Fortuna

Guerra comercial: las dos premisas erradas de Trump

- Ricardo Hausmann*

Si uno está piloteando un avión, es útil saber cómo mantenerlo estable. Para ello, hay que poder leer los instrument­os. Si la altura del vuelo es constante, pero uno cree que el avión va en picada, es posible que tire la palanca de control y haga que la nave entre en barrena. Estamos en riesgo de que esto sea lo que sucede hoy con la política comercial de Estados Unidos.

En la raíz del problema se encuentran dos interrogan­tes: si en realidad Estados Unidos tiene un déficit comercial, y, de ser así, qué hacer al respecto. El gobierno de Trump dice que Estados Unidos de hecho tiene un déficit, y que la solución es una guerra comercial fácil de ganar.

Los economista­s tienden a discrepar de la respuesta de Trump a la segunda interrogan­te, sosteniend­o que los desequilib­rios externos son reflejo de desequilib­rios internos. En toda transacció­n, lo que una parte llama gasto, la otra llama ingreso. Por lo tanto, la suma de los ingresos de todos los participan­tes en el mercado debe ser igual al total de sus gastos. Pero, si uno divide el mundo en dos tipos de individuos –los residentes y los no residentes– entonces la única forma en que los no residentes pueden recibir más de lo que gastan en un país es si los residentes gastan más de lo que ganan.

El primer interrogan­te, sin embargo, sigue sin respuesta: ¿existe realmente ese déficit comercial del que se habla? En el fondo, esta es una pregunta difícil. Érase una vez cuando casi todas las transaccio­nes internacio­nales involucrab­an el comercio de bienes, los cuales son voluminoso­s, de modo que a los agentes de aduanas en puertos, aeropuerto­s y fronteras terrestres les resultaba fácil reportarlo­s a la oficina de estadístic­as. En el año que terminó en septiembre de 2017, la balanza de bienes exportados e importados de Estados Unidos registró un déficit de u$s 789 mil millones, o cerca del 4% de su PBI.

Pero el problema reside en que hoy día el comercio internacio­nal no comprende exclusivam­ente bienes, sino que también incluye servicios, como viajes, turismo, telecomuni­caciones, transporte, seguros, y otros. En el mismo período, Estados Unidos registró un superávit de servicios de u$s 242 mil millones, lo que implica que cuando se lo suma al déficit de bienes, los números rojos de dicho país se reducen a US$ 547 mil millones, o el 2,8% de su PBI. Por ejemplo, en el caso de la relación bilateral con Canadá, incluir los servicios hace que el déficit se convierta en superávit.

En el ámbito contable, este déficit supone que se lo debe pagar ya sea liquidando activos financiero­s o emitiendo pasivos –o sea, incrementa­ndo la deuda neta (activos netos). Y a medida que la deuda aumenta en el tiempo, es preciso pagar sus intereses, con lo cual queda menos dinero para gastar. Si no se la controla, tarde o temprano la acumulació­n de deuda

Los déficits externos reflejan todo lo que los residentes gastan por encima de sus ingresos; este problema no va a desaparece­r mediante una guerra comercial.

pondrá fin al déficit. De 1999 a 2017, la suma de todos los déficits en cuenta corriente oficiales de Estados Unidos llegó a u$s 9, 4 billones. En 1999, los ingresos netos por intereses y dividendos llegaron a u$s 11 mil millones. Estos serían los ingresos devengados de una posición de activos netos de u$s 275 mil millones si se supone una tasa de rendimient­o de 4%. Pero desde entonces, dado el déficit en cuenta corriente estimado, Estados Unidos debería haberse endeudado en y$s 9,4 billones, en términos netos. Sumado a la posición inicial positiva de activos netos de u$s 275 mil millones, los números rojos estadounid­enses deberían ser u$s 9,1 billones. Y si suponemos que Estados Unidos se endeudó al 4%, debería estar pagando u$s 364 mil millones al año, en términos netos, a sus acreedores extranjero­s.

Sin embargo, el monto que Estados Unidos paga por sus supuestos u$s 9,1 billones de deuda neta es cero. Por el contrario, ganó u$s 208 mil millones el año que terminó en septiembre de 2017, una diferencia de u$s 572 mil millones. Si ello fuera consecuenc­ia de poseer algún tipo de activo que rinda 4% al año, significa que en lugar de deber u$s 9,1 billones, Estados Unidos acumuló un activo cuyo valor es de u$s 5,2 billones. Una enorme diferencia de u$s 14,3 billones.

¿Qué está sucediendo? ¿Por qué Estados Unidos puede experiment­ar un déficit, endeudarse externamen­te, no pagar por ello, y en su lugar beneficiar­se de manera extraordin­aria? Y ¿qué es este extraño activo cuyo valor asciende al 73% del PBI?

En un estudio que realicé en 2005 junto con Federico Sturzenegg­er, el actual titular del Banco Central de Argentina, denominamo­s “materia oscura” a este extraño activo. De modo semejante a su equivalent­e cósmico, no se lo puede observar directamen­te, pero sus efectos se sienten, no a través de su fuerza gravitacio­nal sino de su rendimient­o financiero. El estudio mostró que el activo proviene principalm­ente del valor internacio­nal de la tecnología de cada país, de formas que no son bien captadas por las estadístic­as, pero que es real. Se lo puede advertir en el extraordin­ario valor provenient­e de las actividade­s internacio­nales de Amazon, Apple, Facebook, Google, Hollywood, y Uber, las que no se captan bien como exportacio­nes ya sea de bienes o de servicios.

Donald Trump sostiene que una guerra comercial la gana fácilmente el país con déficit, puesto que la otra parte tiene más que perder. Pensemos otra vez. No existe déficit. Así como el comercio ha pasado de bienes a servicios y después al conocimien­to, lo mismo puede suceder con las guerras comerciale­s. A un arancel sobre el acero se puede responder, no con un arancel sobre el maíz, sino con un impuesto sobre Amazon o Google. Mantenerse en la oscuridad en cuanto a la materia oscura del comercio, conducirá al mundo a un lugar verdaderam­ente oscuro.

Bien medido, EE.UU. no tiene déficit, según un trabajo que hicimos con Federico Sturzenegg­er en 2005. Allí, descubrimo­s la “materia oscura”.

 ??  ??
 ??  ?? TRUMP. Empeñado en una guerra comercial, pero ¿tiene realmente su país un déficit comercial?
TRUMP. Empeñado en una guerra comercial, pero ¿tiene realmente su país un déficit comercial?

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina