Qué hicieron los que blanquearon
La mayoría de los inversores que entraron en el blanqueo dejaron su dinero en el exterior. Aquéllos que tenían su capital en el país eligieron los bonos locales, propiedades y autos de alta gama para invertir.
La mayoría de los inversores que entraron en el blanqueo dejaron su dinero en el exterior. Los que tenían su capital en el país eligieron bonos locales, propiedades y autos de alta gama para invertir.
La lengua puede a veces tendernos una celada. O ser manipulada y volverse entonces el instrumento de un ardid. Algo de eso ocurrió en la manera en que el Gobierno comunicó los resultados del proceso de exteriorización de capitales. En ese juego de palabras entre lo que ingresó al blanqueo y lo que realmente entró al país se plantean diferencias sustanciales y enormes desafíos.
En economía, como en la vida misma, no siempre ser y parecer son la misma cosa. El blanqueo de capitales alcanzó un récord de u$s 116.800 millones, magnitud equivalente al 21% del PBI. Pero el 80% de los activos que ingresaron al sinceramiento fiscal permanecen en el exterior y alcanzan la suma de u$s 93.300 millones. Es decir, ingresaron, pero no entraron.
Es entonces cuando se abre el abanico de posibilidades, el momento en el cual el Gobierno debería construir una estrategia para canalizar esos fondos hacia el sector productivo. Armar un esquema de seducción para que el capital, que por desconfianza se quedó afuera, decida retornar. Tarea que hoy resulta casi utópica.
De los u$s 23.500 millones que están en el sistema, dentro de las fronteras argentinas (un 20% del total), alrededor de u$s 10.500 millones fueron propiedades y u$s 7.600 millones es dinero en efectivo. Capitales que deberían volcarse al consumo o bien a lubricar los engranajes del aparato productivo. El resto decidió pagar el 10% de penalización, pero quedarse allende las fronteras.
Desde una visión macro, el Gobierno se ilusionó con que fuera mayor la cantidad de ahorristas que decidieran traer el dinero al país. Eso hubiera posibilitado engordar el flaco esquema crediticio del sistema financiero argentino. Como explica el economista Ramiro Castiñeira en su análisis, “los argentinos ahorran afuera de la Argentina”.
Castiñeira afirma que en el país “los depósitos del sector privado en todas las monedas suman 19% del
PBI. Sólo con el monto sincerado que los argentinos disponen en el exterior el sistema financiero local podría tener el doble de su tamaño actual. En Argentina en particular el crédito a privados en todas las monedas representa sólo 13% del PBI”, contra el 68% de Brasil, más del 100% en Chile, o el 47% en Colombia.
Sobre el destino que se le dará al dinero ingresado al sistema fiscal hay variados puntos de vista. Según un análisis del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), “gran parte de la masiva exteriorización de activos ocultos se volcó a títulos públicos aprovechando que están exentos de impuestos. Esto promueve mayor endeudamiento y retrasa la recuperación vía atraso cambiario por la entrada de dólares blanqueados”. Y propone: “Para capitalizar el éxito del blanqueo sería recomendable comenzar a eliminar las exenciones impositivas a los títulos públicos, reducir impuestos sobre la producción y aumentar energías en reducir el gasto público”.
INVERSIONES. Queda claro que el dinero que antes estaba en las sombras, al margen del control fiscal, una vez sincerado debe pagar impuestos. Con lo cual el ahorrista se ve en la obligación de hacer rendir su capital para no desfinanciarse. Ergo, aquí entra a tallar entonces el consumo y la inversión.
Los pasos a dar tendrán que ver directamente con el calibre del ahorrista. Por lo pronto, las automotrices del segmento Premium los aguardan con cuchillo y tenedor. Según datos del sector, en el 2017 esperan comercializar 500 unidades, un 300% más que en años anteriores.
La expectativa se respalda en datos certeros. Los números de venta del primer bimestre del año indican que los súper deportivos de alta gama tuvieron un crecimiento por encima del 80% con respecto al año pasado. Por lo pronto, la firma importadora de Porsche en la Argentina proyecta duplicar la comercialización. BMW y Mercedes Benz no le van en zaga.
Otro destino que tendrá el dinero blanqueado es el sector inmobiliario. Pero aquí los ahorristas miden con prudencia la inversión, se toman su tiempo. “El movimiento en el mercado inmobiliario se nota en la mejora de las escrituras durante el primer trimestre. En este resultado se presume la participación del dinero del blanqueo de capitales”, destaca José Rozados, titular de Reporte Inmobiliario.
Y agrega: “El impacto directo fue lo que goteó del blanqueo para evitar la permanencia. Eso tenía fecha límite al 31 de marzo, y se evitaba la inmovilidad de los activos si se invertía en una propiedad. Fue algo beneficioso en su momento”. Sin embargo, los desarrolladores que aguardaban una avalancha de capitales se vieron algo desilusionados. En lo que es Fondos de Inversión el resultado no es el esperado, al menos hasta el momento. “En este caso había que inmovilizar el capital por 5 años. Se verá el resultado cuando ese dinero comience a ser invertido en obras concretas. Pienso que se va a ver a partir de mediados de año”,
Queda claro que el dinero que antes estaba al margen del control fiscal, una vez sincerado debe pagar impuestos.
explica Rozados a Fortuna.
Los grandes jugadores del mercado han comenzado a mover sus piezas, poco a poco. A esta altura del año están en las gateras los proyectos que Argencons realizará en Retiro, y otro de Consultatio, que levantará oficinas en el Conurbano bonaerense. A estos se suma un plan hipotecario de viviendas destinado a la clase media. “El volumen en Fondos de Inversión no es significativo. Tal vez estemos hablando de u$s 140 millones, que repartido en tres años no es nada”, aclara Rozados.
Finalizado el proceso de exteriorización de capitales, es el momento de hacer trabajar el dinero. “Se darán también casos de inversión desde el pozo o la compra de lotes. Se abre un abanico de seducción para los desarrolladores inmobiliarios”, concluye el especialista.
Es verdad también que buena parte del dinero vino a aceitar el sistema financiero. Una vez más, no en la proporción deseada. La mayoría optó por los bonos que ofrecía el Estado, y otra parte se inclinó por operatorias en dólares o inversiones en las cuales sacarle el jugo a las altas tasas de interés que promueve el Banco Central.
En estas maniobras de especulación financiera no se ha visto fortalecido el crédito, por lo tanto tampoco es beneficiario directo del blanqueo el sistema productivo. Ya lo alertó el Financial Times, al analizar el mercado argentino y remarcar el chiste que circula en Twitter con la foto de Federico Sturzenegger: “Keep calm and carry trade”. Tras lo cual destacó que “la bicicleta financiera vive un momento de bonanza en la Argentina”.