“HAY MUCHAS OPORTUNIDADES DE SUMAR ALTERNATIVAS DE MOVILIDAD” ERIC CRISTIANSE, gerente general de Kinto, la división de servicios de movilidad de Toyota, explica cómo está creciendo en Argentina. ¿La gente dejará de comprar autos?
De empresas que fabrican autos a proveedoras de servicios de movilidad. Ese es el camino que vienen recorriendo desde hace algunos años las principales automotrices del mundo, atentas a las demandas de los conductores (y no conductores) del mundo. En el caso de Toyota, esto se plasmó en Kinto, la división global de servicios de movilidad que nació en 2020 para agrupar las diferentes iniciativas, proyectos y servicios que había en el mundo –en Argentina, había empezado en 2018 como Toyota Mobility Services–. “Kinto proviene de una palabra japonesa, Kinto-un, que viene de un animé japonés y es una nube voladora que aparece para llevarte y transportarte al lugar que quieras, en el momento que quieras, de la forma que necesites”, explica Eric Cristianse, gerente general de Kinto. El ejecutivo, con experiencias previas en Sony, Molinos Río de la Plata y Zurich, está en Toyota desde 2016. Primero desembarcó en el área de tecnología, hasta que en 2021 se incorporó a Kinto, donde, dice, encontró la combinación entre “tecnología, innovación y negocios”.
Hoy, en Argentina, Kinto tiene tres unidades de negocio o servicio: Kinto Share (servicio de car sharing y car renting orientado a individuos), Kinto One Fleet (servicio para el mercado corporativo de gestión de flota) y Kinto One Personal (modelo de suscripción para individuos).
¿Cómo funciona Kinto Share?
Es un servicio de car sharing y car renting que funciona 100% a través de nuestra aplicación de celular. Está pensado para que la persona reserve el vehículo que quiera, donde quiera, por el tiempo que necesite (una hora, un día, una semana, un mes, lo que sea). Y se elige un vehículo en particular, con todo incluido (como seguro todo riesgo).
¿De dónde se retiran los autos?
Tenemos 75 estaciones en todo el país. La mayoría funciona en locaciones de nuestros concesionarios de Toyota o relacionadas con ellos, pero también hay en algunos aeropuertos y en estaciones de servicio YPF, que es uno de nuestros socios de negocios. Es un servicio que viene creciendo, el año pasado tuvimos récord de alquileres y el plan para este año es crecer un poco más del 30% respecto de 2021 no solo en cantidad de usos, sino también en disponibilidad de vehículos –tenemos más de 500 vehículos en operación–. Y es la misma app que se usa en Chile, Uruguay y Brasil.
¿Quiénes son los principales usuarios?
Hay un poco de todo. Desde un público joven que no tiene vehículo y que un fin de semana quiere ir a hacerse una escapada o que un día tiene que hacer un trámite, familias que para sus vacaciones deci
den utilizar un vehículo distinto, alguien que tiene que mudarse o transportar algo, y pequeños emprendedores que utilizan el servicio para hacer instalaciones. Hay mucho público que no es cliente de la marca, también.
¿Y One Fleet?
Es un servicio para compañías de gestión de flotas con provisión de vehículos, con énfasis en el servicio de valor agregado. Atrás de la cuota mensual que paga cada cliente tiene incluidos el seguro, la patente, la gestión y realización de los mantenimientos, la gestión de los siniestros y la reparación. También provisión de telemetría para obtener todos los datos de uso del vehículo. Este año vamos a crecer por encima del 100% versus 2021 y estamos previendo crecimientos más grandes hacia adelante. Tenemos flotas muy grandes, de 150 o 200 unidades, y entrepreneurs o pymes con una o dos unidades. En la Argentina, el negocio del renting con servicio corporativo tiene mucho por crecer y desarrollarse. Es un producto de relación de largo plazo, porque nuestros contratos van de 12 a 60 meses.
¿One Personal es el mismo concepto pero para individuos? Exactamente. Es un modelo de uso por suscripción. Se paga por mes y tenés un 0 km. Esa cuota incluye todo: seguro, mantenimiento, patente (N.D.R.: los valores arrancan en $ 193.400 por mes durante 24 meses para un Yaris XLS).
Como beneficio, incluye 30 días de uso de Kinto Share. Lo que viene en movilidad tiene que ver con sumar y combinar alternativas. Es un servicio que está empezando a crecer, somos los únicos que lo hacemos en Argentina, pero en algunos países de Europa ya está muy desarrollado.
¿Cómo está la demanda de estas soluciones? Viene creciendo año a año, cada vez más la gente encuentra nuevas oportunidades de uso de movilidad. Hay cambio de hábitos y también, cuando hay un servicio que funciona bien, empieza a aparecer esa demanda.
¿Cuesta vencer los patrones de uso tradicionales?
Hay un perfil de un consumidor financieramente un poco más educado que capaz entiende los beneficios de no hundir un capital y pagar la suscripción. Al mismo tiempo, hay un consumidor muy emocional en la Argentina con relación a su vehículo. Y en el medio apareció otro que tiene una parte racional y otra más emocional y aprovecha estos servicios.
¿Cómo es el desafío de la movilidad en una automotriz, teniendo en cuenta los cambios del mercado?
Nuestra visión siempre es sumar alternativas para nuestros clientes y para el mercado. No creemos en un modelo en el cual toda la gente deja de tener autos, sino que hay un montón de oportunidades de sumar y mejorar la movilidad. Nuestro país es diverso y no es lo mismo hablar de car sharing en los grandes centros urbanos que en el interior. Kinto viene para sumar alternativas y cubrir servicios que hoy capaz no se están dando o no se dan de la forma que esperamos.
¿Qué servicios innovadores hay de Kinto en el mundo?
Kinto tiene seis divisiones de servicios. Por ejemplo, Kinto Ride, que es para viajes compartidos, ride sharing. Kinto Go es para soluciones de multimodalidad, que integran tu viaje de punta a punta, con una única aplicación y un único punto de pago. En Italia están trabajando en un piloto. Después, está Kinto Join, que es una solución de car pooling público y privado, se están haciendo experiencias en algunos países de Europa. Hay un servicio que se llama Kinto Flex que es de suscripción de vehículos, pero con algunas características que tienen que ver con un contrato de mediano plazo, con usos cortos, donde cada tres, cuatro o cinco meses el vehículo se renueva y se cambia. Estamos haciendo algunas experiencias en Japón y otros países de Asia.