HERNÁN LIRIO.
“Los lugares del mundo más divertidos que conocí”
El conductor e influencer especializado en viajes elige los cuatro lugares del mundo más divertidos que conoció.
A sus 37 años, con una década y media de recorrido por el planeta, el conductor de radio y televisión, influencer y periodista especializado en viajes y lifestyle desanda y recomienda cuatro destinos (dos en América, dos en Europa) a “los que no dudaría en volver si de entretenerse se trata”.
RÍO DE JANEIRO, BRASIL “Llena de cultura, historia, alegría y paisajes increíbles”
Con verdaderos espectáculos naturales y urbanos, más la alegre personalidad de los cariocas, esta ciudad abunda en variedad de lugares y situaciones para pasarla bien. Si vas con pocos días, no podés dejar de conocer los clásicos cerros Corcovado (allí se encuentra el Cristo Redentor, con una vista increíble) y Pan de Azúcar; el Sambódromo, que fuera de la época de Carnaval se utiliza como museo de trajes y carrozas; el estadio mundialista Maracaná, las playas de Copacabana e Ipanema, la zona de Leblon, el lago Rodrigo de Freitas y la Barra de Tijuca. También hay paseos guiados por algunas favelas. Si te gusta la aventura, debés conocer los cerros Dos Hermanos y Pico de Tijuca, desde donde –después de una caminata de apenas cuarenta y cinco minutos– accedés a unas vistas increíbles. De noche, la zona de Lapa se llena de turistas en busca de fiesta y variedad gastronómica. Llena de cultura, historia y paisajes increíbles, fui varias veces a Río y volvería sin dudarlo.
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HAWÁI, ESTADOS UNIDOS “Donde te hacen sentir uno más”
Es uno de esos lugares donde, pese al idioma, te sentís en casa. Apenas llegás al aeropuerto te reciben con su música típica, su tradicional vestimenta, te enseñan su clásico baile “hula” y ya nomás te parece que estás dentro de una película. Esta isla ofrece a los turistas sus aguas cristalinas, la más exuberante vegetación, volcanes imponentes y actividades para todos los gustos, que van desde el surf hasta excursiones en el submarino Atlantis para ver, entre corales y peces de todos los colores, barcos y aviones hundidos. La noche es muy entretenida. A la variedad de bares y boliches se le suma lo mejor, sin lugar a dudas: las fiestas hawaianas en la playa, donde los lugareños te hacen sentir uno más del lugar y harán que quieras volver.