SINTRA
Cabo
de la Roca, un acantilado cubierto de verde, marca el punto más occidental de la península ibérica y la última parada antes de ingresar a Sintra. Declarada Patrimonio de la Humanidad, las extraordinarias chimeneas cónicas del Palacio Nacional dejan entrever el carácter particular de esta ciudad, elegida residencia vacacional de nobles y monarcas portugueses desde el siglo XV. En lo más alto de Sintra, coloridas fachadas anuncian la llegada al Palacio de la Pena, hogar de la familia real y símbolo de una arquitectura portuguesa de estilo romántico. Muy cerca del palacio, la Quinta da Regaleira, construida por un antiguo aristócrata local, está rodeada de frondosos jardines que protegen símbolos asociados a la masonería y el cristianismo.
No
todas las islas son sinónimo de playas paradisíacas. Tal es el caso de Madeira, una región autónoma de dominio portugués, ubicada a poco más de 1.000 km al sudoeste de su territorio. Su origen volcánico compone un paisaje de picos montañosos, calas de piedra y frondosos bosques húmedos. Distinguida en 2019 como uno de los mejores destinos para viajar dentro de Europa, Funchal es una pequeña ciudad de casas blancas, con un casco antiguo de callejones empedrados donde es posible encontrar pequeños locales donde degustar platos y vinos regionales.