Fortuna

Lo que se viene con la vuelta al Fondo

Asoma un nuevo escenario económico y financiero, al que habrá que adaptarse. En qué conviene invertir. Cuánto costará el dólar, que ya no podrá ser sostenido por el Banco Central. El objetivo del nuevo plan: solucionar nuestros crónicos problemas de balan

- SALVADOR DI STéFANO*

Asoma un nuevo escenario económico y financiero, al que habrá que adaptarse. En qué conviene invertir. Cuánto costará el dólar, que ya no podrá ser sostenido por el Banco Central. El objetivo del nuevo plan: solucionar nuestros crónicos problemas de balanza de pagos.

Tenemos una nueva pareja: el oficialism­o y el FMI. Esto significa dólar alto, inflación elevada, menos financiami­ento del Banco Central al Tesoro, equilibrio fiscal y mucho esfuerzo. El Gobierno deberá sostenerlo políticame­nte. La oposición le pedirá el divorcio, pero no mucho porque todo esto le conviene.

—Vamos a tener que compartir la economía con el FMI.

— No es un gran problema. Algunas cosas van a cambiar, pero nada que sea imposible de tolerar.

—¿Por ejemplo?

— El déficit fiscal primario de los últimos doce meses es de $ 385.479 millones; hay que bajarlo a cero en dos años. Los subsidios económicos suman $ 215.084 millones y el gasto de capital, $ 191.124 millones. Con esas dos partidas te quedás derecho.

—Volamos por el aire; la ener- gía eléctrica, el gas y el boleto de colectivo se van a las nubes. Por otro lado, nos quedamos sin infraestru­ctura.

— ¿Por qué creés que en la Bolsa bajaron las cementeras? Las empresas se agrandaron para abastecer demanda insatisfec­ha, que, ahora con recortes de partida, estaría ampliament­e satisfecha.

—Es una convivenci­a incomoda el FMI.

— No me lo digas a mí, Federico Sturzenegg­er está intratable. Por un lado, está contento porque no realizará más asistencia al Tesoro, pero, por otro lado, lo mandan a desarmar las Lebac; adiós metas de inflación y no podrá vender reservas para controlar el tipo de cambio.

—Casi un nuevo plan monetario y cambiario.

— El dinero del FMI viene para que la Argentina solucione sus problemas de balanza de pagos; para eso tendrá que convivir con un tipo de cambio alto. Esto implica un ajuste en la balanza comercial: adiós a los autos importados, celulares de la manzanita y trajes de Milán.

—Ni hablar de viajar al exterior.

— Buen momento para volver a conocer la Argentina: Carlos Paz, Merlo, Achira y San Bernardo.

—El ajuste será severo y nos dejará con un tipo de cambio muy bueno para la exportació­n.

— Si ello ocurre hay que armar una estrategia para comprar bonos en dólares.

—Ármate una para los muchachos.

— La que más me gusta es la siguiente: 10% en Letes a un año con un rendimient­o del 4% anual; 20%, Bonar 2023 (5 años) con un rendimient­o del 6,3% anual; 20%, Bonar 2028 (10 años) con un rendimient­o del 6,7% anual; 40%, DICA 2033 (15 años) con un rendimient­o del 8,0% anual, y 10% AC17 2017 (100 años) con un rendimient­o del 8,0% anual.

—Es una cartera de carrera. — Con esta cartera cobrás renta en enero, junio, julio y diciembre; cuatro veces al año; es casi un fondo común de inversión en dólares, que te deja un 7,5% anual y pagás un impuesto a la renta financiera del 15%, lo que te reduce la rentabilid­ad al 6,38% anual.

—¿Si quiero comprar acciones?

El dinero del FMI viene para que la Argentina solucione sus problemas de balanza de pagos; para eso, tendrá que convivir con un tipo de cambio alto. Esto implica un ajuste en la balanza comercial: adiós a los autos importados y a los celulares de la manzanita.

— Las acciones no pagan el impuesto a la renta financiera. Lo mejor pasa por las acciones petroleras; el barril de petróleo estaría cerca de los u$s 100 a fin de año y hoy cotiza en u$s 72,00. En dicho escenario hay que comprar Petrobras Brasil; tenés el riesgo Brasil y crecés con el precio del petróleo. Recordá que el 7 de octubre son las elecciones presidenci­ales. —¿Otro papelito?

— Sin dudarlo, un banco; hay muchos y buenos; si la Argentina pasa de mercado de frontera a emergente los bonos subirán mucho de precio y esto nos dejará como resultado una suba muy fuerte en los bancos que son grandes tenedores de bonos. —¿Algo más?

— Alguna energética o gasífera. Pueden ser Pampa, Transener o TGS.

—Veo que no pones inversión en $

— Toda cartera tiene que tener una inversión en $, vamos a los porcentaje­s generales: 15% inversión en $ (Lebac y bono PR15); 65% bonos en dólares, y 20%, acciones, —Te veo muy jugado.

— Para nada, el acuerdo con el FMI nos dejará un tipo de cambio más alto, lo cual, sumado a las excelentes tasas de retornos de los bonos, me parecen una excelente inversión.

—Vamos a los bifes: ¿el precio el dólar?

— El Gobierno está en una crisis política. No es una crisis bancaria ya que los bancos no vieron caer sus depósitos a plazo fijo en $ ni en dólares. Hubo una gran corrida de los inversores de las Lebac, que es un caso raro porque los especulado­res desconfían del Banco Central, pero no de los bancos que audita. Es como una vendetta a Federico… Esta corrida de las Lebac se transformó en una corrida cambiaria ya que con los $ compraron más de usS 10.000 millones.

—Subió el dólar, pero María Eugenia Vidal quiere que los alimentos no aumenten.

— Es una muy buena reacción: tendrá que trabajar muy duro para que no suban el trigo y el maíz en los mercados mundiales y, de esa forma, contener los precios internos. Salvo que se le ocurra volver a poner retencione­s y control de precios, o que el Estado produzca el pan, la leche y la carne a pérdida.

—Estás muy ácido.

— A veces, se parecen al pasado. El dólar segurament­e superará los $ 25,00; de eso, no me cabe la menor duda. La inflación será del 15%, pero por 2; no la veo debajo del 30% anual.

—La oposición le pedirá el divorcio al Gobierno con el FMI.

— No dirán nada, realmente. Esto les conviene, estaban lejos de competir y ahora comienzan a soñar.

Las acciones no pagan el impuesto a la renta financiera. Lo mejor pasa por las petroleras, los bancos y las energética­s y gasíferas. Siempre hay oportunida­des para ganar.

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 ??  ?? STURZENEGG­ER. Si se cumplen las previsione­s, ya no podrá usar las reservas para influir en el tipo de cambio.
STURZENEGG­ER. Si se cumplen las previsione­s, ya no podrá usar las reservas para influir en el tipo de cambio.

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