TODO UN SOCIO EN ENERGÍA
Las recientes conversaciones con el gobierno chino para desarrollar la minería del litio, expandir el megaproyecto fotovoltaico en Jujuy, la construcción de un parque eólico en Buenos Aires y los acuerdos finalmente alcanzados para las centrales nucleares e hidroeléctricas en el río Santa Cruz, hablan de una relación económica y tecnológica sin precedentes y muy conveniente para nuestro país.
Fueron necesarias arduas negociaciones con China para hacer viables los compromisos asumidos en forma no transparente y a los apurones por el anterior gobierno a poco de abandonar el poder, pero valió la pena porque respetamos los compromisos asumidos entre ambos países, mejorándolos. Esta etapa, inédita en nuestra relación con China, significa inversiones que superan los u$s 20.000 millones durante los próximos 10 años mediante acuerdos financieros asumidos por el Estado y servirá para mejorar nuestra defectuosa matriz energética y la calidad del sector. Pero el gran valor implícito que veo en esa nueva relación con el gigante asiático es que facilitará el acceso del gas de Vaca Muerta a su inmenso mercado. La Argentina, dado su gran potencial de Shale gas necesita imperiosamente desarrollar mercados más allá del local y el regional para evitar dejar bajo tierra más del 20% del potencial de Vaca Muerta. Y la única manera de acceder al mercado mundial y en particular al chino, es a través del GNL, gas natural licuado. Aunque antes deberemos lograr precios del gas en boca de pozo, costos de transporte y licuefacción, impuestos y fletes que hagan competitivo nuestro GNL en el disputado mercado chino de los próximos años de transición.
*EX SECRETARIO DE ENERGÍA DE LA NACIÓN