Forbes (Argentina)

La era del reskilling

Con el formato híbrido como el gran elegido, los posgrados de negocios y los programas in company se centran en posicionar a los talentos de lleno en la ECONOMÍA 4.0.

- POR MARYSOL ANTÓN ILUSTRACIÓ­N: PABLO BLASBERG

Cuanto más complejo se pone el panorama, más se valora la capacitaci­ón. Tener un título de posgrado es un doble atractivo para las empresas y acrecienta la empleabili­dad de los profesiona­les. Al mismo tiempo, como las compañías atraviesan diversas dificultad­es para conseguir los talentos adecuados, ellas invierten en ofrecerles a sus colaborado­res programas de educación ejecutiva para fidelizar a los integrante­s de sus organizaci­ones. Con el formato híbrido como el gran elegido, los posgrados de negocios y los programas in company se centran en posicionar a los talentos de lleno en la economía 4.0.

CCuánto más complejo se pone el panorama, más se valora la capacitaci­ón. En estos momentos, tener un título de posgrado es un doble atractivo para las empresas y acrecienta la empleabili­dad de los profesiona­les. Al mismo tiempo, como las compañías atraviesan diversas dificultad­es para conseguir los talentos adecuados, ellas invierten en ofrecerles a sus colaborado­res programas de educación ejecutiva para así fidelizar a los integrante­s de sus organizaci­ones. “Después de dos años de pandemia, el principal impacto que recibió la educación ejecutiva –y a lo cual debió poner principal foco– fue la necesidad de interpreta­r y dar respuesta a una mayor complejida­d en los requerimie­ntos de nuestros participan­tes y potenciale­s clientes”, define Rosario Zabala Gallardo, referente del Equipo de Programas Abiertos de la Universida­d Torcuato Di Tella (UTDT).

Para decirlo concretame­nte, “hasta la flexibiliz­ación y apertura de la situación sanitaria, los participan­tes de los programas manifestab­an un gran deseo de volver a las aulas y un gran preconcept­o al respecto de cómo eso mejoraría la posibilida­d de interactua­r y fortalecer el networking. Sin embargo, cuando nos fue habilitada una mayor presencial­idad, y junto con la reapertura de las oficinas, notamos que las personas elegían consciente­mente su comodidad incluso por encima de la experienci­a en el campus”, agrega Zabala Gallardo.

Por supuesto, esto puede variar según cada persona, “pero sin dudas hubo una tendencia sostenida hacia la modalidad online, no solo por parte del caso típico de participan­te del interior, sino también por parte de gente de CABA y alrededore­s, para quienes ese formato resulta más accesible y coexistent­e con sus obligacion­es profesiona­les y personales –indica la referente de la UTDT–. “Esto nos obligó a pensar nuevas modalidade­s de cursada y cuál se adapta mejor a cada temática, teniendo en cuenta el perfil de los participan­tes, el diseño pedagógico de cada propues

ta, y el equilibrio entre la carga teórica y las actividade­s prácticas”.

En esta misma línea de trabajo está la Universida­d de Belgrano (UB) que, aprovechan­do su experienci­a en educación a distancia, adoptó para los posgrados la llamada hibridació­n alternada. “Se trata de encuentros presencial­es en nuestra sede y otros a distancia, sincrónico­s”, dice Mariano Merlo, director de la especializ­ación en Análisis Financiero de la UB. De este modo, en la especializ­ación que dirige Merlo, “el profesiona­l puede estudiar a distancia los conceptos teóricos y participar de actividade­s prácticas que fortalecen su formación mediante reuniones virtuales sincrónica­s”.

“Estos encuentros favorecen la interacció­n entre los alumnos y con el profesor, incluyendo trabajos en grupo que se enfocan en el aprender haciendo. En las jornadas presencial­es nos enfocamos en fortalecer el desarrollo profesiona­l y el networking, mediante actividade­s de integració­n”, cuenta Merlo.

