Los argentinos frente al coronavirus
La consultora trespuntozero realizó un estudio analizando el humor social ante la cuarentena. Aparte de medir las variaciones en la imagen de los políticos, la encuesta –realizada en todo el país– dio cuenta de cómo la sociedad percibe la cuarentena. El
53 por ciento de los argentinos temen contagiarse el Covid-19, pero el miedo tuvo su pico en torno al 26 de marzo, cuando se decretó la primera extensión del aislamiento. El 67,6 por ciento de los encuestados considera que éste es acatado. Respecto al cumplimiento, surgen diversas variables: llama la atención el alto cumplimiento y también –en el otro extremo– el uno por ciento que sale igual, aun sin estar excluido por su trabajo. En cuanto al futuro, la mayoría cree que es momento de permitir la vuelta de más actividades productivas. Un 21,2 por ciento cree que la circulación debe seguir restringida y un número similar propone salir ya del confinamiento.
De la noche a la mañana tuvimos que trasladar lo que hacíamos en la escuela a otros espacios, en su mayoría virtuales. No estábamos listos, pero empezó un camino nuevo. Maestros y maestras de todo el país sostuvieron el vínculo con sus alumnos de una manera distinta. Los docentes fueron desafiados por la pandemia e hicieron todo lo que estaba a su alcance para alimentar el aprendizaje.
Pero así como fue un tiempo de gran intensidad, también lo fue de reflexión y aprendizaje. Muchos se hicieron preguntas que tal vez antes no se hacían. ¿Cómo hacemos para que los estudiantes no pierdan el interés por aprender? ¿Cómo utilizamos nuestro contexto para provocar el interés de chicos y chicas? ¿Qué vale la pena enseñar hoy? ¿Cómo enseñarlo? ¿Para qué enseñarlo?
Aún hay mucho por hacer, pero el punto de partida está en la confianza. Como sociedad, tenemos una oportunidad para reforzar la confianza en los maestros. Parece un gran momento para establecer alianzas entre maestros, padres, madres y alumnos, apostando al reconocimiento de la tarea docente y fortaleciendo la confianza hacia ellos. En gran medida, así venimos trabajando y tenemos que sostenerlo.
Por otro lado, en estos tiempos pudimos encontrarnos con nuevos métodos y herramientas. Pudimos ver que las plataformas digitales pueden ser nuestras aliadas y que podemos enriquecer lo que enseñamos con otros recursos. Eso no significa que se acabó la escuela presencial. En días pasados, el ministro de Educación uruguayo recordaba que cuando aparecieron las computadoras se auguró el fin de los libros, y cuando apareció el cine, se anunció el fin de los teatros. Sin embargo, eso no sucedió. Hoy tenemos libros, computadoras, cines y teatros. Y es una maravilla poder tener más opciones, nuevas herramientas.
Esta pandemia también puso a la luz que el maestro jamás podrá ser reemplazado. Tiempo atrás existió el debate de si los robots iban a reemplazar a los maestros. Este tiempo deja claro que no sucederá. Justamente, con todas esas herramientas, la humanidad del maestro se ha vuelto central. Los maestros son la guía para aprender a manejar esas herramientas, entender cuáles son sus alcances y ponerlas al servicio de los demás.
Esta situación nos ha vuelto a señalar que tenemos que empezar a pensar en otra escuela, con los docentes y los chicos como centro, apostando a la confianza en el otro. Tenemos una oportunidad de cambiar la escuela que conocemos. Ya estamos debatiendo sobre el regreso a clases, pero en esa conversación no podemos omitir la voz de los maestros: tenemos que escucharlos más que nunca. Esto puede ser una de las grandes oportunidades de la pandemia.
Si un niño tiene el potencial de ser un gran científico, un médico, un gobernante, un buen padre, sólo llegará a serlo por la educación, por sus maestros y maestras. Si tenemos educación tendremos buenos médicos, buenos líderes, ciudadanos solidarios y responsables.
Este tiempo nos regaló la posibilidad de revalorizar la educación como solución a muchos de los problemas que hoy estamos atravesando. La educación es la gran oportunidad. La educación nos quitará el miedo. La educación transformará nuestras vidas y nos dará libertad.