La influencia del llamado a la tribu política
ELECCIONES EN EE.UU.
Por qué toman los políticos las decisiones que toman? Y ¿por qué luego los votantes deciden apoyarlos? Una posible respuesta es que los electores prefieren a políticos cuyos principios comparten, y reeligen a quienes promueven dichos principios durante el desempeño de sus funciones. Otra alternativa es que los electores apoyan a los políticos que defienden sus intereses económicos o de otro tipo. Y que cuando esos representantes ya no lo hacen, dejan de votar por ellos.
Estos modelos sencillos e intuitivos ocupan el centro de la economía política moderna. No obstante, parecen inútiles a la hora de explicar la política de hoy, especialmente cuando se trata de los conservadores en Estados Unidos.
Examinemos las posturas con respecto a los déficits fiscales en dicho país durante los últimos doce años. A fines de 2008, cuando el mundo enfrentaba la que entonces era la peor crisis económica desde la Gran Depresión, los asesores del presidente electo Barack Obama deseaban un estímulo fiscal US$1.800 billones, aunque creían que la cifra era utópica, pese a que su partido controlaba las dos cámaras del Congreso. El gobierno finalmente solicitó un estímulo de US$1.200 billones, y el Congreso aprobó un paquete por un total de US$787 mil millones.
Este estímulo resultó tremendamente impopular entre los conservadores estadounidenses. Sin embargo, en marzo de 2020, con Donald Trump en la Casa Blanca y el COVID-19 en todas partes, el
Congreso aprobó un paquete de rescate de US$2.200 billones, el primero de varios. El Senado votó 96-0 por la medida, con todos los republicanos a su favor.
El estímulo de Trump es mucho más grande que el de Obama y, a diferencia del paquete de 2008, se desembolsará en un año en lugar de dos. En 2009, el déficit presupuestario federal alcanzó un total de US$1.400 billones. Hoy, la Oficina de Presupuestos del Congreso de Estados Unidos proyecta que llegará a US$3.700 billones en 2020, con lo que la deuda pública federal superará el 100% del PIB por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
Pero, en la actualidad no hay ningún conservador que proteste contra el exceso de gasto del gobierno o los elevados déficits, y menos aún que llame a la austeridad. ¿Por qué? Porque el estímulo frente a la pandemia fue un proyecto de ley republicano, promulgado por un presidente republicano.
Esta dinámica no se limita exclusivamente a la política presupuestaria. Los debates en Estados Unidos respecto al llamado mandato individual —la obligación impuesta por el gobierno de que todos deben adquirir un seguro médico— han seguido un patrón semejante en las décadas recientes. La idea de un mandato individual fue propuesta primero por el economista conservador Milton Friedman y adoptada a principios de la década de 1990 por poderosos senadores republicanos, entre ellos el entonces Líder de la Minoría, Bob Dole.
A muchos votantes no les importa que un político diga una cosa y luego haga otra, siempre y cuando sea su político, alguien de su misma tribu.
pero no así durante la crisis de 2008?
El hecho es que hoy día a muchos votantes no les importa que un político diga una cosa y luego haga otra, siempre y cuando sea su político, alguien con quien se identifican como miembro de su misma tribu.
Puesto que es difícil saber qué políticas funcionan y cuáles no, y aún más difícil determinar qué políticos mantendrán sus promesas, la mayor parte de los votantes no espera dar con una respuesta por su propia cuenta. En lugar de ello, depositan su confianza en un líder que es probable que comparta sus valores y tome las decisiones que ellos habrían tomado si hubieran tenido suficiente información.
Entonces, cuando los líderes cambian el rumbo de sus políticas a medio camino, como repetidamente lo han hecho los republicanos, sus seguidores suponen que tuvieron razones de peso para hacerlo.
La política en Estados Unidos, y en otras partes del mundo, se está volviendo cada vez más tribal. Ello explica por qué en 2016 Trump obtuvo solo el 22% de los condados donde se encuentra el supermercado orgánico Whole Foods, mientras que ganó en el 76% de los condados donde se puede comer pan de maíz y pollo frito en un restaurant Cracker Barrel.
El comportamiento tribal del electorado explica muchas de sus decisiones.
Los republicanos en Estados Unidos comprenden bien las claves de la política identitaria. Es posible que ella les vuelva a producir buenos resultados. Si los demócratas no aprenden rápidamente a contrarrestarla, habrá celebraciones en Cracker Barrel este noviembre.
Los republicanos en Estados Unidos comprenden bien las claves de la política identitaria. Es posible que ella les vuelva a producir buenos resultados.