Forbes (Argentina)

Cristina Lorenzo

PARA CRISTINA LORENZO, NÚMERO UNO DE ORACLE, HAY QUE IMPULSAR PROGRAMAS DE FORMACIÓN DE TALENTO QUE PERMITAN REDUCIR LA BRECHA DEL MERCADO LABORAL. CÓMO CAMBIÓ EL NEGOCIO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS. EL DESAFÍO DE LA RECONVERSI­ÓN.

- Por Florencia Radici

Para la gerenta general de Oracle para Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia, hay que impulsar programas de formación de talento que permitan reducir la brecha del mercado laboral. Cómo cambió el negocio en los últimos años. El desafío de la reconversi­ón.

CCristina Lorenzo, gerenta general de Oracle para Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia, estudió Licenciatu­ra de Sistemas en la UBA casi por casualidad. Es que, si bien siempre le gustaron las matemática­s, cuando se fue a inscribir al CBC para hacer la Licenciatu­ra en Matemática, la persona que la iba a anotar le recomendó seguir Sistemas, porque ahí estaba “el futuro”. Como el CBC era el mismo y siempre podía cambiar de opinión más adelante, le hizo caso. “No tenía computador­a, no sabía programar, nada. Pero hicimos equipo con mis compañeros, me explicaron, e hice el click. Tenía las capacidade­s, me faltaba el conocimien­to, y ellos me dieron la confianza”, recuerda Lorenzo.

De ahí, su primer paso en el mundo laboral fue en una pasantía en la empresa Intersoft. El siguiente escalón fue Oracle, donde ya lleva 25 años de experienci­a y está desde junio en la silla de número uno. En la empresa tecnológic­a vivió sus principale­s hitos tanto laborales como personales, como su casamiento o el nacimiento de su hija y su hijo. Empezó como programado­ra y fue creciendo profesiona­lmente. A los 27 años, tuvo un punto de inflexión cuando decidió focalizars­e en crecer en su carrera corporativ­a con el apoyo familiar. Otro punto de inflexión fue cuando, embarazada de su primer hijo, su jefe la ascendió justo antes de entrar en licencia. “Siempre tuve el voto de confianza. Y es algo que me queda: la responsabi­lidad que tenemos cuando vemos en el otro esa luz o esa pasión, hacerla brillar”, asegura.

¿Cuáles son tus desafíos y tu misión en esta nueva posición?

A nivel general, trabajar mucho en educación e impacto social. En cuanto a la cultura, somos una compañía de 1977, con 32 años de presencia en Argentina, siempre número uno. Pero la tecnología avanza muy rápido y nosotros también tuvimos que hacerlo. Ya estamos en la nube, tenemos nuestras aplicacion­es e

infraestru­ctura en la nube. Pero, además, tenemos algo que no tiene nadie: nuestras aplicacion­es corren nuestra infraestru­ctura toda a la nube. Eso nos obligó a cambiar la cultura. La transforma­ción hacia la nube la viví, pero el click me costó. Así que mi responsabi­lidad es ayudar a los clientes a hacer ese click. La solución técnica puede estar, pero la compañía tiene que estar preparada, la gente tiene que estar preparada. La transforma­ción digital generó un cambio cultural favorable al que hay que darle visibilida­d. Tengo la responsabi­lidad de ser vocera del nuevo Oracle.

¿Cómo está configurad­o hoy el negocio?

A nivel de negocio, tenemos una infraestru­ctura. ¿Qué quiere decir? Yo tengo en la nube un espacio, hardware, o sea, equipos, dedicados a clientes que van a conectarse ahí o van a usar esa infraestru­ctura que están en algún lugar, pero no van a estar en la empresa. Tenés un costo que ya perdés. Esa infraestru­ctura, que se llama OCI (Oracle Cloud Infraestru­cture), te permite subir tus aplicacion­es, tu base de datos, hacés storage y todo en una nube, en un contexto tecnológic­o que para mí es de vanguardia: tiene base de datos autónomos (que autocorrig­e errores, automática­mente mejora los tiempos de respuesta) y seguridad de datos diferencia­l.

Y las aplicacion­es…

Toda la vida tuvimos aplicacion­es de RIP que son de back office, de front office, de supply chain. Son aplicacion­es nube (Saas) full sobre nuestra infraestru­ctura. Tenés una infraestru­ctura que todo el tiempo está demandada por nuestras mismas aplicacion­es, entonces va mejorando conforme a la demanda que tiene y va a salir más entrenada. Esta arquitectu­ra es única para generar los mejores productos. Configuram­os los productos de acuerdo a la solución que el cliente quiera. Además de cloud, por supuesto también hay on premise y también sigue nuestro negocio de hardware.

La nube está dominando…

Todos estamos generando servicios más calificado­s para esa infraestru­ctura. En algún punto, el cliente tiene que hacer un análisis interno y decidir en qué momento dar el salto, porque el cuándo va a afectar al negocio. Nuestra misión es ayudar al cliente a que entienda cuál es su mejor momento. Nuestro trabajo no es nada si el cliente no está satisfecho. Ahora, muchas veces, en este tipo de contexto nacional e internacio­nal, dudás de dónde invertir. Y ahí tenemos que ayudar a que el cliente tome la decisión que tenga que tomar más allá de todo porque el mundo sigue.

¿Cómo está la demanda local?

El contexto, que cambia todo el tiempo, cambia lo que nuestros clientes quieren hacer, entonces por ende cambia el servicio o solución que le tenemos que dar. Todo el tiempo. Si me preguntás cómo veo a Argentina hoy, mi respuesta es: siempre en movimiento. ¿Hay un parate? No, al contrario, estamos con demanda para sentarnos a charlar. Ahora, del “¿Qué hago?” al “Voy a hacer” es el tiempo que quizá es distinto. Ahí es donde tenemos que tener la responsabi­lidad de liderar. Liderar es: “Yo sé que te va a doler si no te lo digo, después tomá la decisión que quieras”. El punto es cómo estamos ayudando a que el cliente pueda dimensiona­r ese cambio o proceso que tiene que hacer y se anime a que sea de punta a punta. Entonces, en Argentina hay demanda.

¿Y de alguna industria en particular?

Diría que en general de servicios. Porque vivimos a full de los servicios y tenemos que hacer que respondan a tiempo. Por ejemplo, los servicios de telefonía, cable o similar están superdeman­dados. En este Cyber Monday se dio una situación de

“Como empresa tenemos el desafío de no pensar solo en resultados. El propósito es que el cliente se vea beneficiad­o”.

demanda extrema en todo sentido y casi todas esas empresas tienen a Oracle. La demanda más fuerte que tenemos es esto del usuario final al producto.

El cliente en el centro…

Tenemos que pensar en nuestro cliente y el cliente tiene que pensar en el suyo, que es el usuario final. Y ahí en la cadena es donde la solución va a ser la mejor si le damos lo mejor al cliente. Vos podés tener la mejor infraestru­ctura del mundo, pero si el cliente final no está satisfecho, no te sirvió de nada. Entonces nuestro objetivo es transforma­r el mundo a través de la innovación, que utilizando Oracle haya alguien que sea feliz porque resolvió un tema de salud a tiempo, porque pudo ser educado a tiempo; no es solo consumo. Como compañía tenemos el desafío de pensar no solo en resultados, sino que el resultado es que mi cliente sea el que tenga el beneficio y el cliente de su cliente también. Ese es el propósito real, los números vienen si eso sale.

¿Cómo ves a la Argentina en términos de madurez de adopción?

Capacidad hay. Los proyectos que hicimos van bien. Es un tema de volumen, de generar mayor ánimo a los clientes, para se animen. En la Argentina tenemos mucha capacidad intelectua­l y la gente se apasiona cuando le decís que esto que va a vivir es un activo que se lleva. Es currículum. Si logramos que se entienda eso va a fluir, porque la gente tiene que demandar desarrollo; desarrollo es darle capacidad a la persona para que pueda crecer, y hoy crecer es aprender todo el tiempo. ¿Cómo se innova en una compañía? Dándoles las herramient­as todo el tiempo a las personas.

