QUÉ ESPERAR DE BOLSONARO
Bolsonaro parecía un candidato extravagante, una suerte de antisistema pero supo captar el voto castigo al PT, un partido con buena base electoral pero con muchos enemigos. Supo recoger también el hastío por la corrupción.
Hay claramente muchos interrogantes a futuro. Si bien los mercados apoyan, ¿llegarán posturas proteccionistas propias de su nacionalismo? ¿Cuál será el destino del Mercosur, pasará a un TLC dada su aparente visión crítica al bloque?
Seguramente su ministro de Economía, Paulo Guedes, definirá la política económica que no es precisamente el fuerte de Bolsonaro. Se especula que es el enfoque de Chile desde los `80 la visión que tiene Guedes.
Es difícil no hacer comparaciones con Donald Trump. La diferencia es que el político brasileño ya estaba en la Cámara de Diputados desde 1991 y Trump en cambio viene del mundo de la empresa. No ha tenido Bolsonaro una actitud protagónica durante estos casi 30 años. Su papel fue mediocre.
Hay proyectos de privatizaciones, de reducción en el número de mi- nisterios y de ajuste fiscal buscando el superávit primario en 2020. En ese sentido hay una continuidad con lo que viene haciendo Michel Temer, es decir mayor ajuste.
Brasil sigue con una dispersión enorme de partidos y los dos tradicionales de los últimos 20 años han sido golpeados, el PT y el partido de Fernando Henrique Cardozo, en estos comicios. Se abre un nuevo tiempo político para Brasil con muchas expectativas de por dónde Bolsonaro planteará la política. Esperemos que sus expresiones extremas sean moderadas por el sistema político. América Latina no migrará a la izquierda en la década del `20, la década será un mosaico de ideologías y está por verse cómo Bolsonaro y Andrés Manuel Lopez Obrador armarán finalmente sus estrategias de gobierno. Hay que darles 100 días de gobierno a ambos.
La economía de Brasil ha tenido un desempeño muy pobre en los últimos 5 años, dos recesiones importantes y estancamiento reciente. La política fiscal es ortodoxa con el congelamiento del gasto público por 20 años. El agro está ayudando para un mejor 2019. El desempleo es alto, el real ha descendido descontando el triunfo de la derecha conservadora.
Brasil debe recuperar niveles de inversión en infraestructura y en exportaciones. Para Argentina el crecimiento de Brasil es relevante. Por cada punto que crece nuestro principal socio comercial arrastra 0.25 de nuestra actividad. La expansión de Brasil es crítica para el sector industrial exportador de nuestro país. Veremos hacia marzo qué se puede esperar de Bolsonaro.