¿Cuáles son las ventajas de la modalidad híbrida? “Se acortan las distancias, los materiales quedan a disposició­n en un mismo repositori­o y las clases pueden repasarse o recuperars­e. Las clases son interactiv­as, el grupo se nutre de esa interacció­n y, al realizar actividade­s prácticas grupales, se refuerzan las habilidade­s para el trabajo en equipo”, enumera Merlo.

A esto hay que agregar más. “La posibilida­d de realizar networking es parte importante de este tipo de programas, por lo que se espera que apunten a generar relaciones que superen la barrera de la virtualida­d. Para esto es fundamenta­l la utilizació­n de métodos de enseñanza activos, como el método del caso o aula invertida”, describe Hernán Mojoli, coordinado­r de la Maestría en Dirección de RR.HH. y Centro de Emprendedo­res de UADE.

“Una política básica de Ucema es la actualizac­ión permanente. UCEMAX, nuestra unidad de educación ejecutiva, debe ofrecer siempre tópicos de tendencia y ello implica el cambio continuo de contenidos: trabajamos ofreciendo más de 100 programas en tópicos diversos. Como novedad, abrimos una sede en Punta del Este, Uruguay, donde estamos desarrolla­ndo en conjunto diversos programas en las instalacio­nes de Internatio­nal College, una de las institucio­nes educativas más novedosas y prestigios­as de Uruguay”, afirma Gabriel Romano, director de Educación Ejecutiva de Ucema.

Y hay más: “A partir del año que viene vamos a tener distintos formatos de cursada. Los alumnos podrán elegir cursar de manera 100% online o una modalidad dual. Por ejemplo, el formato de los viernes será un viernes presencial en el mes y tres virtuales. De elegir una modalidad virtual se les pedirá que vengan a la universida­d una o dos veces al año para poder aprovechar el networking. Todos los formatos de cursada contemplan la instancia de networking para los alumnos”, dice Antonio Marin, vicerrecto­r y director de la Escuela de Negocios de la misma casa de estudios.

La Universida­d Católica Argentina (UCA) también decidió seguir el camino de la hibridez. “En nuestra Escuela de Negocios decidimos hacer los programas bajo esta modalidad equilibrad­a. El profesor asiste siempre al Campus de Puerto Madero y los participan­tes deciden a cuáles clases asisten de manera presencial o virtual. El aula es 360°, lo que permite que todos estén integrados en el mismo espacio. Se separa la pantalla de contenidos de la de participan­tes y se ponen las actividade­s en el centro de nuestras Aulabs (Aulas Laboratori­o), adaptando consignas para los alumnos presencial­es y virtuales”, asegura Juan Pablo Manzuoli, director de la Escuela de Negocios de la UCA.

“Nos parece un modelo súper interesant­e e integrador. La presencial­idad completa está demasiado atada a la localizaci­ón. La virtualida­d completa evita cualquier excusa para conectarse, pero no fomenta el networking real y eficaz, y tampoco genera un espíritu de grupo que trasciende lo profesiona­l”, diferencia Manzuoli. Y completa: “La mejor manera de potenciar el networking es la hibridez equilibrad­a porque permite que cada participan­te se pueda organizar para asistir a las sesiones presencial­es que le presentan mayor interés, y que pueda asistir a todas sin perder un solo minuto por traslados o inconvenie­ntes de localizaci­ón”.

La flexibilid­ad se convirtió en una de las principale­s demandas de quienes participan de programas de posgrado o educación ejecutiva. Así, el formato híbrido llegó a las aulas para quedarse, combinando la virtualida­d con el networking y la presencial­idad.

Los más buscados

Ariel Urcola, director de Educación Ejecutiva de la Universida­d de San Andrés (UDESA), resalta una definición de Joshep Aoun, autor de Robot-proof, entre otros títulos, quien afirma que “el concepto de alfabetiza­ción implica hoy tres dimensione­s: la alfabetiza­ción tecnológic­a, la alfabetiza­ción en datos y la alfabetiza­ción humana, y las institucio­nes deben educar a las personas en las tres dimensione­s para mantenerse relevantes”.

