DOS 2019 ESCENARIOS PARA
Apesar de mostrar una mayor tranquilidad en el mercado cambiario durante las últimas semanas, la economía argentina continúa en terapia intensiva, y lo seguirá estando por varios meses más.
Por un lado, porque los efectos de la corrida cambiaria en la economía real –aceleración inflacionaria, merma del consumo y caída de la inversión, entre otros- se sentirán con mayor fuerza durante el último trimestre de 2018 y comienzos de 2019.
Por el otro, porque el esquema monetario y financiero es muy sensible al “humor del mercado”, que puede volverse nuevamente adverso para el país en 2019, ya sea por el desafiante escenario internacional o por la incertidumbre propia que generan las elecciones.
El escenario optimista para 2019 incluye una estabilización de las variables monetarias y cambiarias, la desaceleración de la inflación, una reducción gradual de la tasa de interés y un cierto rebote de la actividad a partir del segundo trimestre, traccionado por el agro. Esto permitiría que la economía llegue a las elecciones exhibiendo cierto crecimiento, aunque moderado (en torno al +2/3% i.a.).
El escenario pesimista es aquel en el cual la incertidumbre electoral, que incluye las dudas sobre la capacidad de financiamiento del próximo gobierno, genera las condiciones para la reactivación de las presiones cambiarias. La demanda minorista de residentes y la salida de inversores financieros, que han vuelto tímidamente al país durante las últimas semanas, volverían a empujar la cotización del dólar al alza, acelerando nuevamente la inflación y prolongando la recesión económica.