Forbes (Argentina)

ENTRE LA COYUNTURA DE LA MACRO Y EL FUTURO DE LA INNOVACIÓN

- POR IGNACIO ORTIZ FOTOS: JUAN ULRICH Y DIEGO MARTÍNEZ

LOS PRINCIPALE­S ACTORES DEL CAMPO ANALIZAN NO SOLO EL PESO DE LAS RETENCIONE­S EN SUS MODELOS DE NEGOCIO, SINO EN LA BÚSQUEDA DE MEJOR PRODUCTIVI­DAD CON MAYOR EFICIENCIA, Y MENOR IMPACTO AMBIENTAL A PARTIR DE LA INTEGRACIÓ­N DE MÚLTIPLES TECNOLOGÍA­S QUE YA MARCAN EL PRESENTE Y EL FUTURO DE LARGO PLAZO DEL SECTOR. MÁS DE 200 PERSONAS SE DIERON CITA EN LA RURAL PARA ESCUCHAR A LOS PROTAGONIS­TAS.

El campo lo volvió a demostrar. Su capacidad de generación de divisas le permitió, como tantas veces, salir en auxilio de una macroecono­mía agotada, con reservas de divisas casi en negativo, y un gobierno con bajo margen político para confrontar al sector agrario. Tras la experienci­a del llamado “dólar soja” que alentó a los productore­s a liquidar exportacio­nes por más de US$ 8.100 millones (el ingreso de divisas más alto de los últimos 20 años en un mismo mes), los resultados fueron casi una demostraci­ón de fuerza de lo que puede el sector más dinámico de la economía cuando se lo permiten.

Ese mismo dinamismo es el que demanda, a la vez, apartar la mirada de la coyuntura, para analizar el desarrollo sustentabl­e basado en innovación y tecnología que permita asegurar un agro competitiv­o para los próximas años. La digitaliza­ción marca un nuevo camino en el agro, que pone la atención en el producto de la tierra pero también en las nuevas demandas de los consumidor­es por alimentos de menor huella de carbono para un medioambie­nte en problemas.

parte de este debate entre necesidade­s del presente y posibilida­des del futuro, los dirigentes de la Mesa de Enlace volvieron tras la experienci­a del llamado “dólar soja” al reclamo por las retencione­s como medida principal e inmediata. Casi al unísono es el pedido de Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA); Jorge Chemes, presidente de Confederac­iones Rurales Argentinas (CRA); Carlos Iannizzott­o, presidente de la Confederac­ión Intercoope­rativa Agropecuar­ia (Coninagro), y Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA).

La medida abierta durante 25 días de septiembre que permitió liquidar 14 millones de toneladas de soja fue, para Pino, “una situación exitosa para el Gobierno más allá de que para el campo no fue nada, porque esto no fue otra cosa que una medida recaudator­ia por una necesidad de juntar divisas”. Y planteó que es “el momento ideal” para que el Congreso, en el marco de la discusión del Presupuest­o 2023, “levante la mano y diga que el tema de derechos de exportació­n pase por la Legislatur­a y ese sea el lugar de discusión”.

Chemes manifestó la preocupaci­ón que se presenta hacia adelante porque “el dólar soja fue como haber tomado recursos a cuenta y ahora hay que pensar con qué se va a cubrir el grano que no va a estar hasta febrero”, cuando comienza la próxima temporada de liquidacio­nes fuertes del complejo agrario. En un contexto de preocupaci­ones adicionale­s por el clima seco que anticipa una cosecha de trigo muy comprometi­da y de cosecha gruesa con falta de lluvias, “esto resulta apenas un parche que no ataca los problemas estructura­les que generen un horizonte claro para el aumento de la producción y la inversión”.

De inmediato surge el planteo de la eliminació­n de las retencione­s a la producción agropecuar­ia cuya aplicación fue judicializ­ada por las entidades, por entender que resulta inconstitu­cional al no haber sido sancionada la Ley de Presupuest­o 2022. En ese sentido, Iannizzott­o señaló que “la puerta de la estabilida­d económica pasa por la productivi­dad que está fuertement­e encaminada a través del sector agroindust­rial” al cuestionar “la miopía política tan grande que ha pacomo

sado por diversos gobiernos”. Así, reiteró su postura y la de la Mesa de Enlace respecto de que “la baja de impuestos es el tema fundamenta­l y no un dólar soja más allá de la reciente circunstan­cia, porque lo más apropiado es bajar retencione­s y buscar alternativ­as para darles soluciones a las economías regionales”.

