Los nuevos estilos de la mano de Tommy
La marca creada por Thomas Hilfiger nació con u$s 150 y hoy es un imperio de u$s 3.000 millones. Cómo su moda sigue marcando tendencias.
La marca creada por Thomas Hilfiger nació con u$s 150 y hoy es un imperio de u$s 3.000 millones. Cómo su moda sigue marcando tendencias en todo el mundo y en los diseñadores modernos.
La sofisticación sutil. Un desenfado elegante. Lo clásico reinventado. La colección Otoño-Invierno 2017 de Tommy Hilfiger muestra superposión de prendas, influencias naúticas y militares, una combinación de lo deportivo con la sastrería y una paleta de colores que remiten a la tierra y al mar. Welcome to America, como se llamó la colección, está concebida como un viaje transatlántico a la Nueva York de la década del 20. “La cultura del viejo mundo se encuentra con la confianza del nuevo mundo. Siluetas tradicionales en nuevos tejidos; tejidos tradicionales en nuevas siluetas”, define la marca.
Tommy Hilfiger no propone tendencias, sino un estilo.
EL SUEÑO AMERICANO. “Cómo convertir U$S 150 y un par de jeans en un imperio de U$S 3.000.000.000”: así podría titularse la historia de la marca Tommy Hilfiger. En 1969, a los 17 años, Thomas Jakob Hilfiger abrió con dos amigos ‘The People’s Place’: un local de ropa con impronta rocker ubicado en Elmira, un pueblo al norte de New York. El emprendimiento, que contó con una inversión inicial de U$S 150, se convirtió en una pequeña cadena de tiendas. “Tuve que aprender muy rápido”, aseguró alguna vez. Según parece, Tommy Hilfiger fue un alumno muy aplicado.
Esa primera experiencia comercial funcionó como el puntapié inicial para su carrera. En 1979 se mudó a New York para dedicarse al diseño de moda. Trabajando en distintas compañías adquirió conocimientos y nuevas herramientas, los que finalmente aplicó en su proyecto personal: en 1985 lanzó una colección masculina, con su nombre como marca. ¿Cómo logró imponerse en un mercado tan feroz como el de la moda? Lo hizo la temeridad de
los advenedizos. Aunque aún era un ignoto, el mensaje de su primera campaña publicitaria, sobre una valla de Times Square, fue: “Los cuatro mejores diseñadores de ropa para hombre son Ralph Lauren, Perry Ellis, Calvin Klein y Tommy Hilfiger”. Una osadía de marketing que impactó tanto como sus diseños. En poco tiempo, ocupó de manera legítima un lugar en el podio de los número uno.
LA GRAN EXPANSIÓN. En 1986, Tommy Hilfiger llegó a Centroamérica, Caribe y Sudamérica. Dos años más tarde, se abrió la distribución en Canadá y Panamá. Muchos adjudican el éxito de la marca a la elegancia simple de sus diseños y a la calidad de sus géneros. “La mayoría de mis prendas nunca van a pasar de moda. Las americanas azul marino, los pantalones ‘chinos’ (de algodón color caqui, negro, azul o beige) y los mocasines funcionan a la perfección, cualquiera sea la personalidad de quien los viste. Mezclamos el sport y lo clásico para crear algo nuevo y excitante”, explicó Hilfiger en una entrevista a la revista Forbes.
La marca se concentró en un público objetivo, los varones de entre 25 y 45 años, pero sin descartar el resto. Creó líneas para mujeres, niños y jóvenes, a las que se sumaron las de calzado, hogar, perfumes y accesorios. “Yo sabía exactamente lo que quería hacer. Deseaba construir una marca que identifique un estilo de vida con buen gusto y cool”, contó el diseñador.
En 1990, las ventas promediaban los U$S 25.000.000. Dos años más tarde, la compañía empezó a cotizar en la Bolsa. Luego se expandió
a Europa, Asia y los países árabes. “No veo lo que hago como un trabajo, sino como mi pasión”, suele responder cuando le preguntan por el secreto de su éxito.
UNA BUENA JUGADA. Tommy Hilfiger fue una de las primeras marcas que salió del nicho fashion para subirse a los escenarios o tener presencia en estadios deportivos. En 1991 patrocinó a la escudería británica de Fórmula 1 Lotus FQ para el Grand Prix. Dos años más tarde hizo lo mismo con el tour internacional de Pete Townshed, el guitarrista de The Who. También acompañó a Snoop Dogg.
La marca también promovió tours de los Rolling Stones, Lenny Kravitz, Sheryl Crow y Britney Spears, entre otros. Además, lanzó colecciones cápsulas junto a Zooey Deschanel y Gigi Hadid –actual embajadora de la colección femeninay creó prendas de edición limitada inspiradas en referentes artísticos, como los Ramones o el graffitero Keith Haring. El buen alumno Tommy Hilfiger puede dar cátedra de alianzas redituables. El 15 de marzo de 2010, la compañía fue adquirida por Phillips-Van Heusen Corporation por U$S 3.000.000.000. Tommy Hilfiger permanece como diseñador: nada mal para ese chico que inició su carrera con U$S 150 y la determinación de triunfar.