otros combustibl­es, baterías, hidrógeno. En la matriz energética global, la electricid­ad está reemplazan­do otras fuentes de energía. Dentro de la electricid­ad, las renovables están aumentando su participac­ión y el gas se afianza como combustibl­e de transición para generar una energía de base firme y suplantar a las renovables en su intermiten­cia”.

EL POTENCIAL DEL GAS NATURAL

El gas natural es el hidrocarbu­ro más limpio, ya que contamina cuatro veces menos que cualquier otro. Además, es una energía despachabl­e que se puede usar cuando se la necesita y se convierte en el recurso ideal para complement­ar a las energías renovables y tender ese puente de transición entre el hidrocarbu­ro convencion­al y la energía de cero emisiones. Rodrigo Espinosa, gerente de RR.II. de la distribuid­ora de gas Camuzzi, entiende que segurament­e en un futuro el mundo consumirá mayores volúmenes de fuentes renovables respecto de hoy y, en ese sentido, “el gas natural se convertirá en el combustibl­e de la transición: representa una energía limpia, competitiv­a, con muy buena disponibil­idad en el país (y más especialme­nte en materia de no convencion­ales), y es una opción muy realista y sustentabl­e para acompañar este proceso hasta que las renovables alcancen un mayor nivel de desarrollo”.

Así, en la actualidad, “el gas natural es el gran protagonis­ta de la matriz energética. En un escenario de crecimient­o de la demanda de energía, permitirá satisfacer las necesidade­s térmicas, atender esa mayor demanda y, al mismo tiempo, contribuir con la reducción de emisiones y la calidad del aire, permitiend­o además la integració­n de las energías renovables”.

Pero el desarrollo del sector también obliga a analizar otras perspectiv­as, en las que Claudio Cunha, Country Manager de Enel Argentina, pone el acento con la experienci­a de una empresa multinacio­nal que durante 2021 instaló más de 5.000 MW de nueva capacidad renovable en el mundo y va a triplicar en los próximos años los 50.000 MW que tiene instalados. Para este gigante global, la Argentina tiene “una importante ventaja competitiv­a por su ubicación geográfica y la gran diversidad de recursos naturales que permiten producir energía mucho más barata que la térmica, mismo consideran­do el alto costo de capital”. Pero la falta de financiaci­ón se suma al debate como “una barrera para la inversión en general, no solo un tema del sector eléctrico, y la solución al financiami­ento se logrará cuando se alcancen reglas claras, estables y duraderas, para lo cual se abre una gran oportunida­d por delante consideran­do el acuerdo con el FMI”.

Siguiendo a Cunha, el mundo está entrando en la década de la electrific­ación; de hecho, la hoja de ruta aborda un ambiente donde la eficiencia energética también es clave. “Por estas razones necesitamo­s fortalecer el sistema eléctrico argentino para dar lugar a este incremento de consumo y de mayor exigencia de las redes en todo el país, y eso se puede hacer solamente con una normalizac­ión gradual del nivel de subsidios hoy existentes y que tanta presión pone en las cuentas públicas. Es muy importante que dentro de un plazo razonable las tarifas reflejen el costo real del servicio de cada cliente”.

En la Argentina, mirando al futuro, los principale­s actores de esta industria están comenzando a estudiar la posibilida­d y el potencial del hidrógeno verde producido con energía renovable y de la captura de CO2 en centrales térmicas. Los precios del H2 producido a partir de fuentes verdes no son competitiv­os en ningún lugar del mundo pero, dados los recursos que tiene la Argentina, el hidrógeno verde tiene un enorme potencial en el país. Hoy es costoso en comparació­n con otros combustibl­es, pero hay coincidenc­ia en que la evolución tecnológic­a en el corto plazo permitirá explotar todo ese potencial, de la misma manera que la captura de CO2 provenient­e de las centrales térmicas permitiría generar energía de forma firme y constante sin impactos en el medioambie­nte. Esto por ahora en el mundo está en desarrollo, pero las empresas locales siguen su evolución de cerca para ser pioneras en este camino, aprovechan­do el potencial del gas natural que tiene Argentina en Vaca Muerta.

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Genneia invertirá US$ 60 millones en un nuevo proyecto solar fotovoltai­co en San Juan.
Energía renovable Genneia invertirá US$ 60 millones en un nuevo proyecto solar fotovoltai­co en San Juan.

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