EL TURISMO COMO OPORTUNIDAD
El turismo está llamado a ser un vector fundamental para la salida de la crisis económica inédita que está atravesando nuestro país en general y la ciudad de Buenos Aires en particular. En el caso de Buenos Aires, es una oportunidad, además, para repensar el uso del espacio público en el período post pandemia.
Hace unas semanas, el Congreso nacional sancionó una ley que le da marco al potencial del turismo en la etapa que viene. A través de un ambicioso plan de reactivación productiva del turismo interno, la mencionada ley está destinada a reactivar uno de los sectores más afectados por el brote sin precedentes de Covid-19. En particular, se destaca el Plan de Incentivos a la Preventa de servicios turísticos que consiste en el otorgamiento de un crédito fiscal por parte del Estado del 50% de lo gastado en servicios turísticos dentro del país.
Indudablemente, estas medidas apuntan directamente a incentivar la demanda de una actividad económica que, además de sufrir muchos meses de facturación cero, deberá adaptarse para volver a funcionar en el futuro inmediato. Sin dudas, nuestra Ciudad se verá beneficiada por la ley nacional en tanto el turismo es uno de los motores económicos del distrito. Además, el programa de preventa permite la utilización de los créditos para el consumo gastronómico, otro sector que nuestro bloque propuso ayudar tempranamente y que finalmente fue beneficiado con una exención por seis meses de Ingresos Brutos aprobada por una amplia mayoría en la Legislatura Porteña.
Ahora bien, la pandemia puso en crisis los modelos de alta densidad en todas las grandes urbes, no siendo la Ciudad de Buenos Aires una excepción. Para poder aprovechar completamente las externalidades positivas de la Ley 27.563, todos los actores políticos del distrito tenemos la enorme responsabilidad de repensar el uso del espacio público apuntando a incrementar los espacios de recreación y caminabilidad al aire libre, tanto para residentes como para los turistas que visiten la Ciudad. El contexto también nos obliga a ser creativos respecto al diseño de circuitos turísticos descentralizados que permitan el desarrollo de actividades comerciales de distinta índole evitando la aglomeración y potenciando el esparcimiento ecológicamente sustentable. Ampliar la red de ciclovías, aumentar la capacidad del sistema Ecobici y mejorar la infraestructura ribereña de la mano de las Reservas Naturales ubicadas en las Costaneras Norte y Sur, así como la puesta en valor de la cuenca Matanza-Riachuelo, son todas medidas que redundarán en una mejor oferta para el turista y que, además, generarán infraestructura para el disfrute de los y las porteñas..