Fortuna

EL DóLAR BLUE, UN PROBLEMA

- *DIRECTOR DE LA CONSULTORA SALVADOR DI STéFANO Y ASOCIADOS

Si el dólar blue es o no un punto de referencia a la hora de fijar precios, es tema actual de debate. La Fundación Libertad y Progreso abordó el asunto que, claramente, se ha transforma­do en un problema para el Gobierno.

El director Ejecutivo, Aldo Abram, resaltó que “los valores actuales de los dólares paralelos están reflejando el enorme riesgo de quedarse en una moneda que va rumbo a depreciars­e fuertement­e en un contexto de crisis. O sea, no hay nada incoherent­e en las cotizacion­es de los mercados argentinos. El problema es que descuentan que el actual gobierno seguirá con el actual rumbo económico. Por eso el valor de nuestra moneda y de los activos argentinos señalan una buena probabilid­ad de una crisis en el corto o mediano plazo”.

Y agregó: “Sería una muy mala noticia que el ministro Guzmán y el actual

parte del organismo, así que lo único que se puede hacer es patear el pago hacia adelante.

FORTUNA: ¿Impondrá el Fondo un plan económico, a la vieja usanza?

LEYBA: El Fondo difícilmen­te esté en condicione­s desde el punto de vista teórico de ofrecer programáti­camente una solución que pueda llevar a que luego cobre su deuda. Puede prolongar el plazo, pero no gestar un programa económico. La maraña de una enorme cantidad de gente opina distinto y que podría perder mucha plata si estuvieran errados, sería necio no evaluar qué posibilida­d hay de que tengan razón. Eso permitiría buscar las soluciones adecuadas”.

los problemas económicos argentinos no pasan por los artículos de los colegas que se la pasan repitiendo “hay que, hay que”. El problema fiscal no es algo simple. Requiere de un programa de otras caracterís­ticas. Reitero, necesita antes que nada una solución política. Tener un gobierno creíble y con poder de decisión.

FORTUNA: Así que la negociació­n, como están las cosas, no soluciona nada.

LEYBA: Esta negociació­n significa patear algo que ellos están encantados de que van a cobrar dentro de un tiempo. Sin voluntad política no hay manera de solucionar esto. Necesitamo­s un acuerdo amplio, crecer un poco e ir bajando el gasto. No hay soluciones unilateral­es. Tenemos graves problemas sociales. El desorden que ha generado la pobreza es enorme, la insegurida­d, el delito. La debilidad del Estado salta a la vista al permitir que se hagan reivindica­ciones sin razón alguna. Todo eso deriva en debilidad política.

FORTUNA: ¿Hay algo así como cierta resignació­n por parte del FMI? ¿De allí este discurso amistoso de respaldo hacia el Gobierno?

LEYBA: El paradigma doctrinal del FMI es repetir una monserga que no existe. En ningún país del mundo la política económica, que es lo que hace el Estado, pasa por los cánones del Fondo. Antes del Covid la mayoría de los países tenía déficit fiscal. Esto antes de la pandemia. Claro que nadie puede avalar la insensatez de la Argentina, que duplicó el gasto en los últimos años. No hay ejemplo en el mundo de algo semejante. Esa prédica del FMI no tiene valor científico, es propaganda, como leer el Reader Digest. Una tontería. Pero acá no pasamos del “hay que”. Cómo hacemos, esa es la pregunta. En política económica nada se puede hacer sin consecuenc­ias. Los economista­s cuestionan algunas cosas que son obvias. Por supuesto que hay una gran emisión monetaria, es una locura. Pero, ¿cómo se pagan los subsidios como el IFE y el ATP?

FORTUNA: ¿Cómo ve al ministro

de Economía, Martín Guzmán?

LEYBA: Es igual que todos. Hay una negación de la inviabilid­ad en ciertas afirmacion­es. Es imposible levantarse todas las mañanas, ser ministro y no tener la ilusión de que las cosas van mejor. Yo lo llamo el síndrome del quinto piso, que es donde está el despacho del ministro de Economía. Todos los que pasamos por ahí pensamos que se da lo que proyectamo­s.

A esta altura del partido es imposible proyectar la letra chica del acuerdo, que básicament­e quedará redondeado en apuntalar el crecimient­o económico dentro de un plazo de tiempo dado, para entonces empezar a honrar las deudas. Pero, claro está, algunas cosas, tal vez no del todo agradables, habrá que ejecutar.

Los expertos coinciden en que la política monetaria, las medidas en torno al dólar y la administra­ción de las reservas del Banco Central serán el núcleo duro del asunto. Por lo pronto, casi todos descuentan que habrá un salto devaluator­io para acotar esta brecha que ya supera el 130%.

El ex director del Fondo para el Hemisferio Occidental, el argentino Claudio Loser, un hombre que ha recorrido los pasillos de la entidad, advirtió que el FMI le exigirá al Gobierno llevar el precio del dólar oficial a $ 136, tras lo cual aceptaría un desdoblami­ento cambiario y podría aportar u$s 3.000 millones para hacerle frente a una corrida cambiaria.

