Martín Sandoval
Cómo será el trabajo en un futuro muy cercano.
Se imagina un mundo donde su trabajo actual ya no exista? ¿Un mundo donde su trabajo actual se limite a apretar un botón cada media hora? En el 2050, es probable que su trabajo actual no exista como tal. O, al menos, no exista como lo lleva a cabo hoy día.
El empleo como lo concebimos actualmente (“relación de dependencia”, término hoy casi arcaico), probablemente se extinguirá. Y el trabajo del hombre, como Unidad Prestadora de Servicios, será lo relevante, donde el ser humano sea clave para programar y operar soluciones digitales, ya casi sin trabajo manual.
Para los abogados, ya atrás quedó la necesidad de contar con bibliotecas monumentales en libro papel (libros carísimos, por otro lado). Hoy los sistemas digitales de jurisprudencia permiten on line y en tiempo real contar con la información aplicable a cada caso. En la contraparte, la Justicia, ya funcionan hace tiempo los expedientes digitales. Vendrá el tiempo de juicios íntegramente llevados por medios digitales.
En cuanto a los empleos industriales, en el sector metalmecánico, el histórico y casi romántico trabajo del tornero, que mecanizaba un trozo de gran porte de acero y/o aluminio, dio paso al CNC (Control Numérico Computarizado), aparato que, luego de su programado (por una persona, obvio), mecaniza y “crea” la pieza por sí solo, en cuestión de minutos. Otro ejemplo, el punzonado de piezas de chapa manual da paso a un robot, que previo programado lo hará en cuestión de minutos.
En 2050, en la industria automotriz la producción se hará casi íntegramente a través de la robótica. Las personas programarán y los sistemas de calidad preventivos (también robóticos) supervisarán la gestión productiva. Si hablamos de la indumentaria y el calzado, el factor humano seguirá siendo decisivo en el diseño y creatividad, aunque la producción, cada vez más robotizada.
En la industria vitivinícola serán necesarios más ingenieros y técnicos agrónomos especializados en riego, con conocimientos en enología. Robots supervisarán –ya lo hacen- el estado de evolución de las uvas, humedad del suelo y otras variables asociadas. La cosecha, solo en parte será manual, y los cosechadores deberán, también, tener conocimientos de enología.
Aunque tampoco podemos ser todos ingenieros o informáticos (señora, señor: si está leyendo esto y su hijo está eligiendo una carrera, dígale que estudie tecnología, que tendrá trabajo de por vida), se irán generando nuevos perfiles, como los nuevos puestos en marketing digital, e-commerce y community management, que acompañan la gestión, el soporte, la promoción y la comercialización de los valores agregados de cada producto y/o servicio.
En esta era líquida, donde las certidumbres finalizaron, se hace necesario que la imaginación creadora de cada ser humano pueda encontrar a través de su conocimiento, actividad y pasión la realización profesional, económica, y sobre todo, personal/de autorrealización que anhela.
El empleo tal como lo concebimos actualmente (“relación de dependencia”, término hoy casi arcaico) probablemente se extinguirá dentro de pocas décadas.
El pensamiento crítico, la creatividad, la capacitación y nuestro plan a futuro deben ser los pilares esenciales para no perder el rumbo de nuestra trayectoria laboral. La carrera, si es que existe en su concepto tradicional, pasó de ser una “maratón grecorromana” a un “triatlón” y a la de Iron Man (hombre de acero, consta de 3,86 km de natación, 180 km de ciclismo y 42,2 km de carrera a pie. La carrera tiene un tiempo límite de 17 hs.). El paradigma actual de la complejidad nos desafía a enlazar “las recetas” e ir probando.
Luego de este breve recorrido histórico, podemos acordar que el “mix” perfil digital-perfil laboral deben guardar armonía y coherencia.
El sujeto debe crear y proyectar una marca (diferencial insoslayable, tener claro en qué me distingo en lo que hago) personal (estilo) y profesional (ventaja competitiva), acorde con su objetivo laboral en cada una de las redes en donde tenga presencia, guiándose por el triángulo holístico (Lo que demanda el mercado - Lo que hago mejor - Lo que disfruto más haciendo).
La web 3.0, cuyo objetivo es la “interconexión de aplicaciones con el fin de enriquecer la experiencia de navegación de las personas”, aparece por primera vez en 2006 y continúa su evolución. Se trata de una web accesible desde múltiples aplicaciones “inteligentes”, que cuenta con el alojamien- to en la nube para prestar servicios sin necesidad de disponer de complejos sistemas operativos ni grandes sistemas de almacenamiento de la información, con capacidad de estar provista o sustentada por aplicaciones.
La estructura empresarial está tendiendo a aplanarse, poniendo el foco en las relaciones entre las áreas o terceros y orientándose al customer experience (fidelización del cliente a través del uso de herramientas online). No solo hablamos de entornos culturalmente diferentes interconectados, es decir, muchas culturas empresariales trabajando como soporte de otras empresas al mismo tiempo, sino que la figura del líder, como organizador y tractor de grupo, estará ocupando su lugar en la generación de ese vínculo interorganizacional.
Nuevas vías en la organización del trabajo exigirán un nuevo concepto tanto en el liderazgo del personal directivo, como en el papel que juegan los empleados que forman parte de una estructura cada vez más flexible y virtual. El auto-management, precederá al management; cada persona dentro de una organización trabajará vía presencial/virtual, más que cumpliendo objetivos asignados, comprometiéndose integralmente con el proyecto asignado, donde podrá equilibrar su vida laboral y personal.
Lo que podríamos llamar el “ejecutivo 3.0”, un nuevo profesional que se mueve y habita en un entorno digital sin fronteras y para el que no existen horarios laborales, consiste en un sujeto que saca partido a la tecnología en beneficio de la empresa y es multicanal en su desarrollo laboral.
En este nuevo escenario laboral, el futuro deparará compañías que favorezcan el aumento del número de empleados 3.0, es decir, del desarrollo de puestos de trabajo virtualmente inteligentes.
La estructura empresarial está tendiendo a aplanarse, poniendo el foco en las relaciones entre las áreas o terceros y orientándose al customer experience.