El hombre que aprendió de las crisis
El presidente del Grupo IRSA, Eduardo Elsztain, fue reconocido por sus años al frente de un conjunto de empresas en constante desarrollo. Sus planes futuros y su orgullo por arriesgar siempre a favor de la Argentina.
Eduardo Elsztain, presidente del Grupo IRSA, fue reconocido con el Premio Fortuna a la Trayectoria Empresarial 2017. Titular del Banco Hipotecario, dueño de Cresud y de los principales shoppings del país, Elsztain se suma a un grupo de destacados hombres de negocios que merecieron la misma distinción en ediciones anteriores, entre los que figuran Alfredo Coto, Jorge Brito, los hermanos Bulgheroni y Eduardo Eurnekian, entre otros.
La ceremonia de entrega de la estatuilla, en la Bolsa de Comercio, fue de especial relevancia para Elsztain, quien ensayó un balance de su recorrido empresarial, a la vez que aseguró que las sucesivas crisis fueron su “mejor escuela”.
“Qué alegría compartir este acto en esta casa tan querida, donde en los últimos 26 años hemos cerrado cada aumento de capital. Vienen a mi mente las primeras compras inmobiliarias en los años ’80, cuando tenía 20 años. Propiedades chicas, casitas, garajes, galpones viejos. Después sí salir a la Bolsa, los primeros socios, los mentores. Yo tenía la fascinación de alquilar una platea en el recinto, era como llegar a un mundo soñado”, evocó.
IRSA, su nave insignia, cotiza en la Bolsa hace unos 70 años, “pero cuando la compramos no tenía absolutamente nada: era un estatuto vacío. Hicimos un aumento de capital en el ’91, de u$s 16 millones; en el ’92, otro tanto; en el ’93, u$s 64 millones. Fueron u$s 120 millones en el ’95 y más de u$s 200 millones en el ’97. La clave era tener paciencia, salir a Bolsa, ir de road show, aprovechar el halo que generaba que el país se abriera al mundo”, fue repasando.
Para Elsztain fue “saltar de un ne-
“Para las crisis, no hay país más preparado que la Argentina”, aseguró Eduardo Elsztain al recibir la estatuilla en los Premios Fortuna.
gocio tradicional a un gran mercado, algo rarísimo”, confesó.
“Primero compramos Los Silos de Dorrego, en el ’92. Al año siguiente Palacio Alcorta y en el ’94 fuimos los primeros en desarrollar Puerto Madero. De ahí salimos a invertir a Brasil, a Venezuela, nos expandimos. Y empezaron las crisis: el Sudeste Asiático, Brasil, Argentina. Tener que vender en Venezuela y Brasil fue duro, pero esa crisis nos formó. La crisis fue nuestra mejor escuela. Agradezco a mi padre y a mi abuelo haberme formado en la crisis del ’82 con la guerra de Malvinas”, señaló.
Al respecto, el presidente de IRSA consideró que “para las crisis no hay país más preparado en el mundo que la Argentina” y recordó el día en que lo llamaron “para hacer una presentación en la Fundación Endeavor. Era marzo del 2002, la semana en la que pasamos del 1 a 1 al 1 a 4. Estaban todos los bancos cerrados, las empresas sin saber cómo pagarían los sueldos, nosotros teniendo que plantearles a nuestras gerencias que había que bajar los ingresos de la gente. Esa conferencia fue casi histórica para mí. Me decían ‘hablales a los jóvenes de la oportunidad que se abre’ y yo pensaba que si ahí hubiera un solo joven que viajara a Nueva York y consiguiera un inversor de u$s 10 millones, pasaría a dirigir IRSA. Entendí que lo mejor era aceptar que esa compañía no existía más, que ya la dirigían otros. Entonces salimos a emitir un bono convertible, fuimos a ver quién nos quería escuchar y por suerte había curiosidad por la Argentina. Ese año nos convertimos en la primera compañía emisora de u$s 200 millones”.
A la distancia, se enorgullece Elsztain de “siempre haber arriesgado. Nunca esperamos una solución del Estado. Creo que las compañías son lo que hacen, no sólo el balance y el capital que tienen. Me da orgullo saber que nuestras compañías hace décadas donan el 5% de sus ganancias. Somos socios de más de 300 ONG, comedores, escuelas, fundaciones; somos una empresa que forma parte de la trama social”, remarcó.
SEÑALES. Al referirse a la situación actual del país, el empresario la describió como “un momento raro, de elecciones, pero ver que el año pasado estábamos con una inflación del 40% y este año estamos a la mitad, es una buena señal, y que el crecimiento empieza a acelerarse es otro buen síntoma. Puede que no sea al ritmo que todos queramos, pero la dirección es la correcta y eso es muy bueno”, apuntó.
Respecto del sector inmobiliario opinó que “va a ser uno de los más dinámicos este año por el acceso al crédito. A medida que la inflación siga bajando el impacto va a ser todavía mayor. En vivienda ya vemos mucho movimiento. En el sector de oficinas la ocupación es muy buena y en centros comerciales se ha evidenciado un repunte en las ventas, sobre todo en las últimas semanas”, describió, al tiempo que celebró la aparición del crédito hipotecario UVA, al que calificó como “muy bueno”.