En el año del verde, el país no explota
El plan económico nos estabiliza en una estanflación y los motores de la economía están débiles, pero el país no va a explotar. Por qué tantos economistas sostienen que la Argentina no podrá honrar sus deudas. Las mejores inversiones en un año electoral.
El plan económico nos estabiliza en una estanflación y la economía está débil. Las mejores inversiones en un año electoral.
Los medios de comunicación viven diciendo que vamos a una cesación de pagos, primero era en 2018, luego en 2019; ahora presagian el apocalipsis para 2020, pero también podría ocurrir en 2021 y 2022. Así vamos a una profecía auto cumplida; es como si todos los días te levantaras y te dijeran que te vas a fundir; esto no es vida.
—Pero, te pregunto de nuevo: Argentina, ¿va a ir a la cesación de pagos?
— Como te decía, un gran grupo de economistas hablan de que la Argentina va a la cesación de pagos. La historia comenzó en el primer trimestre de 2018, cuando se cerraron los mercados mundiales. Allí se predecía que el país no podría afrontar los vencimientos de deuda pública y se preanunciaba la cesación de pagos.
—Tuvimos que ir al FMI. — Correcto; llegó el FMI y se proyectó la explosión para 2019 ya que el acuerdo con el FMI era incumplible.
—¿Entonces? — Vino el segundo acuerdo con el FMI y ahora se dice que el país no explota en 2019.
—Me quedo más tranquilo.
— No tanto; la media de los consultores presagia que el país va a explotar en 2020 aunque un grupo no menor se está distanciando de este pronóstico.
—¿Dicen que vamos a salir adelante?
— No, creen que el país puede explotar entre 2021 y 2022.
—Decime la verdad, ¿hacia dónde vamos?
— Vamos hacia un escenario mediático, donde las predicciones apocalípticas escalan permanentemente en busca de radicalizar a los inversores respecto a sus decisiones e invitan a una salida masiva de bonos locales, en pos de precipitar un problema mayor para el país.
—Para vos ¿vamos a un default? — En primer lugar, la Argentina tiene una deuda exigible de u$s 150.000 millones. Dicha deuda está en manos de terceros, no está en poder de organismos públicos o internacionales. Esta deuda es mayoritariamente en dólares, a tasa fija y en títulos públicos.
—¿Entonces?
— No es una deuda que se incremente ante una suba de tasas, hay que pagarla, y eso conlleva la necesidad de salir a buscar fondos frescos al mercado. No me parece que dejen caer al país por una deuda a vencer en 2021 de u$s 25.000 millones.
—Pero, es mucho dinero.
— Es un vuelto en los mercados mundiales. Pero la lógica del mercado es instalar el tema de que vamos a explotar, y no es así.
—¿Por qué?
— Porque si a vos que me estás leyendo, te hacen una campaña que en 2020 no vas a pagar lo que debes, también te vas a caer. Muchos economistas trabajan para llevar adelante una profecía autocumplida, no hay espacio para pensar que la deuda se puede renovar, solo hay espacio para contar las deudas que vencen y decir que no se puede pagar.
—Para vos, ¿la economía está bien?
— Para nada, estoy en total desacuerdo con el programa monetario. Nos están llevando a un tipo de cambio bajo, a una gran recesión, y las empresas no tienen rentabilidad. Eso no significa que el país va a volar por el aire.
—¿Entonces?
— Las empresas tendrán dificultades financieras, los flujos de fondos se pondrán pesados, las rentabilidades en el mejor de los casos serán esca-
Las empresas tendrán dificultades financieras, los flujos de fondos se pondrán pesados, las rentabilidades en el mejor de los casos serán escasas, pero tenemos que seguir adelante.
sas, pero tenemos que seguir adelante; nadie de los que lee esta nota puede vender la empresa e irse a su casa. El emprendedor tiene una empresa y la sigue empujando todos los días; por ende, hay que ayudarlo a no aflojar y trabajar en su reconversión para el nuevo escenario económico. —¿Cómo es ese nuevo escenario económico?
— Un país que no se va a permitir tener déficit fiscal, va a destinar el 70% de su presupuesto a lo social y pagará la deuda a vencer. Esto nos genera grandes restricciones: el crédito será escaso y caro; los dólares no serán abundantes en la economía, por ende, digan lo que digan el dólar va a subir en 2019; los motores del crecimiento están apagados, el precio de la soja y el maíz son bajos, y, como son una inversión a cielo abierto, su cosecha e impacto en la economía es incierto. Brasil lanzará un plan de ajuste económico y cerrará más su economía, eso nos aleja de una reactivación por el lado de los vecinos. El mundo va a un escenario de guerras comerciales y suba de tasas. —Eso es apocalíptico.
— Para nada, es la realidad; las predicciones de crecimiento mundial son bajas, los países se están endeudando para superar este momento económico. Pero los mismos que indican que en 2019/20 no ven una recuperación económica mundial, dicen que sobrevendría una mejora para 2021/22.
—¿Y nuestro país? — La Argentina para 2021 tendrá funcionando Vaca Muerta y esto será una gran ayuda para el país. El sector minero estará incrementando sus exportaciones y los precios agrícolas podrían mejorar de cara a 2020. No hay crisis que dure tres años seguidos; la Argentina tiene un problema de confianza, no es político ni económico.
—¿Por qué lo decís?
— Con Cristina no invertíamos, con Mauricio tampoco; somos los campeones a la hora de quejarnos, y nadie nos convence.
—El famoso “por algo será”. — Correcto, el problema de la Argentina es la desconfianza. Me indigna la doble lectura de los temas en nuestro país. También me indigna cuando nos ponemos a debatir; que si no explotó en 2018, lo hará en 2019, o bien en 2020 ó 2021. Durante la Convertibilidad hubo economistas que festejaron la salida de ese plan en 2001 diciendo: “Lo advertimos”; el problema era que lo decían desde 1992; ¡perdieron nueve años discutiendo algo que les imposibilitó aprovechar el escenario económico durante dicho periodo!
—Somos fundamentalistas. — Correcto; creo que tenemos que salir de esa postura y pasar a proyectarnos en el tiempo, con una mayor dosis de realismo. Nada explota y todo se corrige.
—¿Conclusión?
— No te vamos a decir que lo que no explota hoy, explota mañana, porque entraríamos en la profecía autocumplida. Te vamos a decir que hay que remarla en dulce de leche; el escenario es difícil, pero no imposible; tenemos que ir a una mayor escala, agregar valor y diversificarnos.
—¿Inversiones 2019?
— Vemos a la inflación en torno del 35% anual y creemos que la tasa difícilmente baje del 45% anual. Seguiremos en estanflación; para licuar el gasto del Estado hará falta una fuerte devaluación; por eso, lo mejor para 2019 será el dólar billete o letes o bonos en dólares. El año próximo es el año del verde. Si te sobra, compra propiedades, que están a bajo precio. Pero, son ilíquidas, es una buena inversión aunque a largo plazo.
Vemos a la inflación en torno del 35% anual y creemos que la tasa difícilmente baje del 45% anual. Seguiremos en estanflación; para licuar el gasto del Estado hará falta una fuerte devaluación.