NOCHES EUROPEAS
París y Milán son dos ciudades que quienes gustan del buen vestir deben visitar, al menos, una vez en su vida. Sigue este par de recomendaciones y lleva tu experiencia a otros niveles.
PRIMERA ESCALA: PARÍS
La urbe francesa no sólo puede presumir títulos como “La ciudad luz” o “La capital del amor”; fácilmente, también podría adjudicarse el mote de ser uno de los núcleos más importantes de la moda a nivel global. Quienes se digan amantes del universo del estilo, saben que una visita a este punto del norte de Francia es indispensable, ya sea para admirar las propuestas que los diferentes diseñadores y firmas presentan en cada una de las ediciones del Fashion Week o, simplemente, para dejarse conquistar por los grandes aparadores de una de las avenidas más populares del planeta: Campos Elíseos.
Siguiendo esta calle, y adentrándonos en el Distrito VIII, encontramos un enclave que servirá como punto de partida perfecto: el Amastan París. Se trata de un hotel de reciente apertura (fue inaugurado hace apenas un año), que cuenta con el respaldo de la prestigiada cadena Amastan, así como por el diseño interior del estudio NOCC. Todo ello se traduce en espacios inspiradores y rincones acogedores, que representan a la perfección el estilo que distingue a la urbe francesa de otras ciudades del mundo.
Materiales como el mármol, el parqué y los tapices dominan no sólo los espacios comunes, sino también cada una de las 24 habitaciones distribuidas a lo largo de los seis pisos que conforman este hotel. De entre todas las amenidades que ofrece a sus visitantes, destaca el Bar Anouk, el cual seduce los sentidos gracias a su carta de cocteles, pero además a un diseño que se traducirá en veladas únicas.
SEGUNDA ESCALA: MILÁN
Siguiendo nuestro camino, aterrizamos en otra de las capitales de la moda global; una ciudad que lo mismo resguarda tesoros renacentistas, que las más recientes colecciones de algunas de las casas de moda más prestigiadas del mundo: Milán. Ubicada en la región de Lombardía, en el corazón de la Llanura padana, esta metrópoli seduce a sus visitantes con sus impresionantes edificios, esculturas y pinturas del quattro
cento y cinquecento, así como por los modernos escaparates a través de los cuales se muestran algunas de las tendencias que dominarán las calles de todo el globo.
Uno de los espacios más destacados de Milán es la Piazza della Repubblica, con sus modernos edificios escoltándola. Y justo en este punto es donde nos encontramos el
Hotel Principe di Savoia.
Si su fachada impone, espera a poner un pie dentro de él, pues en su interior, pasado y presente se fusionan en espacios que conjugan el diseño lombardo con la más reciente tecnología. Cada una de las 300 habitaciones y suites están decoradas con mosaicos y representan tres estilos diferentes: el veneciano, dominado por cristales de murano; el florentino, con tonalidades azules y grises como protagonistas; y el neoclásico, caracterizado por grandes lámparas que penden de los techos. Todo ello sin olvidar las fabulosas panorámicas en las que los huéspedes podrán disfrutar la piazza.
La joya de la corona es la suite presidencial, una habitación ubicada en lo más alto del edificio, la cual tiene su propia piscina y en la que el lujo es el común denominador.
Para deleitar el paladar, qué mejor que hacerlo en el restaurante Acanto, mismo que abrió sus puertas en mayo de 2006. El menú, realizado por el Chef ejecutivo Fabrizio Cadei, está inspirado en la extraordinaria cocina clásica italiana, y en él, los platillos tradicionales se funden con técnicas contemporáneas.
Su ubicación, a tan sólo unos minutos de la célebre Scalla, del Duomo y del epicentro comercial de la ciudad, hacen del Principe di Savoia la mejor opción de hospedaje en estas tierras milanesas.
PARÍS Y MILÁN SON DOS URBES QUE TODO AMANTE DE LA MODA DEBE VISITAR, AL MENOS, UNA VEZ.