Los 10 mejores Malbec, parte dos
Esta selección completa los 20 mejores Malbec del país, entre muchos otros que pueden consultarse en la edición 2017 de la Guía Austral Spectator.
Esta selección completa los 20 mejores Malbec del país, entre muchos otros que pueden consultarse en la edición 2017 de la Guía Austral Spectator.
Altos Las Hor m i - gas, una de las bodegas pioneras de la revolución del Malbec en Argentina, está haciendo desde hace cuatro años una interesante experiencia: hacer Malbec en Francia, más exactamente en Cahors donde tienen un joint venture con tres pequeños productores que poseen unas 20 a 30 hectáreas de viñedo y con cada uno de ellos elaboran una pequeña producción, unas 36.000 botellas en total. Su gerente Antonio Morescalchi me contó: “La idea es trabajar con productores locales que aporten su conocimiento del territorio y complementarlo con nuestra experiencia técnica. Consultores como Attilio Pagli y Pedro Parra no podrían ser contratados por estos viñadores porque no los conocen ni tienen los medios. Ellos vieron lo que podemos aportar y nos dicen que los vinos que hacemos juntos les recuerdan los vinos de sus abuelos, más fluidos y bebi- bles. Y nosotros también aprendimos mucho gracias a ellos sobre la viticultura en esta región”. Y agregó: “Cahors en los últimos 30 años tuvo una fuerte influencia del Bordeaux “moderno”, todo madera, mucha maduración y concentración. El camino que nos proponemos es distinto: taninos finos, muy largos, nerviosos pero vitales, abolición de la barrica y sólo toneles o pequeñas piletas de cemento y mucha menos extracción”.
Respecto a cómo se comparan los Malbec de allá y de acá, Morescalchi dijo: “Mendoza produce el Malbec del sol mientras que Cahors produce el Malbec del cielo varia-
ble. La característica de Mendoza es la de un Malbec con fruta roja o negra pronunciada y con mayor o menor frescura y fineza según la altitud y tipo de suelo. En Cahors se sienten el río, el bosque de robles y los acantilados calcáreos. Los buenos vinos del valle son plenos y potentes, con aromas de sotobosque y una fruta más esquiva que la mendocina. Los vinos de la colina calcárea son más tensos y largos y a veces muestran fruta roja, según la añada. Son vinos en general menos “amigables” que los de Mendoza, pero quizá más reflexivos”.
Respecto a los costos, Morescalchi apuntó que “en este momento la tierra y los viñedos en Cahors son mucho menos caros que en Mendoza. El viñedo plantado en una buena zona cuesta 17 mil euros por hectárea. El trabajo en la viña está muy mecanizado pero logramos cosechar a mano: la mano de obra en Francia cuesta el doble que en Argentina. Los viñadores hacen casi todo solos, más allá de la vendimia”.
Y respecto al clima, dijo que “Cahors es influenciado por el Mediterráneo, el Océano y el Macizo Central y puede haber años cálidos y secos, años húmedos y años fríos. No hay irrigación de los viñedos. Es una zona extrema, como lo vimos este año con una helada que destruyó el 80% de la producción. Los años secos dan vinos desequilibrados con taninos secantes y sólo se salvan los viñedos con buena reserva hídrica; los años húmedos al contrario resultan mejor en las viñas con buen drenaje”.
Y agregó: “Nuestra experiencia con el Malbec en Argentina fue fundamental, ya que conocemos la tipología de la uva y su equilibrio entre antocianos, taninos y su respuesta a la extracción y el añejamiento. De todos modos en un terroir nuevo siempre hay poner todo en discusión y tener la humildad de aprender de nuevo casi desde cero”. Para concluir, Antonini manifestó no entender a quienes piensan que el Malbec de Cahors o de Chile son una amenaza, si bien ambos “son más antiguos que el Malbec argentino”. Cree por el contrario que cuanta más historia y variedad de terruños tiene una cepa, más profundidad y credibilidad obtiene.
De los mejores de Argentina, aquí siguen otros diez, que completan la entrega de mayo: