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La inversión extranjera, lejos de la Argentina

El país exhibe un triste indicador: es el segundo peor receptor de capitales internacio­nales en el mundo en lo que va del siglo. China, Estados Unidos y Reino Unido, las locomotora­s globales.

- MARCELO ELIZONDO*

El país exhibe un triste indicador: es el segundo peor receptor de capitales internacio­nales en el mundo en lo que va del siglo. China, Estados Unidos y Reino Unido, las locomotora­s del mundo.

COMERCIO EXTERIOR

La recepción de inversión extranjera directa es una muestra de globalidad y participac­ión en la economía internacio­nal por parte de los países. La consolidac­ión (aunque ahora están cambiando de matriz y eso afecta sus números) de las cadenas de producción trasfronte­rizas hace más relevante esa recepción.

La IED es fuente de adelantos tecnológic­os, alienta la tasa de inversión bruta en los países donde ocurre, mueve a participar en cadenas internacio­nales de valor, alimenta el comercio internacio­nal y mejora la competitiv­idad de los países.

En 2019 el flujo de IED en todo el mundo (según UNCTAD) fue algo mayor que el que había tenido el planeta en 2018 aunque fue aun así algo más bajo que en los años anteriores. Pero, si bien el flujo anual ya no crece —en el planeta todo— como antes (se desaceleró hace algunos pocas años y últimament­e hasta ha tendido descensos en algunas comparacio­nes interanual­es), debe considerar­se que lo relevante en esta materia es el stock de IED (acumulado y operando en un país).

Ese stock marca que se ha acumu

lado un acervo de inversión extranjera en el planeta (cuyo flujo ya no podrá crecer año a año por razones lógicas) ahora muy relevante (equivale en una cifra récord aun con la desacelera­ción de los últimos años al 40% del producto mundial).

El stock de inversión extranjera hundida en todo el mundo (empresas que han invertido fuera de sus países) fue en 2019 de 36.470.162 millones de dólares (o sea 36,4 billones de dólares). La informació­n la proveen UN y UNCTAD, y se basa en fuentes de cada país.

Según comparacio­nes propias hechas para este trabajo, esta cifra es 82,9% mayor que el stock que había en el mundo en el inicio de la década que está cerrándose: 19.922.422 millones de dólares (19,9 billones de dólares). Y es casi 400% mayor que la de inicios del siglo (año 2000) cuando alcanzaba a 7.377.272 millones de dólares (7,3 billones de dólares).

La fuente citada (UNCTAD) es la que provee de las cifras iniciales (base) sobre las cuales se han hecho cálculos propios en este trabajo (además de algunas fuentes de cada origen que los alimentan) y ellas muestran alzas en todos los continente­s.

En Europa, el stock hundido de inversión directa de origen extranjero es (en 2019) de 12.595.845 millones de dólares (12,5 billones de dólares), exhibiendo el viejo continente un alza en ese stock de 59,4% en la década. Esto ocurre midiendo desde 2010, cuando Europa computaba un stock de 7.865.660 millones de dólares (7,8 billones de dólares). Si se compara ese stock con el existente en el inicio del siglo (año 2000) el alza es de casi 415%, dado que el stock referido era en 2000 de 2.454.519 millones de dólares.

En particular, el mayor receptor de IED (según UNCTAD) en Europa es el Reino Unido que tiene en 2019 un stock de 2.075.271 millones de dólares (2,07 billones) seguido (en el continente) de los Países Bajos que en 2019 exhiben 1.749.779 millones de dólares (1,7 billones), después del cual aparece en relevancia —por el stock de IED hundida— Irlanda, que muestra 1.120.301 millones de dólares (1,1 billones), y Alemania, con 953.306 millones de dólares acumulados.

En Norteaméri­ca, el stock de IED fue en 2019 de 10.502.927 millones de dólares (10,5 billones), lo que supone una cifra 138% más alta que en el inicio de la década que se cierra porque en 2010 el acervo de IED hundida en el subcontine­nte era de 4.406.182 millones de dólares (4,4 billones). En el inicio del siglo era de 3.108.255 millones de dólares (3,1 billones), por lo que en el presente el monto es 238,7% mayor que a inicios de la centuria. En este subcontine­nte el que más IED acumula es Estados Unidos con 9.465.835 millones de dólares (9,4 billones).

En Sudamérica, la participac­ión argentina en la IED fue en 2000 de 36,7%; en 2010 bajó a 7,88%, y en 2019 fue de solo 4,9%.

En cuanto a Australia, en 2019 se acumuló ya un stock de 714.249 millones de dólares, cifra 35% mayor que la acumulada a inicios de la década (2010) cuando sumaba 527.798 millones. En 2019, además, alcanzó un stock de IED que es 490% mayor que en inicios del siglo, en el año 2000, cuando fue de 121.686 millones de dólares.

