Alberto Levy
El “readiness” o cómo prepararse para el instante.
Al hablar del “Afuera”, no voy a entrar sólo en lo ya sabido de la turbulencia, los saltos bruscos o las transformaciones catastróficas (en el sentido científico). Al hablar del “Adentro”, no voy a entrar sólo en lo ya sabido de la diferencia generacional, la falta de compromiso o la transitoriedad del contrato psicosocial de la gente con la empresa.
Por supuesto que tanto en el adentro como en el afuera la realidad es ésa. En este artículo, quiero hablar de un instante y de la predisposición para ese instante. A esa predisposición la llamamos “Readiness” ya que no encuentro la palabra apropiada para traducirlo (agilidad, preparación, disposición, rapidez, aptitud, alerta, voluntad, prontitud, estar listo para…). Lo mismo me pasa con “Accountability”, ¡nada menos!
Nosotros adoptaremos como explicación un sistema de seis componentes fuertemente interrelacionados que son: Apego a la Misión, Anticipación, Innovación, Plasticidad, Cohesión y Despliegue. El emergente de este sistema es Readiness.
● 1. Apego a la Misión: Debemos diferenciar dos perspectivas diferentes pero complementarias del concepto de Misión (lo empleo siempre con mayúscula). La primera perspectiva tiene que ver con “la Misión de toda la empresa u organización”, que para nuestro modelo equivale a la Estrategia Corporativa, que para nosotros equivale a la Estrategia de Portafolio. Es decir, la decisión de en qué negocios vamos a invertir nuestros recursos para lograr la “Finalidad Última” de crear valor sostenible y sustentable asumiendo un riesgo aceptable.
Por valor “sostenible” entendemos a la capacidad de constantemente disponer de los recursos tangibles e intangibles necesarios.
Por “sustentable” entendemos lo que para muchos se denomina “el triple balance” de crear valor económico, social y ambiental, pero al que agregamos dos dimensiones adicionales. La de crear “valor público” ya que una empresa es una persona jurídica que crea valor público pagando impuestos y dando trabajo. Y la de crear “valor emocional”, que tiene que ver con el respeto irrestricto de la gente, con la concepción de que una empresa puede no brindar felicidad a sus miembros pero que jamás debe permitir que pase nada que la perjudique: “las empresas no deben ser morgues de almas”.
Entonces, inmediatamente se define el portafolio de cuáles son los negocios a los que la empresa se dedicará para lograr esa Finalidad Última, a cuáles no y cómo será la asignación estratégica de toda la base de recursos entre todo el portafolio de productos (o servicios).
La segunda perspectiva del concepto de Misión tiene que ver con la Estrategia Competitiva de cada negocio. En ambas perspectivas, “apego a la Misión” es la total focali-
Hablo de un instante y de la predisposición para ese instante, que es un sistema que depende de seis componentes fuertemente relacionados entre sí.
zación en esa Finalidad Última.
● 2. Anticipación: Tiene que ver con la capacidad de prever los escenarios futuros “verosímiles” en los que la Misión deberá ser lograda. Ante la creciente volatilidad, incertidumbre, complejidad, ambigüedad y fricción (o nivel de rivalidad competitiva), cada vez sirven menos las extrapolaciones de los hechos del ayer. Las proyecciones (extrapolaciones) de los datos del ayer como estimaciones del mañana pasan a tener niveles altísimos de probabilidad de error. Los pronósticos son reemplazados por prospectivas. Los presupuestos son basados en supuestos.
● 3. Innovación: Aquí debemos distinguir entre innovaciones incrementales (fabricar un televisor común con un nuevo diseño de gabinete o con circuitos electrónicos más avanzados), innovaciones radicales (por ejemplo, un SmartTV) e innovaciones disruptivas (ver televisión por internet en el Smartphone). Generalmente, las innovaciones disruptivas implican cambios completos del modelo de negocio: otros proveedores, otros canales, otros competidores, otros substitutos, otros complementarios y hasta otros clientes finales.
● 4. Plasticidad: Aquí diferenciamos “flexibilidad” de “plasticidad”. Definimos a la flexibilidad como la capacidad de resiliencia de volver a ser como antes. Aprieto, estrujo, una pelota de tenis, la suelto y la pelota recupera su forma original. Nuestro concepto de plasticidad es: aprieto, estrujo la pelota de tenis, la suelto y la pelota no recupera su forma original sino que adopta una forma mejor para el logro de sus objetivos. Flexibilidad es cambio. Plasticidad es transformación. Al máximo nivel de transformación, a la transformación superior (tercer nivel), la llamamos “Libertad de Acción” o capacidad de maniobra o movilidad. Piense en el ajedrez. Jaque mate es eliminar la libertad de acción del oponente.
● 5. Cohesión: En nuestro modelo, diferenciamos el concepto de “consenso” del concepto de “cohesión”. Consenso me suena a que todos piensan igual, pero si todos piensan igual seguramente es porque nadie está pensando. En cambio, vamos a llamar “cohesión” a la capacidad de un grupo humano de disentir y discu- tir, hasta muy acaloradamente, pero cuando llega el momento de decidir, lo decidido es adoptado por todos como propio, incluyendo a los que disentían con el camino elegido.
● 6. Despliegue: Es la disposición y la organización del total de los recursos en el Teatro de Operaciones durante los diferentes momentos del desarrollo del intento de logro de la Misión.
Pero, quiero aclarar que, muchísimas veces, las empresas medianas y pequeñas también sufren este grave trastorno de parálisis estratégica-operacional.
El despliegue (deployment) consiste en el movimiento físico de individuos y unidades desde sus instalaciones de base hacia los teatros de operaciones designados para desempeñar sus obligaciones en procura del cumplimento de su Misión.
Partimos de la concepción de que una empresa puede no brindar felicidad a sus miembros, pero jamás debe permitir que pase nada que los perjudique.