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El lujo exclusivo pero accesible de Miami

En el corazón del norte de Miami Beach, este barrio ofrece cuatro hoteles de primera categoría, el centro comercial que más factura por metro cuadrado, excelentes restaurant­es y playas calmas de agua cristalina.

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En el corazón de Miami Beach, Bal Harbour ofrece cuatro hoteles de primera categoría, el centro comercial con marcas de lujo que más factura por metro cuadrado, excelentes restaurant­es y playas calmas de agua cristalina.

Sólo hay 3.000 residentes en Bal Harbour, la alcaldía en el norte de Miami Beach que nació a fines de los años 40. Sin embargo, con el paso del tiempo se fue convirtien­do en un destino exclusivo para turistas de todo el mundo, con cuatro hoteles de primera categoría, una gastronomí­a de nivel internacio­nal y playas que se destacan por su gran amplitud y su calma.

En sus comienzos este barrio fue conocido como Bay Harbour. Su pequeña comunidad no creía que ese nombre los representa­ba, ya que la ubicación frente al océano Atlántico era lo más espectacul­ar y único que tenían. Así fue como, en un juego de palabras, decidieron cambiarlo a Bal Harbour. Hoy en esta zona, que está enclavada entre Sunny Isles y Surfside, todo parece funcionar a la perfección: tiene policía propia –algo poco co- mún en las alcaldías de Florida- su principal centro comercial está en plena expansión para atraer a más y nuevas marcas, tiene una gran oferta artística y en el corto plazo se construirá un parque sobre la bahía, en el agua. “Es el proyecto más grande y ambicioso que tenemos. No será sencillo, pero toda la comunidad lo apoya”, explicó Gabriel Groisman, alcalde de Bal Harbour, en perfecto español, ya que es hijo de una pareja de argentinos que se instaló en Estados Unidos a fines de los 70s. Su trabajo como alcalde es part time, ya que la otra mitad del tiempo la dedica a la abogacía. “Hay un CEO, que es el manager de la ciudad, que es quien ejecuta las decisiones que toma el consejo, que está formado por mí y otros cuatro concejales. A esas reuniones van muchos residentes con sus demandas. Es muy intenso. Lo que buscamos, como comu-

En éste, el distrito más exclusivo de Miami Beach, hay cuatro hoteles y la noche más económica sale u$s 180.

nidad, es tener un buen balance entre la vida de los residentes y los turistas”, agregó.

PLAYAS úNICAS. Una de las particular­idades que hay en Bal Harbour es su playa. Es de agua cristalina, aunque cuando hay mucho viento o lluvias se torna de un color más verde esmeralda, su arena se asemeja a un polvo blanco y es realmente muy extensa. Pero, sobre todas las cosas, no hay mucha gente. Salvo los turistas que se hospedan en alguno de los cuatro hoteles que hay –todos con servicio en la playa- son pocos los que visitan estas playas, ya que no hay estacionam­iento público en la calle, por lo que se puede llegar ahí o en transporte público o dejando el auto bastante lejos. Esto, en vez de ser un problema, es uno de los aspectos que más destacan de Bal Harbour: la paz de sus playas.

La oferta hotelera de Bal Harbour si bien apunta a un público exclusivo, también es accesible. Por un lado hay dos hoteles súper exclusivos como el Ritz-Carlton y el St. Regis. El primero de ellos con una espectacul­ar vista a la playa, combina un diseño sofisticad­o y contemporá­neo con un servicio personaliz­ado. Por su parte, el St. Regis recibió el galardón de cinco estrellas y AAA cinco diamantes en 2015 por su calidad, servicio y hospitalid­ad. En temporada baja,

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AMBIENTACI­óN. El Ritz cuenta con una exposición de arte valuada en más de u$s 3 millones. La vista desde sus habitacion­es es única.

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