“El optimismo de los empresarios es clave”
La devaluación ayuda a exportar pero reciente las importaciones. Sin embargo, desde el banco HSBC consideran que pronto se hallará un equilibrio beneficioso para el país. El futuro del comercio está en Asia y el norte de África, aseguran. Trump y el fanta
La devaluación ayuda a exportar pero resiente las importaciones. Por qué, Maximiliano Rossi, gerente de Comercio Exterior del HSBC, considera que pronto se hallará un equilibrio beneficioso para el país.
La Argentina sigue camino a incorporarse al mundo”. Así de claro define Maximiliano Rossi, gerente de Comercio Exterior de HSBC, el avance que está haciendo el país en términos diplomáticos, económicos y financieros. Y agrega que esta realidad se da aún con las problemáticas coyunturales internacionales y las dificultades internas. “Lo que cambió -analiza- en las últimas semanas son, probablemente, las expectativas de los empresarios para este año dado que preveían más exportaciones pero se vieron impactados por la sequía. De todos modos, lo bueno es que subieron los precios de muchos de los bienes que exportamos, con lo cual el impacto ha sido menor de lo que podíamos esperar”.
FORTUNA: ¿Ayuda la devaluación?
ROSSI: A los exportadores los va a beneficiar porque ahora va a ser más barato comprarle a la Argentina, lo cual genera trabajo. La importación se va a ver resentida, sin duda, pero a largo plazo todo se va a acomodar. Estamos viendo a las exportaciones crecer a un promedio del 6% de acá a 2030. La manufactura rela- cionada con el agro va a crecer por encima de ese promedio, mientras que todo lo industrializado va a estar por debajo, quizás al 4%. A la Argentina le está costando diversificar su matriz productiva e industrializarse más.
FORTUNA: No es nada nuevo… ROSSI: Es cierto, y no conozco los motivos. Vietnam es un modelo al que deberíamos mirar. Es un país que se está industrializando tanto que pronto va a reemplazar a México en la quinta posición como origen de las compras argentinas. Y no sólo Vietnam es un caso a atender; Asia toda es el destino que más oportunidades les va a dar a los exportadores argentinos porque es el punto del planeta que crece más rápido. Y no hablo sólo de China, que representa el 7 u 8% de nuestras exportaciones. Incluyo además a Malasia, Filipinas, Tailandia, Singapur. A ese grupo de países las empresas le tienen que prestar atención, y no sólo las que comercializan bienes sino también servicios.
FORTUNA: Hay un potencial desatendido en los servicios.
ROSSI: En 2010, los servicios representaban el 16% de las exportaciones argentinas y hoy alcanzan el 20%. Hasta 2030 van a seguir creciendo porque tenemos un buen nivel educativo y una gran capacidad de adaptación.
FORTUNA: ¿Qué rol juega el estado de ánimo del empresariado?
ROSSI: El optimismo es clave. Aquel que no es optimista proyecta a mucho más corto plazo y demora las decisiones de inversión. Este año, en el que se esperaba algo muy bueno, la cosa no va a ser así, los números ya lo están mostrando. Pero la devaluación va a ayudar a muchos a vender y cuando la situación se estabilice va a per-
mitir utilizar mucho mejor la capacidad instalada.
FORTUNA: El acuerdo comercial con la Unión Europea se demora. ¿Qué deberíamos esperar?
ROSSI: La demora era esperable. Brasil, la Argentina, Europa misma (con la elección de consejeros) está en un proceso eleccionario. Era difícil que el tema se resolviera pronto. Si se cierra en 2020, el acuerdo va a ser muy bueno. Sin embargo, los empresarios argentinos todavía no terminan de comprender los beneficios de un pacto de este tipo. Los europeos, en cambio, opinan que un acuerdo con el Mercosur les va a traer beneficios tres veces más grandes que los que obtuvieron con los acuerdos que cerraron con Japón y Canadá. Si bien ellos lo ven desde su punto de vista, es impensable que el acuerdo vaya a beneficiarlos tanto a ellos y no vaya a dejarle nada al Mercosur.
FORTUNA: ¿Por qué acá no se perciben esos beneficios?