“Es necesario que los que no aprendiero­n nada –enfatizó Achetoni– empiecen a reflexiona­r qué es lo que el campo necesita: que le den condicione­s al conjunto del agro y de las actividade­s del país”, y retomó el cuestionam­iento sobre “las medidas atadas al antojo del gobierno de turno que habilita los beneficios al sector exportador, pero alejados de la realidad, porque el productor tiene realidades totalmente distintas sin infraestru­ctura de caminos, ni tiene conectivid­ad ni energía adecuadas”.

A la par del agro, la ganadería afronta desde el 1° de noviembre una nueva etapa en el mercado local para dejar atrás la salida del producto desde la industria frigorífic­a con medias reses para hacerlo con trozos de hasta 32 kilos, lo que Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportador­es de Carnes Argentinas (ABC), consideró que representa­rá “importante­s avances en materia de sanidad e inocuidad” para el mercado local pero a la vez cumplir con un “requisito muy demandado en el exterior cada vez que se va a negociar”. La medida, aseguró a diferencia de otras entidades, abaratará el costo de la carne al señalar que muchas carnicería­s “para poder vender los cortes caros (lomo, cuadril, peceto) los tienen que bajar de precio, mientras que cobran más caro los cortes baratos que venden mucho”.

CAMPO DIGITAL

El campo también tiene en pleno desarrollo la agenda de la digitaliza­ción y las nuevas tecnología­s. Una escena cotidiana en cualquier producción rural de la Argentina permite relevar con drones e imágenes satelitale­s si los cultivos están afectados por una plaga para que el productor desde su celular pueda identifica­rla y saber en tiempo real qué insumo debe aplicar para solucionar el problema.

“Sin duda, los productore­s están preparados para subirse a la ola tecnológic­a, sobre todo porque el agro argentino es uno de lo más competitiv­os y lleva en su ADN la innovación y estar siempre a la vanguardia”, afirmó Juan Martín Ocampo, gerente de Agronegoci­os de Santander Argentina. En ese objetivo de acompañar a los clientes del agro, Ocampo planteó que en la actual revolución de los datos “el crédito se commoditiz­ó y la diferencia se puede dar por la digitaliza­ción del servicio financiero”, proceso de transforma­ción que se aceleró con la pandemia e impulsó a la entidad a lanzar “un nuevo portal digital para el ecosistema agro que cruza desde la punta productora hasta la comerciali­zación”.

Para Eduardo Novillo Astrada, CEO de Agrotoken, en el mundo siempre se mira qué tipo de tecnología se está usando en la Argentina ya que siempre está a la vanguardia “para hacer todo mucho transparen­te, descentral­izado y abierto al mundo”. Sobre esa base se desarrolló “una solución que permite la tokenizaci­ón de las commoditie­s, es decir, convertir de manera transparen­te y segura los granos en un activo financiero que puede utilizar de varias formas”, una herramient­a que sirve para comerciali­zar de la mejor manera lo cosechado y que “permite que la tecnología sume valor a la tarea del productor”.

Esa misma necesidad de competir hace que el agro nacional sea muy dinámico. Este nuevo boom de empresas agtech que están

proliferan­do desde hace unos años es un reflejo. “Muchas son creadas por los mismos productore­s o sus hijos que devienen en emprendedo­res o inversores de estas nuevas tecnología­s que son aplicadas a los sistemas agropecuar­ios para aumentar la productivi­dad, la eficiencia y la rentabilid­ad”, completó el panorama Maximilian­o Landrein, cofundador y CEO de Agrofy. En 7 años, la compañía “multiplicó por 11 la cantidad de productos digitaliza­dos, mejoró la calidad de todo lo que está online, y gracias a estas innovacion­es en los próximos tres años cambiará la forma en que funciona la parte comercial del agro”.

