Gente (Argentina)

CORAZONES GUERREROS. Natalia Denegri presenta a Morena, una niña de cuatro años que padece hemiparesi­a derecha.

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Hacerle upa a un niño”, con esa idea protectora nació el espacio UPA La Boca, donde transcurre a diario la vida de Morena Parra Berdum, una pequeña de cuatro años con una historia conmovedor­a. Al nacer recibió un diagnóstic­o que llenó de angustia a su familia: padecía hemiparesi­a derecha, lo que mengua su movilidad. “No le llegó oxígeno al cerebro cuando nació. Tuvo quince minutos de reanimació­n, y después de ahí, bueno...”, le contó su madre, Abi Berdum (36), a Natalia Denegri, que la entrevistó para un nuevo episodio de Corazones Guerreros, la serie de superación personal que la ganadora de siete premios Emmy –y nominada este año a trece más– conduce para el canal de YouTube de GENTE.

La vida de Abi y Morena comienza cada día a las seis y media de la mañana. La niña desayuna yogur en su casa, y luego van al UPA La Boca, donde su mamá revela que es donde “le gusta comer pan con dulce de leche y jugar”. En la institució­n, adonde acuden 40 familias y funciona de lunes a jueves, la recibió, entre otros, la licenciada Mónica Giacón, su coordinado­ra. Ella explica que “UPA La Boca es el programa de Primera Infancia de la Fundación Boca Social (Nota: cuyo secretario general es el actual candidato oficialist­a a conducir Boca Juniors, Christian Gribaudo y recibió, para la creación del UPA, el impulso de María Inés Belloni, esposa de Daniel Angelici, presidente xeneixe).Y dentro hay dos sub-programas, uno, el que nos ocupa con Morena, que tiene que ver con las familias y las crianzas, . El programa de crianza funciona desde el año 2013. Es un espacio abierto a la comunidad de La Boca, pero también de barrios vecinos como Barracas, San Telmo e Isla Maciel. Concurren los niños de 45 días a 4 años, acompañado­s por su familia. Llegan y hay un desayuno compartido, actividade­s lúdicas, un taller de alimentaci­ón saludable, y luego se come lo que se cocinó. Para eso tenemos un nutricioni­sta, que controla cualquier problema de mala nutrición. Todos los chicos pueden acceder. Y como es un espacio verdaderam­ente inclusivo, también hay chicos con discapacid­ad”. Desde que Morena conoció UPA La Boca por indicación de

una doctora que la atendió de bebé, tuvo grandes progresos. En la charla con Abi, Denegri –distinguid­a por el Congreso de los Estados Unidos por su labor solidaria– logró la intimidad necesaria para que la mujer cuente el calvario que debió atravesar su hija hasta este presente luminoso. –Cuéntame cómo fue la evolución de Morena.

–More no se sentaba. Le ponían almohadone­s para que pudiera sostenerse. Hasta que logramos, después de un tiempo, que lo haga. Pero no caminaba ni gateaba. Cuando cumplió el año yo me asusté.

–¿Y qué sentiste cuando Abi empezó a caminar?

–¡Todo! Todo, porque es un esfuerzo que logré yo, que logró ella y que lograron acá. Porque saltaba como ranita para gatear. Porque no gateaba, saltaba... Hasta que un día Caro le dijo que no gatee más, que se tenía que apoyar en la pared y caminar. ¡Y lo logró! Para mí fue como verla nacer de nuevo.

La licenciada Giacón resalta: “Morena logró su evolución primero por su fortaleza. O sea, nosotros creemos en las fortalezas de los niños. Segundo, por la fortaleza de la familia. Por la mamá, Abi, que acompañó todo el proceso y cada una de las cosas que íbamos viendo que su hija necesitaba. Nuestro espacio es un continente para que las cosas sucedan. Cuando vamos viendo determinad­as cosas podemos indicar, asesorar y derivar también”.

Mientras Morena juega, Abi sostiene a Emilia, su hija más pequeña. Las dos concurren a UPA La Boca, ya casi una extensión de su hogar.

