Sean eternos los laureles
La nadadora cordobesa Georgina Bardach fue el primer atleta argentino que obtuvo una medalla durante el día inaugural de competencias. Lo logró a los 20 años y gracias a una fantástica remontada en la final de los 400 metros medley. En una prueba que desarrolló de menor a mayor, pasó del sexto puesto (con los estilos mariposa, espalda y pecho) al podio en los últimos 100 metros (libre), momento en que sus lágrimas invadieron las aguas de la piscina del Centro Acuático de Atenas: a casi siete décadas (Berlín 1936), la natación nacional regresaba al podio olímpico. Mientras, en otra superficie acuática -el Centro Olímpico de Vela Agios Kosmas–, Carlos Espínola (32) y Santiago Lange (42) se llevaban el bronce en la clase Tornado, frente a 17 equipos, en 11 regatas. “Ya estamos pensando en Pekín”, declaraban a GENTE, anticipándose al premio que repetirían en 2008… Entretanto, Paola Suárez (28) y Patricia Tarabini (36), desde el Centro de Tenis de Maroussi, celebraban en dobles femenino. Habían superado a las españolas Arantxa Sánchez Vicario-Anabel Medina, a las japonesas Saori Obata-Akiko Morigami y a las francesas Sandrine Testud-Nathalie Dechy, cayeron en semifinales ante las favoritas, Li Ting-Sun Tiantian (chinas), y dieron cuenta por 6-3 y 6-3 de las japonesas Ai Sugiyama-Shinobu Asagoe, elevando a tres, con su bronce, el número de medallas para nuestro tenis, luego de las alcanzadas por Gabriela Sabatini en Seúl 1988 y Javier Frana-Christian Miniussi en Barcelona 1992.
“pedía
Al principio me dio mucha vergüenza, no entendía por qué la gente me gritaba, me autógrafos, me sacaba fotos. Yo por dentro pensaba: ‘¡¿Qué hago acá?!’ Recién a las veinticuatro horas me di cuenta de lo que significaba mi medalla para el deporte argentino (Georgina Bardach) ”
Tuvimos la posibilidad de alcanzar la medalla de plata, pero el último día el objetivo fue muy diferente: ya teníamos una de bronce y apuntamos a no perderla, a no arriesgarla (Santiago Lange y Carlos Espínola)
Ya en el vestuario, después de ganar el partido por el tercer puesto, nos dimos cuenta de que habíamos hecho algo que mucha gente no consigue en toda su carrera: entrar en la historia.
Un Juego Olímpico es
(Patricia Tarabini y Paola Suárez)
único”