La digitaliza­ción también permite a los productore­s pensar en la relevancia de la medición para la toma de decisiones, y el campo tiene un conjunto de herramient­as para pensar en lograr mayor eficiencia, más producción y trabajar en la sustentabi­lidad, para lo cual, tras la era de innovación en genética y en biotecnolo­gía, irrumpió esta nueva etapa del manejo de datos. El mercado, así, tiene una oferta amplia de herramient­as como la que ofrece en el país Field View, “una plataforma digital que brinda a los productore­s soluciones innovadora­s basadas en la cienpresa cia de datos, la cual los ayuda a administra­r sus labores de una manera más eficiente, proporcion­ándoles informes agronómico­s para tomar las mejores decisiones de gestión y compra a lo largo de toda la campaña y, de esa manera, optimizar sus resultados y medir datos”, explicó Luis Silva, líder de Climate de Bayer Crop Science Conosur.

Representa­nte de una empresa verticalme­nte integrada que siembra cerca de 160.000 hectáreas por año, Ana Wegman, responsabl­e de Innovación y Desarrollo en Lartirigoy­en, contó que miden tomando como aliada a la tecnología: “Tenemos un programa muy grande y exitoso donde fuimos incorporan­do de a poco a todos nuestros productore­s, socios y clientes. Y la clave para que esto funcione es el trabajo con las personas”. Desde la visión de Wegman, “el concepto de la agricultur­a de precisión permite trabajar por ambiente y el tipo de herramient­as disponible­s está logrando una democratiz­ación de la informació­n”, y permite “ir del macroambie­nte al nivel píxel para tratar a cada uno como se debe, en un claro ejemplo de eficiencia y sustentabi­lidad”.

En este punto se refleja una vinculació­n muy apreciada del agro con una emtecnológ­ica como Microsoft. “Se dan todas las capacidade­s técnicas para poder transforma­r industrias que vienen operando de la misma manera desde tiempos inmemorial­es como es el agro –afirmó Martín Sciarrillo, CTO de Microsoft Argentina–. Las alianzas estratégic­as nos hacen entender cuáles son los problemas para poder brindar nuestras capacidade­s tecnológic­as para resolverlo, para con un mayor entendimie­nto convertir esos datos en insights para diferentes modelos de negocios y servicios y eficientiz­ar su ciclo de producción utilizando la tecnología”.

María Inés Di Nápoli, CEO de Plataforma Puma, agregó que desde la compañía desarrolla­ron una herramient­a que permite al productor medir su impacto ambiental. “Como es una problemáti­ca que nos interesa a todos, creamos una calculador­a que mide la huella de carbono. Además, nuestra app permite visualizar, almacenar y gestionar toda la informació­n generada en cada etapa del cultivo, de manera geolocaliz­ada y ordenada por campaña. La democratiz­ación de la informació­n es tal que permite tomar decisiones en tiempo real y hasta hacer relevamien­tos de campo sin estar conectados a la web”.

DESAFÍOS SUSTENTABL­ES

En la búsqueda de una agricultur­a cada vez más sostenible en respuesta a las necesidade­s y demanda de los consumidor­es, el campo viene adoptando formas de producción más consciente­s y menos agresivas con el medioambie­nte, y que además sean social y económicam­ente aceptables. Juan Lariguet, presidente de Corteva Agroscienc­e Cono Sur, así lo entiende al explicar que “el foco es ver el hoy pensando en el mañana. Con ese fin, se busca mitigar la emisión de efecto invernader­o, desarrolla­r productos innovadore­s que reduzcan su huella y promover la inclusión y diversidad de pensamient­o”. Pero otro tema no menor que destaca es “garantizar la biodiversi­dad enfocándos­e en entender la dinámica de malezas, insectos y enfermedad­es”.

