“No hay que pasarse con las retenciones”
Por qué este consultor dice que subir los impuestos era el único camino. “Es delicado el equilibrio para no asfixiar al sector productivo”, advierte. Y agrega: “Es clave garantizar las importaciones para la actividad exportadora”.
Para el consultor Fabio Rodríguez, la emergencia económica y social era “la única salida” frente a la herencia recibida por el presidente Alberto Fernández. Qué piensa de consumo, la inversión, las retenciones, las importaciones y las exportaciones.
Hábil en la comunicación, el Gobierno no tardó en ponerle a la situación económica etiquetas de alto impacto, títulos catástrofe. Emergencia, hambre, solidaridad, quebranto, son palabras que la gestión Fernández ha escogido para describir un escenario que, por cierto, dista de ser sencillo. La orientación del programa y el paquete de medidas que ha dado en llamarse Impuestazo van en esa dirección.
Sin crédito externo y con escaso margen para emitir moneda, el único instrumento a la mano para financiar el déficit era el incremento de los gravámenes sobre aquellas actividades productivas con perfil exportador y alta rentabilidad. Es, sin lugar a dudas, una maniobra que tensa la cuerda. De seguro no había otro camino, pero como afirma el economista Fabio Rodríguez, socio director de la consultora M&R Asociados, “hay
“El Gobierno dispuso el congelamiento de tarifas por 180 días. En ese plazo revisará los contratos con las energéticas”.
que tener cuidado de no pasarse de rosca”.
FORTUNA: La gestión económica tiene dos cabezas: Martín Guzmán en Hacienda y Matías Kulfas en Producción. ¿Qué le parece la organización y los nombres?
RODRIGUEZ: Creo que efectivamente quedó una estructura todavía atomizada desde el punto de vista de las carteras económicas, pero quizás a diferencia de otras experiencias hay más homogeneidad en el perfil del equipo económico.
FORTUNA: ¿Le sorprendió algo de esta batería inicial de medidas?
RODRIGUEZ: Hay una mezcla. Había medidas cantadas como la suba en las retenciones, la suba en la alícuota de Bienes Personales, por supuesto la recomposición de ingresos para los sectores más vulnerables. Lo más inesperado fue quizás la suspensión de la fórmula de ajuste previsional. Desde lo fiscal veremos cómo termina siendo, pero también da inicio a un proceso donde hay seis meses para tener otra nueva fórmula de movilidad previsional.
FORTUNA: El mensaje es claro: no hay plata y carecemos de financiamiento externo. ¿El único camino es por el lado impositivo?
RODRIGUEZ: El mensaje es no queremos profundizar una situación de ajuste y queremos estabilizar la economía para que deje de caer y eventualmente empiece a rebotar. Ese fue el primer objetivo. El segundo objetivo que puso es hay que recuperar urgentemente los ingresos de la mitad de la pirámide para abajo. Ahora, dicho eso, no contamos con financiamiento, no contamos con la capacidad de una expansión fiscal y no queremos abusar de la emisión porque eso desestabiliza la economía. Con lo cual la única vía que quedaba era empezar a redistribuir entre ganadores y perdedores con la presión impositiva.
FORTUNA: Muchos esperaban un impulso por el lado de darle a la maquinita de imprimir billetes. Sin embargo, primó la mesura.
RODRIGUEZ: Sí, creo que hubo como demasiadas alertas o fantasmas respecto de que venía un gobierno que iba a emitir un 40, 50 o 60% en 2020, aumentar la Base Monetaria y repartir dinero por todos lados. En eso ha sido muy enfático el ministro y eso cayó bien, básicamente desde el punto de vista de la prudencia. En dos oportunidades lo dijo de la misma manera: un abuso de la emisión desestabiliza la economía. Lo cual no quiere decir que no vaya a haber emisión, porque va a haber.
FORTUNA: El incremento de impuestos impulsa la recaudación, pero tiene un efecto búmerang. ¿Pueden postergarse planes de inversión?
RODRIGUEZ: Naturalmente al que le toca poner es el que eleva la voz de su queja, pero hay otro montón de sectores a los que les toca recibir. Lo veo como una primera etapa en la cual lo que se intenta es mover el consumo rápidamente, en 100 o 120 días, por eso se pone bastante cantidad de dinero en la franja social que destina casi todos los ingresos al consumo. Mientras que los sectores que han sido perjudicados, los que tienen que pagar de manera neta impuestos, quizás tienen más propensión a comprar dólares o hacer sus gastos en el exterior. Desde el punto de vista de la confianza y la inversión no son buenas medidas subir los impuestos. Me parece que eso está para una segunda etapa.
FORTUNA: En el caso particular del sector agropecuario y las retenciones, ¿los productores pueden modificar su estrategia? ¿Alguien dejará de hacer soja, pese a los precios?
RODRIGUEZ: No creo. Lo que sí ahí el equilibrio es precario, no hay que pasarse de rosca. La clave está en que se sacó el tope a las retenciones, ahora se va hasta el 30% y hasta el 12%, pero cuidado porque anda un 3% dando vuelta que es facultad del Poder Ejecutivo llevarlo adelante o no. A partir de ahí es el consenso, ver día a día, momento a momento la realidad productiva y de costos del sector. Hasta acá es el mismo esquema y son casi las mismas retenciones que al inicio de este sistema, cuando arrancó con 4 pesos por dólar y un dólar a
“Naturalmente el sector al que le toca poner es el que eleva la voz de su queja, pero hay otro montón de sectores a los que les toca recibir”.
