CERDOS FOR EXPORT
Las puertas del mercado chino se han entreabierto y eso para algunos sectores puede transformarse en un mojón que les marque un antes y un después en la historia de la actividad. Eso les ocurre a los productores de porcinos en la Argentina, que están a punto de poner un pie en la casa del mayor consumidor de cerdo del planeta.
Hace dos años la Asociación Argentina de Productores Porcinos creó un consorcio de exportación y de alguna manera fue sentando las bases para esta oportunidad única que se les cruza por el camino. “Estamos trabajando, conversando con los posibles clientes”, le cuenta a Fortuna el presidente de la AAPP, Lisandro Culasso.
Pero antes de despachar el primer embarque hacia Oriente se deben cumplimentar algunas instancias. “Primero se firma el protocolo sanitario, luego se aprueban las plantas frigoríficas para la exportación y recién después comienza el trabajo del sector privado. No llegamos aún a la instancia de embarques”, aclara el empresario.
Para tener una idea de lo que estamos hablando, Culasso remarca que “la mitad del cerdo del mundo lo produce China y lo consume. Nadie está preparado realmente para abastecer semejante mercado, pero en la Argentina tenemos mucho potencial. China te compra todo lo que tenés en stock”.
De allí que si el negocio avanza, surgirá la necesidad de invertir y expandirse. El sector porcino ha venido creciendo a un ritmo del 10% anual, pero lidia también con algunas políticas internas que le recortan la competitividad. “Enfrentamos los mismos problemas que todos los demás productores: la presión impositiva, el financiamiento, los costos de logística”.
Según el titular de la AAPP, “Argentina tiene todas las condiciones para producir cerdo barato. Brasil es la competencia principal en la región. Chile también exporta, y aunque produce más caro ha logrado asegurarse mercados impor-
tantes como Corea y Japón”. Aunque parezca increíble, hasta junio del 2017 Argentina no había exportado nunca carne de cerdo. De hecho, el país tiene 130 mercados abiertos en el mundo para la carne vacuna, y tan sólo 13 para los porcinos. Lo que viene es ir tanteando el mercado, pisar firme y seguro. “Primero se comienzan enviando cortes grandes, como puede ser una media res. Luego se evoluciona hacia otros cortes industriales con la idea de agregar valor a medida que se va conociendo y abriendo el mercado”, dice Culasso.