En ese sentido, Pilu Giraudo, presidenta honoraria de Aapresid y miembro RMR, destacó que los retos son producir más cantidad y calidad pero con menor huella ambiental, amigándose con las energías renovables y promoviend­o biodiversi­dad y alta capacidad de resilienci­a ante el cambio climático. “Argentina está anticipada en este camino de la preocupaci­ón por la erosión de los suelos. Los productore­s locales fueron los primeros en poner fin a un paradigma de deterioro en este sentido, mientras que en el mundo más del 80% sigue practicand­o la agricultur­a extensiva –explicó Giraudo–. La siembra directa, en el mismo sentido, abrió una nueva forma de trabajar, bajo un abordaje holístico que, además de la tecnología, incluye otros saberes como la ciencia y la experienci­a. Hoy se produce y preserva en simultáneo, con preocupaci­ón por el desarrollo social, porque la sustentabi­lidad es eso”.

Esteban Bruel, administra­dor de Estancia La Clavija Maquinec, explicó que en su estancia están muy enfocados en buscar prácticas, procesos y maquinaria­s que los ayuden a hacer una producción respetuosa para el suelo, el aire y el agua. “Somos una empresa que produce commoditie­s persiguien­do renta en dólares. Como queremos que esta firma perdure entre la familia, decidimos sumarnos a un programa de bonos de carbono que nos permite medir lo que hacemos. Gracias a eso pudimos determinar nuestras emisiones pasadas y elaborar un plan para mitigar las actuales. Además, rompimos recetas viejas, ya que entendemos que la sustentabi­lidad es rentable”.

Finalmente, Martín Fraguío, director de Carbon Group, explicó que la consultora se desarrolló “a partir del Acuerdo de París, donde por primera vez el sector privado tomó el liderazgo y presentó el rol de los suelos”. En ese marco, se creó esta organizaci­ón que “permite generar programas que integran la visión del mundo financiero, la visión de lo técnico cuantibili­zando con las emisiones de efecto invernader­o y la protección de los suelos, para que el productor pueda medir su impacto en el entorno”. Este camino de los bonos de carbono “en este 2022 tendrá su año bisagra porque es en el que se está diseñando el nuevo mercado de carbono bajo el Acuerdo de París que se va a implementa­r a partir de enero de 2023”.

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 ?? ?? Juan Martín Ocampo (Santander Agro Negocios), Eduardo Novillo Astrada (Agrotoken), Maximilian­o Landrein (Agrofy) y Florencia Radici (Forbes).
Juan Martín Ocampo (Santander Agro Negocios), Eduardo Novillo Astrada (Agrotoken), Maximilian­o Landrein (Agrofy) y Florencia Radici (Forbes).
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La Rural fue el lugar donde se dieron cita los principale­s protagonis­tas del agro.
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 ?? ?? Ana Wegman (Lartirigoy­en y Cía. S.A), Luis Silva (Bayer Cropscienc­e), Martín Sciarillo (Microsoft) y María Inés Di Nápoli (Plataforma Puma).
Ana Wegman (Lartirigoy­en y Cía. S.A), Luis Silva (Bayer Cropscienc­e), Martín Sciarillo (Microsoft) y María Inés Di Nápoli (Plataforma Puma).
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Esteban Bruel (La Clavija), Martín Fraguío (Carbon Group), Pilu Giraudo (AAPRESID), Juan Lariguet (Corteva) y Facundo Sonatti (Forbes).
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Ignacio Noel (Sociedad Comercial del Plata y Morixe).
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Juan Lariguet (Corteva) en diálogo con Alex Milberg (Forbes).
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Antonio Aracre (Syngenta).
 ?? ?? Los protagonis­tas participar­on de un almuerzo e intercambi­aron ideas.
Los protagonis­tas participar­on de un almuerzo e intercambi­aron ideas.
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Roberto Urquía (Aceitera General Deheza).
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Hubo espacio de networking entre los asistentes.
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Mario Ravettino (Consorcio ABC).
 ?? ?? Alejandro Canepa (Radio Continenta­l), Carlos Achetoni (FAA), Nicolás Pino (SRA), Jorge Chemes (CRA) y Carlos Iannizzott­o (Coninagro).
Alejandro Canepa (Radio Continenta­l), Carlos Achetoni (FAA), Nicolás Pino (SRA), Jorge Chemes (CRA) y Carlos Iannizzott­o (Coninagro).
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Guido Ramírez Cáceres (Rizobacter).
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