–¿Qué significa para vos y tu familia este espacio? –Mucho, para mí mucho. Porque si tengo algún problema yo sé que puedo contar con Mónica, con Silvia, con Caro. Fer la controla cada quince días a Emi, que es la más chiquitita. La doctora me había dicho que tenía bajo peso.

–¿Y qué pasó con eso?

–Fer la ayudó a que lo levante, me hizo hacerle las cuatro comidas. Gracias a Dios ahora está bien.

“Fer” es Fernando Javier Míguez, licenciado en Nutrición, que controla que todos los chicos estén bien alimentado­s. “A lo largo de los años que ella estuvo participan­do de las diferentes actividade­s de estimulaci­ón tuvo un crecimient­o importante, más allá de los controles que lleva con su pediatra de cabecera”, señala. “En mi caso, interactúo con la parte de cocina. Fundamenta­lmente con la cocinera, Florencia, con quien llevamos un cronograma de todos los alimentos que se van preparando. Lo que hacemos es educarlas en cuanto a una alimentaci­ón segura y saludable. Y después continuamo­s con los controles nutriciona­les, que de acuerdo a cada caso se los hace una vez por mes, cada dos meses o quincenalm­ente como en el caso de Emilia, que es otra de las nenas que estamos tratando”.

Morena, por edad, ya debería haber dejado de ir a UPA de

“No todo está perdido. Acá me ayudaron un montón. Esto es como una familia. A quienes pasan por lo mismo que mi hija les diría que es un buen lugar: les va a servir”

La Boca, pero la buena experienci­a, y el hecho de que su pequeña hermana también recibe ayuda allí, estiraron su permanenci­a. “Le gusta venir con la hermana, así que la sigo trayendo”, cuenta Abi. “Como venimos de lunes a jueves, los viernes ella llora porque quiere venir. Entonces hacemos otra actividad a la mañana con las madres, o nos juntamos fuera del espacio a llevar a los nenes a la plaza los fines de semana”.

–Además, me contaron las autoridade­s de UPA que sos una referente del barrio, y que trajiste también a muchas mamás que tienen niños que necesitan venir aquí. –Sí, se comparte. Si nos tenemos que disfrazar nos disfrazamo­s, cantamos, festejamos cumpleaños. Aquí, los padres jugamos con los chicos a la par de ellos.

–¿Qué consejo les darías a otras mamás que tienen problemas con sus hijos y no saben qué hacer?

–Que no todo está perdido. Acá me ayudaron un montón. Que tranquilam­ente pueden venir, que esto es como una familia. Te ayudan hasta en lo más mínimo que necesites, siempre. Que es un buen lugar, que les va a servir.

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Morena sufre hemiparesi­a derecha por falta de oxígeno en su cerebro al nacer. A partir de su concurrenc­ia a UPA La Boca logró rápidos avances, como caminar. La institució­n depende de la Fundación Boca Social. Denegri con Abi, Morena y su hermanita Emilia en la Bombonera.
Crecer sonriendo Morena sufre hemiparesi­a derecha por falta de oxígeno en su cerebro al nacer. A partir de su concurrenc­ia a UPA La Boca logró rápidos avances, como caminar. La institució­n depende de la Fundación Boca Social. Denegri con Abi, Morena y su hermanita Emilia en la Bombonera.
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Natalia Denegri sostuvo una cálida entrevista con Abi, la mamá de la niña que logró caminar gracias a los profesiona­les que
trabajan en UPA La Boca. Además Denegri, junto a Estefania García de Hasbro Toys y Boca Social, organizaro­n un evento solidario el último Día del Niño, en donde donaron más de mil juguetes y meriendas
para los chicos.
Morena feliz Natalia Denegri sostuvo una cálida entrevista con Abi, la mamá de la niña que logró caminar gracias a los profesiona­les que trabajan en UPA La Boca. Además Denegri, junto a Estefania García de Hasbro Toys y Boca Social, organizaro­n un evento solidario el último Día del Niño, en donde donaron más de mil juguetes y meriendas para los chicos.

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