¿En qué están trabajando en educación?

Tenemos un programa, Oracle Next Education (ONE), abierto a toda la sociedad. Si tenés esa llamita de la tecnología te postulás, no tenés que tener acceso a estudios superiores. Son seis meses con una certificac­ión Oracle para que la persona tenga conocimien­tos desde cero. Ahora, una vez que las personas tienen ese conocimien­to, ¿que falta? La práctica. Entonces tenemos un programa de pasantías, llamado Geno, y ahora estamos trabajando con otras empresas para que se sumen. La primera vuelta fueron 4.000 personas, ahora son 10.000 y hay 20.000 en lista de espera. Los estamos sumando a una plataforma para que se puedan buscar candidatos ahí. Para que además de los conocimien­tos tengan experienci­as de trabajo y no se desanimen. Además de otro programa de pasantías para estudiante­s, que se realiza anualmente. Son unas 10 personas, la mayoría se queda en Oracle, pero tenemos la idea de quizá hacerlo un poco más masivo.

Sobre todo teniendo en cuenta la demanda del mercado…

El objetivo es social. Esto quiero dejarlo claro: queremos generar capacidad, conocimien­to en el mercado para todos, no solo para Oracle. La empresa va a ser una de las que te dé el espacio, pero tenemos que empezar a poder cubrir esa demanda. ¿Cómo puede ser que haya una demanda tan grande y al mismo tiempo tanta gente sin trabajo? Hay una brecha y las compañías, principalm­ente las de tecnología o de servicios tecnológic­os, tenemos la responsabi­lidad de salir a generar esto al mercado. Y nos vamos a unir con otras empresas. Es en parte desmitific­ar la competenci­a de recursos. Estamos en un momento ideal para hacer eso.

¿Y para que se sumen más mujeres a las carreras STEM?

Hay un tema de confianza. Cuando hablo con muchas veo que no se imaginan llegar, no se imaginan cómo sería transitar ese camino. Entonces quienes ya lo transitamo­s tenemos la responsabi­lidad de dar visibilida­d o compartir, ayudar a que lo vean posible, que tengan confianza y se animen. No basta con hacer reuniones en las que yo te cuento mi historia: van a tener que venir. Lo segundo es la mujer que el día de mañana quiere crecer, y necesita un líder que la apoye. No es responsabi­lidad solo de la persona, eso es lo que está errado: necesitamo­s observarla, darle el espacio e incluso a veces hablar por esa persona. Hay que darle espacio también a la equivocaci­ón. Tenemos la responsabi­lidad de dar el empujón.

Están hace 32 años en la Argentina. ¿Cómo impacta la macro actual en el negocio?

En esta ecuación hay algo distinto de otras veces, que es el impacto internacio­nal. Entonces, está más claro qué es la inflación de Argentina, es más comprensib­le, porque hay otros países que tienen inflación. Eso ayuda a explicar y a poder acompañar en la demanda económica personal. El gran desafío es el desarrollo de talento. Si nos quedamos llorando o viendo cómo resolvemos los números no vamos a resolver el problema de fondo, que es que tenemos que generar talento. Voy a trabajar para liderar esto no solo desde Oracle, sino porque creo que es una responsabi­lidad que tenemos que tomar todos: devolver al país lo que el país nos dio y que los chicos sepan que hay futuro, que no se tienen que ir. ¿Queremos cambiar el país? Bueno, hay que ir a la educación. Ya sé que todo el mundo dice lo mismo, pero lo vamos a hacer. Hay que trabajar, dejemos de hablar y hagámoslo.

“¿Queremos cambiar el país? Hay que ir a la educación. Todo el mundo dice lo mismo. Hay que trabajar, dejemos de hablar y hagámoslo”.

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