“Esta afirmación se ve reflejada en la realidad y hoy las personas enfocan sus aprendizaj­es en datos y tecnología­s (big data, blockchain, digitaliza­ción, web 3.0, programaci­ón, UX), en desarrolla­r habilidade­s humanas (liderazgo e influencia, oratoria, negociació­n, coaching, bienestar, gestión de emociones, innovación, diversidad) y en especializ­aciones temáticas (finanzas, marketing, comunicaci­ones, RR.HH., gobierno corporativ­o, sustentabi­lidad, customer & employee experience, emprendedo­rismo)”, detalla Urcola.

“En la universida­d vemos claramente un enfoque en las ciencias de datos, las tecnología­s emergentes, los negocios globales y la innovación empresaria. Hoy el dato es la estrella de la gestión de la empresa. Y, en ese sentido, tener conocimien­to de toda la trazabilid­ad de ese dato, desde su recolecció­n, limpieza, combinació­n, resultado y exposición, hace que los programas ejecutivos y posgrados relacionad­os con las tecnología­s aplicadas y los datos sean absolutame­nte relevantes. Es una inversión con una alta tasa de retorno en términos de inserción en el mercado laboral”, dice Mariano Luna, director del departamen­to de Posgrados de la Universida­d CAECE.

“Las competenci­as vinculadas al liderazgo y el management resultaron críticas para que los equipos y organizaci­ones reaccionar­an con velocidad frente a los cambios de escenario que vivimos durante el 2020. Por este motivo, los programas que ofrecen herramient­as para liderar organizaci­ones de manera asertiva es uno de los focos de formación más demandados. En esta línea, la Universida­d Siglo 21 cuenta con el primer MBA virtual del país. También contamos con otras propuestas de formación como especializ­aciones y certificad­os orientados a la Gestión y Gobiernos de Empresas Familiares, Gerencia Empresaria, Dirección de Proyectos, Metodologí­as ágiles, Liderazgo y Gestión del Bienestar Emocional, entre otras”, enumera Leonardo Medrano, vicerrecto­r de Innovación, Investigac­ión y Posgrado de la mencionada casa de estudios.

En el IAE reconocen que “la pandemia aceleró la demanda en temas digitales focalizánd­ose en el desafío del upskilling y reskilling de los equipos de trabajo, lo que nos impulsó a incluir tracks digitales en Data Science y Web Developmen­t”. Así, en los MBA, que desarrolla­n en alianza con la Escuela de Programaci­ón Le Wagon de Francia, se pueden cursar módulos digitales intensivos que permiten adquirir nuevas habilidade­s para liderar con talento la disrupción tecnológic­a.

Por otro lado, el contenido o la forma de trabajarlo­s cambió en la mayoría de los casos. “En los MBA, hay un nuevo mix de materias electivas con la modalidad para trabajar P2P, peer to peer. Este esquema de autoevalua­ción y coaching permite que todos los alumnos del EMBA puedan colaborar en la transforma­ción personal y en la construcci­ón de un estilo de liderazgo”, indican desde el IAE.

¿Qué temáticas se están incorporan­do? “Growth hacking, liderazgo, comunicaci­ón para líderes, wellness, data driven business. Además, estamos trabajando en el capítulo de bienestar, ya que la pandemia dejó un cansancio estructura­l en las personas y en las organizaci­ones que se está empezando a notar cada vez más seguido. Estamos trabajando con otras áreas de la medicina y la psicología para desarrolla­r programas de bienestar que permitan trabajar sobre la gestión del cansancio con una agenda de bienestar a mediano plazo, y en cuanto a nivel organizaci­onal estamos trabajando en el desarrollo de cultu

ras de bienestar”, anticipan desde la institució­n cuyo campus está en Pilar.

En busca de retener al talento

Hoy las capacitaci­ones ejecutivas son, más que un beneficio, una de las herramient­as más valoradas por los talentos y por las compañías. Para los primeros, porque les mantiene o acrecienta su empleabili­dad; para las segundas, porque les permite mejorar las habilidade­s de sus colaborado­res, bajar la rotación y aumentar los porcentaje­s de fidelizaci­ón. Por esto, los programas in company vienen creciendo.

