URUGUAY, CASO TESTIGO
En lo que refiere a la industria del cannabis, Uruguay se posiciona como país líder en el mundo. Por un lado, en 2013 fue la primera nación en legalizar su producción y comercialización (ambas controladas por el Estado), su tenencia y los usos recreativos, medicinales e industriales. Durante el 2021, el país exportó más de 11.000 kilos de flor seca, lo que representó ingresos por casi US$ 6 millones. Además, cuenta con aproximadamente 260.000 consumidores adultos que obtienen cannabis a través de diferentes canales. Según los datos oficiales, entre el 30% y el 35% compra cannabis en farmacias, autocultivos y clubes, mientras que el resto continúa obteniendo cannabis en el mercado no legal. En la actualidad, distintos legisladores buscan sumar un nuevo modelo de negocios para el sector habilitando la opción de “turismo cannábico”. De crear un marco regulatorio para esta actividad, extranjeros que lleguen al país también podrán acceder al cannabis dejando divisas para la nación. Si bien esto aún no es legal, los debates al respecto continúan y otros países de la región ya consultaron con los legisladores para implementarlo en sus jurisdicciones.