SQUIRE TECHNOLOGIES
Esta plataforma todo en uno para barberías empezó como un sitio de reservas. Pronto se expandió a servicios financieros y ahora está probando con la distribución de insumos como navajas. La compañía con sede en Manhattan les cobra a sus 2.000 clientes una tarifa de
US$ 100 a US$ 250 por local y cobra comisiones de transacción por servicios. Songe Laron (arriba izquierda), de 37 años, renunció a un trabajo en el estudio jurídico Skadden Arps, y Dave Salvant, de 36, abandonó un cargo de ejecutivo de ventas en AXA para lanzar la compañía. Se hicieron cargo de una barbería en Manhattan para conocer mejor el negocio. Los inicios fueron difíciles, cuando tenían que convencer a los inversores de que los apoyaran. Pero, después del tercer intento, la dupla ingresó en la aceleradora Y Combinator. Hoy los inversores están convencidos y la valuación de Squire se triplicó a US$ 750 millones en julio pasado, después de una recaudación de fondos de US$ 60 millones. “Hay que empezar a poner dinero más temprano en los desarrollos de los fundadores negros –dice Laron–. Los inversores de capitales institucionales tienen que empezar a asumir más riesgos”.