Cuando la ciencia es un buen negocio
El CEO de Bioceres, empresa de biotecnología aplicada al agro y a las Ciencias de la Vida, explica cómo han pasado de facturar u$s 10 millones a más de u$s 400 millones. La revolución del trigo tolerable a la sequía, la compra de Rizobacter y su salida a
Federico Trucco, CEO de Bioceres, empresa de biotecnología aplicada al agro y a las ciencias de la vida, explica cómo han pasado de facturar u$s 10 millones a más de u$s 400 millones. El trigo y la soja tolerables a la sequía. Críticas a los gobiernos y la salida a la Bolsa de Nueva York.
Soja y trigo tolerable a la sequía, genética humana, biotransformación, biología molecular… estos son solo algunos (de los muchos) temas que se investigan y se desarrollan diariamente en Grupo Bioceres, una compañía argentina de biotecnología para el agro que nació en plena crisis de 2001 cuando 23 productores agropecuarios juntaron u$s 600 cada uno para potenciar el campo local de la mano de la tecnología. Esa empresa, que valía en ese entonces tan sólo u$s 13.800, hoy es propiedad de 320 socios, saldrá a cotizar a la bolsa de Nueva York en pocos meses y su valor de mercado estimado supera los u$s 456 millones. Un milagro empresarial argentino que surgió en el peor momento del país.
Fortuna viajó hasta la ciudad de Rosario, sede central de la empresa, para dialogar con Federico Trucco, 41 años, director y CEO de Bioceres. Su padre fue uno de los fundadores de la compañía y hoy recae sobre él la responsabilidad de seguir haciendo de la firma un ejemplo de que hablar de negocios
y ciencia y tecnología puede ser no solo posible, sino también exitoso. “Bioceres empezó más como una cooperativa de gente asociada al proceso de transformación del agro. Y esta transformación tuvo en su corazón a la biotecnología. Es decir que no se dio porque un Gobierno bajó los impuestos o generó una ley determinada. Acá lo que hubo fue una fenomenal incorporación de tecnología, que vino del exterior, que de repente nos entregó un negocio que como país no planificamos, que fue el boom de la soja. Hoy, somos una plataforma de negocios en el mundo de la biotecnología agropecuaria y nos diferenciamos del resto de las compañías porque tenemos un modelo de arquitectura abierta. Lo que nosotros tratamos de hacer es originar tecnologías a partir del sistema científico local e internacional, con investigadores que se desempeñan en distintas instituciones, que generan conocimiento y nosotros
“Los gobiernos ven un subsidio en investigación de la misma manera que un subsidio a una tarifa eléctrica”.
los ayudamos a validar ese conocimiento para ver si es relevante o aplicable a problemas en el mundo de la producción agropecuaria”, explica Trucco. Es este camino el que permitió que, recientemente, Bioceres se haya convertido en la primera empresa a nivel mundial en ofrecer al mercado un trigo tolerable a la sequía. Y ya contaba con el de soja. Trucco asegura que en esta última campaña “se perdieron cerca de 15 millones de toneladas de soja y hubiéramos podido evitar unas 4,5 millones de toneladas.