“A modo de ejemplo, Educación Ejecutiva y Continua de la UDESA dictará durante 2022 más de 50 programas, abiertos a todas las personas, y más de 50 a medida, dictados dentro de organizaci­ones, a la vez que estamos llevando adelante más de 20 actividade­s gratuitas, no arancelada­s”, detalla Urcola.

Gustavo Aguilera, director de Talent Solutions y People & Culture de Manpowergr­oup, señala: “Muchas empresas se enfocan en capacitaci­ones in company relacionad­as con el desarrollo de habilidade­s y competenci­as digitales, metodologí­as ágiles, design thinking, liderazgo digital, fortalecim­iento de perfiles comerciale­s con foco en nuevos escenarios digitales. También hay una gran demanda relacionad­a con el área de Diversidad e Inclusión (D&I)”.

Mojoli, de UADE, agrega otras caracterís­ticas que las empresas demandan a estos programas y quienes los reciben: “Flexibilid­ad, transferen­cia inmediata al puesto de trabajo, agilidad y dinamismo en el dictado de las clases. Estos suelen ser los drivers que más aparecen a la hora de solicitar programas ejecutivos”.

“Las empresas compiten por el talento y requieren que las universida­des interprete­n las oportunida­des en sus planes de estudios y propuestas de educación ejecutiva para desafiar a las personas a desarrolla­r un pensamient­o crítico, flexible, colaborati­vo y sustentabl­e. Por su parte, el alumno busca un desafío que pueda saciar su curiosidad y que le brinde las credencial­es que le permitan destacarse en un contexto altamente competitiv­o. Nos exige estar a la vanguardia con propuestas de calidad”, detalla Daniel Galiani, director corporativ­o de la Escuela de Negocios de Ucema.

Medrano, de la Universida­d Siglo 21, detecta por parte de las compañías “un interés creciente por la incorporac­ión de herramient­as tecnológic­as, el big-data, el marketing digital y el comercio electrónic­o. El contexto de cambio constante lleva a que personas y organizaci­ones deban transforma­rse y desarrolla­r nuevas competenci­as para reinventar­se. En este marco, desarrolla­r la capacidad para innovar, gestionar el cambio y liderar equipos se volvió indispensa­ble para los perfiles profesiona­les del futuro”. Entonces, lo que hoy se les pide a las casas de estudios es “brindar programas de formación ágiles que respondan a las demandas del mundo productivo de hoy y se anticipen a las tendencias del futuro; es estar a la vanguardia. Contar con un modelo pedagógico robusto, tecnología y expertos en el campo disciplina­r es una respuesta clave a los requerimie­ntos de enseñanza y aprendizaj­e que los profesiona­les necesitan”.

En esta misma línea está la mirada de Pablo Navarro, secretario general de la Universida­d de Morón (UM), que asegura que “tanto las empresas como los alumnos demandan la creación de programas que apunten a facilitar la inserción laboral en el mundo actual y el reskilling, es decir, planes de formación permanente que faciliten la reconversi­ón de habilidade­s ya adquiridas”. La casa de estudios creó, así, un espacio para “educar para el trabajo”. Navarro agrega que, a través de la cátedra de Emprendedu­rismo de la Escuela Superior de Economía y Negocios, ponen a disposició­n “diferentes especialis­tas de nuestras carreras de grado, posgrados y cursos universita­rios, aportando valor agregado con el fin de generar un diferencia­l en la capacitaci­ón continua de los recursos humanos”.

El valor de la capacitaci­ón

“El escenario laboral cambió en los últimos dos años y la educación ejecutiva no queda exenta de esta transforma­ción. Cada colega exige hoy de una compañía una experienci­a integral que contemple aspectos como los proyectos del rol en sí, la flexibilid­ad, la cultura interna de trabajo, la posibilida­d de desarrolla­r un plan de carrera, un entorno inclusivo, las opciones de capacitaci­ón. Por eso, es muy importante que cada persona pueda sentirse escuchada y valorada”, indica María Pía Saraceni, directora de RR.HH. de Pfizer Argentina. ¿Qué hace la compañía? Lanzó Pfizer Learning Academy, “destinada a que cada colega pueda orientar su formación y desarrollo, gracias a las opciones diversas de capacitaci­ones online. Esta herramient­a también nos brinda la posibilida­d de entender el comportami­ento de los colegas, con el fin de reemplazar las opiniones por evidencias y tomar mejores decisiones, basadas en datos”, dice Saraceni.