El continente africano exhibió en 2019 la cifra de 953.906 millones de dólares de stock de IED. Esa cifra era 57% mayor que la exhibida a inicios de la década que termina (en 2010) cuando alcanzaba 606.657 millones de dólares, y 523% mayor que en el inicio del presente siglo, en el año 2000, cuando alcanzaba 153.062 millones de dólares.

El continente asiático debería ser analizado por separado. Asia del Este y el Sudeste exhibieron en 2019 la cifra de 6.726.704 millones de dólares de stock de IED (6,7 billones). Esto supone un alza de 123% en relación con la suma que se mostraba en 2010, que era de 3.021.228 millones de dólares (3 billones).

Mientras, Asia del Sur mostró en 2019 la cifra de 559.942 millones de dólares, monto 108% mayor que el de inicios de la década (2010), que era de 268.995 millones. Y 1.763% mayor que en el inicio del siglo, en el año 2000, cuando llegaba solo a 30.743 millones de dólares.

Luego, Asia Occidental exhibió un stock de 782.306 millones de dólares, que suponía un monto 32% mayor que el de inicios de la década, en 2010, cuando alcanzaba 592.391 millones de dólares; una cifra (2019) a la vez que era 2.505% mayor que la de inicios del siglo (año 2000), cuando sumaba 30.743 millones de dólares.

En Asia el mayor receptor es China, con un stock de 1.769.486 millones (1,7 billones) de dólares en 2019. A ello deben sumarse los 1.867.936 (1,8 billones) millones que tiene hundidos Hong Kong. Luego en relevancia se destacan Singapur, con 1.697.556 millones (1,6 billones) y la India con 426.928 millones de dólares de stock en 2019. Mientras, en Corea del Sur hay 238.553 millones de dólares y en Indonesia 232.614 millones de dólares. En Japón se cuentan 222.527 millones de dólares en 2019.

En América latina y el Caribe, el stock de IED hundida en 2019 alcanzó la cifra de 2.262.930 millones de dólares (2,26 billones). Este monto fue 42% mayor que el de inicios de la década que finaliza, en el año 2010, cuando sumaba 1.585.995 millones de dólares. Y 569% mayor que la mostrada a inicios del siglo, en el año 2000, cuando alcanzaba el stock de 338.774 millones de dólares.

El país que mostró mayor stock de IED hundida en el registro anual más reciente fue Brasil, con 640.731 millones de dólares, seguido de México, con 628.460 millones. Después de ellos, que son los dos mayores, Chile, con 267.820 millones de dólares de stock; Colombia, con 205.890 millones de dólares, y Perú, con 115.330 millones de dólares. Después de ellos, Argentina, que mostró 67.170 millones de dólares de stock en 2019.

En el último decenio (2010/2019) el stock de inversión extranjera directa en el mundo creció desde 19.922.422 millones (año 2010) a 36.470.162 millones (2019). Es decir, creció desde 19,9 billones de dólares hasta 36,4 billones de dólares. Esto supone un alza de 83% (puntualmen­te, 82,9%). El dato es de elaboració­n propia sobre informació­n disponible en UN y UNCTAD.

En la Unión Europea, el crecimient­o fue en ese periodo desde 7.028.467 millones de dólares (7 billones de dólares) en 2010 hasta 11.068.983 millones (11 billones) el reciente 2019. Esto implica un alza de 57,5%. En la UE la más grande alza en ese periodo se vio en Irlanda, que creció desde 285 millones de dólares hasta 1.120.301 millones (1,1 billones), lo que supone un crecimient­o de 293%. Además fue muy alto el crecimient­o en los Países Bajos, que pasaron de un stock de 588.077 millones en 2010 a 1.749.779 millones (1,7 billones de dólares) en el reciente 2019, lo que supone un crecimient­o de 197% en el decenio 2010/2019.

En Estados Unidos, el alza fue desde 3.422.293 millones (3,4 billones) de dólares en 2010 hasta 9.465.835 millones (9,4 billones) de dólares en 2019, lo que supone un crecimient­o de 176%.

En Asia, el crecimient­o del stock de IED fue 3.882.614 millones de dólares en 2010 hasta 8.065.952 millones en 2019. Un crecimient­o de 107,7%. Hong Kong creció de 1.067.520 millones de dólares en 2010 a 1.867.936 millones de dólares en 2019: un alza de 75%. En este continente se destaca el crecimient­o porcentual de Corea del Sur, que sumó desde 135.500 millones de dólares en 2010 hasta 238.553 millones en 2019, en la última medición. Esto es un alza de 76% en la serie medida.

El stock de IED en Singapur creció entre 2010 y 2019 desde 633.354 millones de dólares hasta 1.697.556 millones de dólares: 168% más. Y es significat­ivo cuantitati­vamente el crecimient­o del stock de IED en

El stock de inversión en todo el mundo fue en 2019 de 36.470.162 millones de dólares (o sea 36,4 billones de dólares).

China que llego en 2019 a 1.769.486 millones de dólares desde la cifra que mostraba en 2010, que era 586.882 millones de dólares. Se trata de un crecimient­o de 201%.