ROSSI: Es consecuencia de una economía cerrada como la nuestra. El primer beneficio que ven los empresarios en el mundo respecto de estos acuerdos es la posibilidad de conseguir mano de obra. Acá, en cambio, no creemos que nos traiga buenos recursos humanos el hecho de abrirnos al mundo. Tal vez sea algo cultural.
UN FANTASMA. Rossi acredita experiencia laboral en México y cuando habla de la importancia de tener una economía abierta lo hace con conocimiento de causa. “Ellos se industrializaron muchísimo a partir del Nafta”, el acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, confirma. En la Argentina, la otra cara de la moneda: de las casi 900.000 empresas registradas, sólo el 10% exportó alguna vez, y de esa porción, sólo la mitad lo siguió haciendo por tres años o más.
FORTUNA: ¿Cómo afecta al comercio local la crisis política y económica en Brasil?
ROSSI: Los números nos dicen que estamos más o menos como antes. Brasil tuvo la recesión más grande de su historia, es cierto, pero está en proceso de recuperación. Nos compra casi el 32% de nuestras exportaciones y si no le va bien, claramente es un problema. Pero considero que vamos a soportar bien la turbulencia de corto plazo. Superado el proceso eleccionario, Brasil se va a estabilizar, va a crecer e incluso nos va a traccionar.
“Asia es el destino que más oportunidades les va a dar a los exportadores argentinos porque es el que está creciendo más rápido”.
FORTUNA: ¿Qué está pasado hoy con el comercio en el mundo?
ROSSI: El mercado global de comercio exterior sigue creciendo. De 1980 a 2016 se multiplicó por cinco. La tendencia de globalización va a continuar. Y eso está muy bien porque, si encontramos en qué somos competitivos, nos va a permitir desarrollarnos y ser eficientes.
FORTUNA: Sin embargo, el proteccionismo resiste…
ROSSI: Es algo normal. Pero esta tendencia es irreversible. Es cierto que hoy vemos algunos eventos de proteccionismo que asustan, sobre todo con Estados Unidos, pero es más bien una estrategia de negociación; al final terminan acordando. Hay que acostumbrarse a convivir con eso. En todo lo que nos pasó con Estados Unidos con el aluminio, con el biodiesel o los limones, en todo se terminó acordando.
Para no hacerle el juego a los poderosos,
Rossi insiste en prestarle más atención a otros mercados en desarrollo. “Tanto para los bienes como para los servicios argentinos, el principal motor de crecimiento se ubica en Asia -dice-. China e India pueden serlo para el sector de los servicios, y Filipinas y Vietnam, para los bienes”, detalla. Alienta además a poner la lupa los países del norte de África y Egipto, a los que la Argentina les exporta casi un 7%, mayoritamente bienes agropecuarios. “Son países que ya tienen el ejercicio de comprarnos, entonces es más fácil venderles otros bienes a ellos que desarrollar un mercado desde cero”.
FORTUNA: ¿Cómo cree que evolucionará el turismo?
ROSSI: Hoy representa el 38% de la exportación de servicios. Lo que vemos es que esa participación va a decaer. Lo cual no quiere decir que el turismo no vaya a crecer, sino que su participación va a bajar a cerca del 32% hacia 2030. Pero de todos modos seguirá representando casi un tercio de lo que exportamos, lo cual es buenísimo.
FORTUNA: ¿Qué rol juegan hoy los bancos?
ROSSI: Podemos jugar dos roles bien importantes. El más obvio es colaborar en la financiación, algo que los bancos hoy están haciendo relativamente bien en la Argentina. El otro rol, sobre todo de los bancos internacionales, es el de facilitador del comercio exterior. Para exportar, lo primero que una empresa necesita es conocer a su contraparte. E involucrarse hoy con las herramientas clásicas del comercio exterior (cartas de crédito, etc.) termina siendo costoso y engorroso. El mundo va hacia algo más simple y nosotros podemos ofrecer el conocimiento de los clientes. Si una empresa logra tener al mismo banco en las dos puntas, el proceso se simplifica muchísimo.
FORTUNA: ¿Qué desafíos nos esperan?
ROSSI: Para la Argentina, la clave es diversificar la matriz productiva y sentar las bases para facilitar la exportación de servicios.