AGUSTINA PUPICH.
“Las cordobesas somos unas caraduras sueltas”
“Las cordobesas somos unas caraduras sueltas”, lanza la nueva figura de Multitalent Agency y quien desde hace diez meses viene seduciendo la lente de los fotógrafos de moda y belleza.
“Vine a Buenos Aires a darlo todo”, anuncia con una sonrisa la intrigante castaña de 21 años que tiene eclipsados a los fotógrafos de moda y belleza desde hace diez meses, cuando dejó su casa familiar en Valle Escondido –¡y hasta la prominente carrera de Abogacía!–, para desarrollarse como modelo junto a Multitalent Agency.
“GRACIAS A LAS REDES SOCIALES LAS MUJERES DE OTRAS PROVINCIAS TENEMOS MUCHÍSIMA MÁS VISUALIZACIÓN QUE ANTES”
Más de 340 mil personas entraron al perfil de Instagram de Agustina Pupich (21) vieron su emoji de leoncito –por su indiscutible melena– y pusieron “Seguir”. Es que la joven acuariana tiene una imagen y una mirada magnética que atraen desde que era chiquita y asistía a la Escuela de Niños Deportistas en la Ciudad de Córdoba. “Es un colegio con doble escolaridad en el que tenía deportes todos los días. En los que mejor me iba eran natación y hockey. De hecho, a los 12 años gané una competencia provincial haciendo crol. Pasa que luego del cole iba a entrenar y llegaba a casa a las ocho de la noche… así que llegó un momento en que no aguante y lo dejé”, cuenta Agustina recién llegada de una producción de fotos que comenzó hace casi doce horas en Tigre, y mentalizada en la que la aguarda temprano, al día siguiente. “Es que desde que llegué a Buenos Aires –luego de que la descubrieran los sabios ojos de Paul y Willy García Navarro, los directores de Multitalent Agency–, todo cambió una barbaridad”.
–¿Te costó tomar la decisión de mudarte?
–Sí, ¡mucho!, porque en Córdoba están mi casa, mi familia y mis amigos. Pero, bueno, fueron ellos los que me alentaron a tomar esta decisión porque vieron que podía tener una carrera como modelo. Así que me arriesgué.
–¿Puede ser que te haya quedado una carrera sin terminar?
–Tocaste mi asignatura pendiente… Y sí, espero, algún día, poder volver para terminar la carrera Derecho. Es que mis padres son abogados, papá laborista y mamá penalista, como quería ser yo. Incluso llegué a estudiar dos años en la Universidad Nacional de Córdoba, mientras, a la par, hacía algunas cosas de modelaje. Pero me di cuenta de que no podía hacer las dos cosas juntas, dejé la carrera y me vine.
–¿Y no pensaste terminar los estudios acá?
–Sí, pero como no me tomaban todas las materias, era como hacer el Ciclo Básico Común de nuevo. Así que arranqué a estudiar Periodismo deportivo en ISEC, porque me gusta el fútbol y soy ultra fanática de River. Es más, me gustaría poder entrar en Prensa del club o algo relacionado.
–¿Alguna vez te viniste de Córdoba especialmente por un partido?
–De Córdoba no: ¡de Brasil! Fue cuando una agencia me invitó a la despedida de Rodrigo Mora. No me la iba a perder.
–Eso fue en julio del 2019, varios meses antes de que te mudes. ¿Ya recibías muchas invitaciones como modelo?
–Algunas sí (ríe). Todo arrancó en el 2017, cuando estaba terminando la secundaria. Mis compañeros me llamaban “la modelito” o “la influencer”. En esa época arranque a hacer fotos con marcas de mi provincia y empecé a crecer en Instagram. Es que, gracias a las redes sociales, las mujeres de otras provincias tenemos muchísima más visualización que
“YA EN BUENOS AIRES, ARRANQUÉ A ESTUDIAR PERIODISMO, PORQUE ME GUSTA MUCHO EL FÚTBOL. COMO ADEMÁS SOY ULTRA FANÁTICA DE RIVER, ME GUSTARÍA PODER ENTRAR EN PRENSA DEL CLUB”
antes. A mí, por ejemplo, me re ayudaron a dar el salto. Eso sí, en casa me sentí limitada, porque llegaban muchas oportunidades, pero debía decirles que no por estar muy lejos. Hasta que decidí venirme a Buenos Aires para darlo todo. Igual, obvio que gracias a Córdoba pude llegar.
–Llevás diez meses caminando por, como diría Cerati, “la ciudad de la furia”. ¿Encontrás muchas diferencias con tu lugar de origen?
–¡Muchas! La gente es bastante distinta. Las cordobesas somos bravas, carismáticas, ¡unas caraduras sueltas!, pero creo, además, que los cordobeses, en general, son mucho más piolas y felices que los porteños, como que te ayudan más. Acá siento que todos están en la suya.
–¿Por novios porteños ni te pregunto?
–Al principio no me gustaba su tonada, porque en Córdoba no caen bien los porteños, pero de a poco me fui llevando mejor e, incluso, ya salí con algunos chicos. No muchos, sólo un par, aunque todavía no se dio algo especial.
–Entretanto, ¿cómo transitás esta nueva etapa?
–Bien. Estoy viviendo sola en Recoleta, en uno de los departamentos que nos da Multitalent a las chicas del interior, y acá me cocino, hago las compras, limpio y todo lo que implica tener una casa sin ayuda de nadie. Algo que para otros quizás no sea un gran cambio, pero para mí, que siempre viví con mi familia en Valle Escondido, un barrio cerrado parecido a Nordelta, es un montón. O sea, mi vida ya cambió.
–¿Y va a seguir cambiando?
–Obvio que sí… ¡Sólo espero que siempre sea para mejor! (ríe)