En África, el crecimient­o del stock de IED entre 2010 y 2019 fue desde 603.657 millones de dólares hasta 953.996 millones de dólares: un crecimient­o de 58%. En África los más relevantes (no solo por porcentaje sino por montos) saltos se vieron en Nigeria y en Egipto. En el primero, el stock de elevó de 50.973 hasta 98.618 millones en último registro (alza de 93,5%). Y en Egipto se destaca que el stock de IED pasó —entre 2010 hasta 2019— de 73.095 millones de dólares a 126.639 millones de dólares (66% de crecimient­o).

En Latinoamér­ica, el stock de IED creció entre 2010 y 2019 desde 1.585.995 millones (1,5 billones) hasta 2.262.920 millones (2,2 billones) en 2020. Un alza de 42% entre 2010 y 2019.

Un caso de crecimient­o destacado en la región es Colombia, que pasó de un stock de 82.991 millones de dólares de 2010 hasta 205.890 millones de dólares en la última medición (2019); 148%. En términos porcentual­es (aunque en términos absolutos se trata de un monto menor) también creció mucho Paraguay, desde un stock de 3.524 millones de dólares en 2010 hasta uno de 7.214 millones en 2019, un alza de 104%.

Y en términos de monto se destaca el alza de México, que pasó de un stock de 389.571 millones en 2010 a 628.860 millones de dólares en 2019: suba de 61,5% (pero de más de 250.000 millones de dólares en términos absolutos, el mayor en la región en este sentido).

En el mundo ha crecido el stock de IED recibida. Y todas las regiones también lo han hecho. Es parte del proceso de globalizac­ión productiva: no solo 40.000.000 35.000.000 30.000.000 25.000.000 20.000.000 15.000.000 10.000.000 5.000.000

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Mundo

Europa

Norteameri­ca Latinoamer­ica y Caribe avanzó el comercio internacio­nal sino que las empresas invirtiero­n fuera de sus países.

Sin embargo, algunos casos excepciona­les en el mundo muestran en 2019 un stock de inversión extranjera menor que el que tenían en 2010 (desinversi­ón). Por ejemplo, en Europa la IED creció en general pero se ha visto un desplazami­ento de destinos dentro del continente en varios casos, y el monto total creció pero dentro de esa alza algunos países recibieron (como antes se mencionó) mucha IED (Irlanda y Holanda especialme­nte) y otros vieron salir de sus economías algunas inversione­s.

Como se ha visto, Argentina es una de las excepcione­s a la tendencia mundial y muestra una de caída en el stock de IED en 2019 comparado con el de 2010. En un contexto de alzas en todo el mundo hay caídas en la región del stock de IED en Argentina (-16.421 millones de dólares, una caída de 19,2%) y en Venezuela (-11.490 millones, un descenso de 33,2%). El caso argentino es particular­mente destacado porque se trata de uno de los cuatro mayores descensos de stock de IED en el mundo en la década.

En el mundo, el stock creció 394% desde que se inició el siglo (2000/2019). Asia fue el continente de más crecimient­o porcentual en stock de IED pero también hay (analizando la evolución porcentual más allá de montos en términos absolutos) una relevante performanc­e de América latina, que es el segundo caso de región o continente de mayor alza porcentual en el planeta.

Resulta llamativo que Argentina

Asia

Africa

Oceanía y Australia aparece entre esos diez casos que muestran un stock de IED acumulada en 2019 poco diferente de la que tenía en 2000. Esto es: Argentina muestra una evolución casi nula en el stock entre 2000 y 2019 pese a la dinámica mundial (en verdad en el ciclo total tuvo alzas y bajas que la llevan a la cifra de 2019). Esto la convierte en una de las de peor performanc­e planetaria.

Además, Argentina es el de mayor stock nominal de IED en esa lista, por lo que es el país de más relevancia ente los que han visto pobres performanc­es. Más aun, más allá de los montos en términos absolutos es significat­ivo lo que a continuaci­ón se muestra: de los diez casos de peor performanc­e en términos de evolución porcentual entre 2000 y 2019, el caso de Argentina luce aún peor ya que es el segundo país en todo el mundo de los medidos (202 países).

El stock de IED en Argentina en el año 2000 representa­ba 0.91% del total mundial. En 2010 el stock de Argentina representa­ba 0.43% del total mundial. Y en 2019 representa 0.19% el total mundial. Mientras, en 2000 el stock de IED en Argentina representa­ba 19.9% del total en Latinoamér­ica y el Caribe en 2000. Fue ya de 5.39% del total de Latinoamér­ica y el Caribe y 2010, y es en 2019 de 3.05% del total de Latinoamér­ica y el Caribe. En particular en Sudamérica esa participac­ión fue en el año 2000 de 36.7%, en 2010 bajó a 7,88% y en 2019 fue de solo 4.9% del total regional.

Nuestro país es una de las excepcione­s a la tendencia mundial ya que muestra una caída en 2019 con relación a lo que tenía en 2010.

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