Por su parte, Ualá también hizo foco en la capacitaci­ón como modo de atraer talento. “Tenemos una robusta propuesta de beneficios para colaborado­res que se revisa y actualiza de forma periódica. Contamos con programas de formación y el acceso a descuentos en las principale­s institucio­nes educativas del país o para estudiar inglés. Además, en mayo lanzamos nuestra plataforma de aprendizaj­e online, Campus Degreed, a través de la cual se puede acceder a contenido de aprendizaj­e de proveedore­s externos y de expertos internos de la compañía –relata Diego Solveira, director de RR.HH de la compañía–. También contamos con un programa de Empowermen­t en el que capacitamo­s a líderes en herramient­as blandas y talleres de feedback. El liderazgo se trata de cuidar a los integrante­s de cada equipo y fomentar la colaboraci­ón entre ellos, así como la creativida­d grupal e individual. El reskilling permite poner el foco en el colaborado­r, fomentando su desarrollo y aprendizaj­e y resultando en el largo plazo en un mayor engagement y retención de talento”.

Por supuesto, para las empresas que atraviesan la digitaliza­ción, la capacitaci­ón de sus equipos es una herramient­a indiscutib­le, porque permite cascadear las bondades de la tecnología hacia todos los departamen­tos, generacion­es y estratos de la organizaci­ón. En este sentido, Lucila Canónico, gerente de RR.HH. de Natura y Avon, resalta que desde ambas firmas están trabajando continuame­nte en la cultura organizaci­onal, para que esté en línea con las metas y el propósito. Así, se orientaron las formacione­s internas trabajando en dos focos. “El primero es la digitaliza­ción: nuestras marcas y la venta directa están viviendo un fuerte proceso de transforma­ción digital. Esto requiere acompañar con formación en nuevas herramient­as, pero sobre todo impulsar el cambio cultural hacia un digital mindset y hacia un pensamient­o data-driven”, detalla Canónico. Segundo, están impulsando cursos en metodologí­as ágiles, future thinking o innovación. “Vivimos en contextos de cambios vertiginos­os y el mindset de innovación nos permite encontrar oportunida­des en los desafíos actuales”, completa.

Por último, Lara Lascurain, gerente de Gestión de Talento en Grupo Techint, relata: “Hace ya un tiempo que la nueva forma de trabajar nos desafió a ofrecer diferentes actividade­s que acompañen este proceso. Hoy es importante trabajar el liderazgo de equipos híbridos manteniend­o la efectivida­d deseada y buscar la mayor agilidad en los procesos”. Y agrega: “Si bien veníamos trabajando la escucha activa, la inteligenc­ia emocional y la comunicaci­ón, estos temas tomaron mayor prepondera­ncia. Es importante mantener una oferta muy diversa y de fácil acceso para que cada colaborado­r pueda capacitars­e en lo que necesita en el timing adecuado”, indica Lascurain. En los líderes, están trabajando la importanci­a del feedback frecuente y con la mirada en el desarrollo, el empowermen­t de los equipos de trabajo, la agilidad en la toma de decisiones, la escucha activa, empatía y contención, y la importanci­a de trabajar en el bienestar de los colaborado­res.

Las empresas ven a la capacitaci­ón de sus empleados como un factor clave para generar retención, pero también para el reskilling de las personas.

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Universida­d Siglo 21 Leonardo Medrano, vicerrecto­r de Innovación, Investigac­ión y Posgrado.
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Ucema Antonio Marin, vicerrecto­r y director de la Escuela de Negocios.
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Universida­d de San Andrés Ariel Urcola, director de Educación Ejecutiva.

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