Durante una conferenci­a virtual organizada por la firma Megainver, Loser despejó algunas ideas trasnochad­as. “La Argentina es el principal acreedor del FMI, pero el Fondo puede vivir inclusive si la Argentina fuera al default porque la capacidad de financiaci­ón del FMI es 1 billón de dólares, o sea que le debe el 4% de lo que puede prestar –aclaró-. La situación es más difícil para la Argentina que para el FMI, porque si el país dice que no le paga, el castigo es que el país quedará afuera del mundo financiero oficial: no hay Club de París, Banco Mundial, BID y no sé qué haría la CAF”.

Queda claro que acá no existe la posibilida­d de patear el tablero, y que esa no es por el momento la voluntad del Gobierno. Queda también, como un recurso más, echar mano al swap firmado con China. Pero como todo tiene que ver con todo, para que el acuerdo se dispare debe tener primero el visto bueno del FMI.

Según explicó Claudio Graziano en uno de sus papers, “China se escuda en la cláusula que expresa la taxativa necesidad del visto bueno del FMI para convertir parte del swap. Esa cláusula no existía, hasta que al renovarse el swap en 2019 esta se introdujo a pedido de Pekín. Pero ese es el único obstáculo, que no es pequeño, porque requiere un acuerdo con el FMI y eso a su vez implica el apoyo de Estados Unidos”.

Podríamos decir que el dólar está primero en la lista, pero cuidado: las propiedade­s y los bienes durables son una buena opción. Acciones y bonos regalados. La estrella del año 2021 será el plazo fijo ajustado por inflación. Hay activos a precios de ganga.

—¿Cómo ves las próximas semanas?

—El gobierno debe trabajar en tratar de que las reservas comiencen a crecer. Lo puede hacer vía un crédito externo de organismos internacio­nales o el FMI; todavía no está maduro para colocar deuda con bonos que rinden el 16% anual.

—¿Por qué le prestarían los organismos financiero­s internacio­nales?

—Argentina reestructu­ró la deuda pública, con lo cual no tiene por delante un fuerte vencimient­o de intereses. Es imposible que vuelva a caer en cesación pagos. Si maneja apropiadam­ente la liquidez que inyectó en la pandemia y absorbe los pesos excedentes, tiene amplias posibilida­des de

—¿Enero 2021?

—Ahí te quiero ver: es un mes más líquido, la demanda de dinero se desploma y es probable que tengamos una mayor demanda de moneda extranjera, con lo cual la brecha puede pegar un nuevo salto. Para que esto no ocurra, el gobierno debería cerrar un acuerdo con el FMI en breve y hacer que las reservas crezcan de u$s 40.000 millones a un nivel cercano a los u$s 45.000 millones. Con mayores reservas y un trabajo meticuloso, podemos llegar a la orilla.

—¿Cuál es la orilla?

—En el mes de marzo comienzan a ingresar los dólares del maíz y en mayo los de la soja; necesitamo­s un crédito puente para llegar al mes de marzo.

—¿En qué invierto?

—De largo plazo, en bonos del Estado, que son como una acción: pagas u$s 40 por algo que nominalmen­te vale u$s 100 y no tiene grandes pagos de intereses en los próximos 3 años; en algún momento el gobierno de Alberto tendría que estabiliza­rse.

—¿Acciones?

—En enero de 2018 el Índice Merval valía u$s 1.800, hoy vale u$s 300, igual que en el año 1991; esto implica que si compras en el largo plazo, ganas seguro. El problema es que en el largo plazo estamos todos muertos. Las acciones están a precios de regalo; te diría que son unas gangas, pero hay que saber esperar.

—¿Pesos?

—Para el año 2021 el plazo fijo ajustado por inflación, denominado popularmen­te UVA, será la estrella de la inversión en pesos; vemos una inflación del 60% para los próximos 12 meses. Es una buena inversión, plazo mínimo 90 días, no apto para ansiosos.

—¿Propiedade­s y bienes durables?

—Lo seguimos recomendan­do, lo que sucede es que últimament­e las propiedade­s empalidece­n ante los rendimient­os en Uruguay y Paraguay. Los bienes durables muchas veces escasean, pero si los conseguis son una muy buena inversión. Para los que les sobra, una lancha, yate, auto nacional o importado es una buena opción; a veces hay que darse un gusto. La brecha entre el dólar bolsa o blue y el oficial es muy alta, y esto hace que el precio de estos bienes sea una bicoca..

El gobierno tiene que realizar un trabajo quirúrgico para que el dólar no se desmadre; por ende, todo puede fallar. Me haría un colchón de dólares que me deje dormir tranquilo.

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gobierno no interprete­n el mensaje que les está dando el mercado. Entiendo que intenten explicarle a quienes operan en ellos que consideran que están equivocado­s. Sin embargo, cuando hay
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DESAFíO. Guzmán y Fernández apuntan a bajar el precio de los dólares que no son el oficial para cerrar la brecha.
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NEGOCIACIó­N. Para el economista Carlos Leyba, lo que se va a negociar con el FMI no es el monto, sino cómo trasladar esa deuda en el tiempo.

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