La llegada de un animal de compañía a nuestro hogar: El ABC
Cuando tomamos la decisión de adoptar un animal de compañía, que puede ser cachorro o adulto, nuestro rol es el de tutor y responsable del mismo, al cual debemos brindar bienestar. Esto implica dar un buen trato, proveer alimentación adecuada, atención sanitaria y nuestro compromiso para toda la vida. Antes de hacerlo efectivo se debe buscar asesoramiento veterinario, para que nos orienten en puntos muy importantes como la elección de la especie (canino o felino), cuál se adaptaría mejor al espacio físico disponible, sobre el tiempo que se dedicará a la compañía e interacción con el mismo y si va a convivir con niños. Respecto a la elección de la especie, es cierto que los felinos se pueden adaptar a espacios más reducidos, aunque, sin embargo, no dejan de necesitar un ambiente seguro en cuanto a protección de ventanas y balcones con redes o cerramientos, para evitar accidentes, como que también esté enriquecido con juegos y superficies de alturas que les permita la interacción con el hombre. En el caso de los caninos y un departamento debemos pensar además, enfocándonos en el desarrollo de un comportamiento emocional equilibrado, en la incorporación de paseos, juegos y un lugar disponible tanto para el descanso como para sus necesidades fisiológicas. No es un punto menor, por otro lado, ser conscientes del tiempo que podemos dedicar al nuevo integrante de nuestra familia, ya que la interacción con el hombre y otros animales mejora su salud emocional. En hogares donde hay niños, su veterinario lo puede asesorar sobre cuáles son las razas más apropiadas para la convivencia, porque no todas tienen buena adaptación con ellos. Una vez que creemos poder cumplir con todos los puntos en la adopción de un animal de compañía, ni bien llega a nuestro hogar debemos mostrarle dónde se encuentra su comedero y bebedero y proveerle un lugar de descanso. A continuación, realizar una primera visita al veterinario, quien evaluará el estado de salud y establecerá el plan sanitario, que incluirá vacunación, desparasitación, alimentación y el momento adecuado de la esterilización. Este último puede ser un tema controvertido, pero siempre debemos pensar en su bienestar, siendo relevante saber si presenta enfermedades en el aparato reproductivo y poner el foco en la prevención al vagabundeo y la reproducción no controlada. Al mismo tiempo se les deberá enseñar a los chicos, según su edad, que el animal de compañía tiene necesidades de descanso, alimentación y juego en diferentes momentos del día.
(*) 55, veterinaria (Matrícula Nacional 7825/Provincial 8996), especialista en Medicina felina y Neurología de pequeños animales, docente del área Clínica y del servicio de Neurología del Hospital Escuela, de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires, donde se graduó