NEGOCIOS ARRIESGADOS
En vísperas del estreno de la tercera y última temporada de la serie El Chapo, platicamos con Marco de la O, Daniel Posada y Silvana Aguirre (protagonista, productor y creadora del proyecto) para saber cómo ha sido el proceso de poder mostrar a uno de los
El23 de abril de 2017, Netflix lanzó la serie El Chapo. Con cierta cautela y resistencia, sobre todo tras la invasión de ‘narcose- ries’ (‘narconovelas’ sería el título más correcto) de la que habíamos sido víctimas, muchos le dimos el beneficio de laduda a este nuevo show, sin imaginarnos que no sólo se trataba de un poderoso thriller que buscaba presentar de manera objetiva la vida de Joa- quín Guzmán Loera, sino que también era una crítica a las altas esferas políticas por haber sido responsables de permitir que el traficante alcanzara la fama y el poder que lo llevaron a convertirse en uno de los hombres más bus- cados y temidos de América Latina. “Nuestra idea fue narrar la historia de este personaje como punto de partida para abordar el nego- cio del narcotráfico a nivel internacional, así como su asociación con los estratos más altos del poder”, asegura Silvana Aguirre, una de las creadoras de este proyecto.
El éxito fue inmediato. Pronto, las con- versaciones comenzaron a girar en torno a la serie y a los hechos de la historia contem- poránea de México que en ella se retrataban. La buena respuesta por parte de la audiencia llevó a Netflix a estrenar, en agosto de ese año, una segunda temporada que corrió con la misma buena suerte. Pero ¿cómo mane- jar el hecho de que la mayoría de la gente pudiera “congeniar” con el protagonista? “Nuestra intención no ha sido glorificar al narco ni hacerlo aspiracional. Lógicamente, es necesario que el público conecte con el personaje principal de cualquier serie o pelí- cula; de lo contrario, nunca se engancharán al proyecto”, nos revela el productor Daniel
Posada. “En cualquier relato que se aborde la vida de alguien, inevitablemente, se va a generar cierta empatía; por esta razón, nos propusimos enfrentar lo más posible al espectador y llevarlo a que se cuestionara todo lo que ocurre en la trama. Además, el lado oscuro, sombrío del ser humano siem- pre ha generado interés, desde Ricardo III, hasta los protagonistas de Martin Scorsese”, expresa Silvana.
Los capítulos que conforman esta entrega se centrarán en el segundo escape del narco- traficante de la prisión y su más reciente cap- tura. “Han sido varias escenas complicadas de rodar: balazos, fugas, muertes. Sin embargo, te puedo decir que para la tercera temporada, grabamos unas escenas en las que tuve que estar en las alcantarillas porvarias horas. Está- bamos rodando en Colombia a una tempe- ratura de 40 grados, así que ya te imaginarás todo el hedor. Era terrible”, nos revela entre risas Marco de la O, quien da vida a Guzmán Loera. “El Chapo tiene todo lo que un actor desea como reto profesional y personal. Es un personaje de la vida real con muchos matices, que van del negro más intenso, al blanco más luminoso. Yo vengo del teatro y había hecho televisión, así que cuando me llegó este papel tan grande, luego de 21 años de trabajo, supe que era mi oportunidad de demostrar mis capacidades. El Chapo cayó en mis manos en un momento en el que me siento más maduro, y me permitió cuestionarme el problema de narcotráfico que vivimos mundialmente y acerca de los malos gobiernos que nos han manejado. La serie busca reflejar ese estado fallido en el que estamos. Me siento muy con- tento con el resultado y te podría decir que no hay nadie mejor para encarnar a este personaje que yo”, remata de la O.