“Hay que garantizar la absoluta fluidez de dólares para el segmento de comercio exterior”.
menos de 40. Estamos más o menos volviendo a eso, un poquito más. Pero cuidado a partir de ahí.
FORTUNA: ¿Es viable sostener un esquema que trabe las importaciones y al mismo tiempo fomente las exportaciones?
RODRIGUEZ: Lo que sí es necesario cuando se disponen medidas para darle un fuerte impulso a la exportación, es que siempre exportar requiere importar. Es decir hacer la producción de lo transable o exportable y en esa producción de muchas cosas que se terminan vendiendo intervienen una gran cantidad de componentes, piezas e insumos que son importados. Por lo tanto, cuando uno dispone de esa política de apertura exportadora tiene que saber que no puede poner trabas todo el tiempo a las importaciones. Tiene que garantizar la absoluta fluidez de dólares para el segmento de comercio exterior.
FORTUNA: El gobierno habla de converger hacia el superávit primario. ¿Es un objetivo que puede alcanzarse en el mediano plazo?
RODRIGUEZ: Eso fue música para los oídos de los acreedores. Básicamente todo el conjunto de anuncios de medidas tiene como objetivo no empeorar la situación fiscal que se heredó, que será un déficit de 0,8% del PBI en términos primarios. Al contrario, creo que este paquete de medidas lo va a mejorar, al menos por los números que estamos manejando los analistas. Este paquete lleva al equilibrio fiscal durante 2020.
FORTUNA: ¿Con esa carpeta se puede ir a Washington a negociar la deuda?
RODRIGUEZ: Me parece que es una muy buena carta de presentación tanto frente a los acreedores como para lo que está buscando el Fondo, que es que el país vaya viendo cómo logra su capacidad de repago. Eso se expresa en la magnitud del superávit que se puede ir consiguiendo. Es una buena plataforma para empezar el diálogo con los acreedores, diciendo que el conjunto de medidas que se tomaron tienen dos lógicas: cuidar la caja fiscal y cuidar la caja en dólares. Preservar los dólares para el pago de la deuda mientras se esté negociando.
FORTUNA: El Gobierno busca una reestructuración rápida de la deuda.
RODRIGUEZ: Se necesita que sea
“El conjunto de medidas que se tomaron tiene dos lógicas claras: cuidar la caja fiscal y cuidar la caja en dólares”.
algo rápido porque podría darse la segunda fase, que es recuperar financiamiento sobre la base de una mayor confianza y recuperar la variable inversión, más allá del consumo. Siempre a la corta o a la larga la variable de consumo, por más que se mueva, necesita que la empiece a acompañar la variable inversión.
FORTUNA: Pensando en el proceso inflacionario, ¿hay riesgos de que los precios comiencen a tomar como referencia el dólar paralelo?
RODRIGUEZ: El salto va a ser inevitable, pero eso no quiere decir que repercuta en inflación. La clave ahí es seguir el mercado oficial y que haya mucha fluidez en el mercado, que se pueda exportar e importar sin restricciones. Por otro lado veo que el paquete de medidas impactará favorablemente sobre la inflación porque tiene anclas muy importantes. Congela las tarifas, está implícitamente dejando el tipo de cambio oficial muy tranquilo, justamente por todos los controles y las restricciones, y el tercero es la desindexación del gasto previsional y social, que es el 60% del gasto total. Y además está dando un mensaje de prudencia fiscal y diciendo que no habrá abuso de la emisión.
FORTUNA: Ahí resultará clave también cómo juega el empresario del otro lado del mostrador.
RODRIGUEZ: Si se van a volcar más de $ 100.000 millones a la calle para el consumo y la respuesta es la suba de precios, ahí también tendrá que jugar su rol una Secretaría
“Siempre a la corta o a la larga la variable de consumo, aunque se mueva, necesita que la empiece a acompañar la inversión”.
“Este paquete impositivo lleva al equilibrio fiscal durante 2020. Van a mejorar los números”.
de Comercio que no sea ni Moreno ni Braun.
FORTUNA: El congelamiento de tarifas es un poco de aire fresco para el sector productivo y la clase media. ¿Cómo le tomarán las empresas productoras de energía?
RODRIGUEZ: Es ir a un esquema de rediscusión. Este interregno de 180 días claramente está diciendo esto. Nos vamos a tener que sentar a negociar. Está también la intervención de los organismos de control como el ENRE. Tenemos 180 días para pensar el esquema tarifario en el sentido de basar la actualización sobre otros parámetros. Hay tramos que se van a desdolarizar. Lo esencial ahí es volver a discutir cómo se fija el precio del gas en boca de pozo.
FORTUNA: A partir del andamiaje creado en torno al dólar, ¿comenzará a bajar la tasa?
RODRIGUEZ: Ahora tenemos un cepo restringido por cantidad y un cepo restringido por precio, con el impuesto del 30%; todo eso da espacio para tratar de ir más rápido con la baja de la tasa de interés, aun en un contexto en el cual se están largando pesos a la economía.