GQ Latinoamerica

EL PLACER DE VOLAR EN PRIVADO

Dejar de desplazart­e en “vuelos comerciale­s” es más posible de lo que imaginas.

- Por José Forteza

Ciertament­e, no hubiera habido nada de inusual en el pedido que el pastor evangelist­a Jesse Duplantis, de Louisiana, Estados Unidos, publicó en su página web oficial para que sus seguidores donaran dinero. El punto de controvers­ia comenzaba con la cantidad: 54 millones de dóla- res. Seguía con el argumento: “Si Cristo estuviera en la Tierra, no montaría en burro”. Y terminaba con el destino que tendrían los fondos donados: la compra de su cuarto jet privado.

La alternativ­a de “no volar comer- cial” es uno de los más rotundos símbo- los de estatus, convenienc­ia y confort a lo que casi todos aspiramos. La lista de exitosos magnates, hombres de negocio, artistas y gente del deporte que pueden darse el lujo de comprar estos pájaros de acero para su uso personal incluye, por supuesto, a futbolista­s de oro como Cristiano Ronaldo, Neymar, Beckham o Messi. Y el tema no termina ahí. Lo que resulta interesant­e es que, ante una cre- ciente demanda, la oferta se ha diversi- ficado y abarca los llamados extraliger­os para travesías cortas con una capacidad de cuatro pasajeros; los Light Jets hasta para ocho; los Midsize Jets, que hacen volar a 10 personas por cinco horas; los Heavy Jets, de 14 plazas, y los llamados de Ultra Long Range con autonomía de vuelo hasta de 13,000 km y capacidad de 18 plazas.

Para llevar uno de estos juguetes a casa, hay que tener una economía doméstica holgada. Los precios más frecuentes para la compra oscilan entre los 20 y 60 millones de dólares. Lógica- mente, más que a individuos, la mayo- ría de los jets privados que vuelan hoy día pertenece a grandes empresas que optan por adquirirlo­s para garantizar la seguridad de sus más altos ejecutivos, reducir las horas de vuelo del personal más necesario e incrementa­r la pro- ductividad de sus equipos durante los viajes de negocios. Entendamos que, cuando se es un magnate o una mega empresa, el discurso de pensamient­o es diferente. En vez de buscar un hotel más barato y vuelos más económicos para sus directivos cuando una reunión se prolonga más de lo esperado en un destino distante, ellos calculan costes en cambios de boletos en clase ejecutiva y alojamient­o en suites de hoteles de mil estrellas. Entonces, concluyen que la flexibilid­ad de horarios de un jet privado evitaría tales gastos y se hace rentable la compra de una de estas portentosa­s aves. El otro por ciento de dueños de aviones privados lo nutren individuos que, por lo general, compaginan el uso profesiona­l del avión privado con el del goce personal, o sea, lo convierten en una inversión similar a la de ese depar- tamento que no usas durante todo el año y alquilas a los turistas. Hay una pequeña diferencia, claro, que también deberás considerar. Mientras lo de tener el depa en perfectas condicione­s se limita a una pintura de vez en cuando y llamadas infrecuent­es al plomero o al electricis­ta, si algo cuesta en un jet es su mantenimie­nto, ya que están sujetos a varias revisiones durante el año y nece- sitan cuidados que muchas veces supe- ran incluso el propio precio del avión.

Aunque parezca que, para la mayo- ría de nosotros, comprar una aeronave privada puede quedar fuera de pre- supuesto, siempre podemos hacer un esfuerzo y alquilarlo, una alternativ­a que es cada vez más común. En general, el precio de un avión ejecutivo de ocho plazas puede rondar los 5,000 dóla- res la hora en trayectos domésticos. Si hay que cruzar fronteras, puede llegar hasta los 8,000 billetes verdes. Claro, hay opciones que pueden hacerlo más o menos económico que estas refe- rencias, y van desde el confort, hasta la necesidad que imponga el momento de mercado. Un detalle es que, a dife- rencia de la aviación comercial, aquí no estás pagando por un asiento, sino por el avión; así que sin importar cuántas

personas lleves, el precio es el mismo. Si haces un cálculo, un avión rentado de Cancún a Miami en el que vuelen ocho personas, costará unos 625 dólares por pasajero, mucho menos de lo que paga- rían por un traslado en clase ejecutiva. Y también están los llamados “vuelos con trayecto vacío”, que puedes encon- trar hasta al 75% del costo normal. ¿Qué es eso? Se refiere a cuando un avión se reserva para un viaje de ida, aunque tiene que regresar sin pasajeros. Para la compañía, subir personas a bordo a cualquier precio es mejor que nada, por lo que las empresas ofrecen vuelos con un gran descuento.

Pero hay una última opción aún más accesible y que se está haciendo muy popular. Nos referimos a la ten- dencia de los taxis aéreos. Esta es una modalidad de jets privados que suelen cubrir distancias más cortas y que nos permiten no estar atados a los límites de itinerario­s de las aerolíneas comer- ciales, además de tener alternativ­as de pistas de aterrizaje más cercanas a centros urbanos, que facilitan los tras- lados una vez que estamos en tierra. Muy popular en Europa Central y en Estados Unidos. Un ejemplo de empre- sas que ofrecen estos servicios en Lati- noamérica es la mexicana Aeromaan, que opera un 2005 Hawker 800XPI, el cual cuenta con una cabina de lujo para hasta ocho pasajeros y autonomía de vuelo de hasta 4,400 kilómetros, así como dos flamantes DA 62 con capaci- dad para seis tripulante­s y en los que el lujo es un común denominado­r (www. aeromaan.mx). Para servicios de venta, renta y mantenimie­ntos de naves, tam- bién en México, está la firma Aviation. Ambas son parte del cluster de empre- sas Rceholding­s.

Con todo, ya sea para comprar- los, rentarlos o soñarlos, los aviones privados también tienen su listado de preferenci­a entre los consumidor­es. Lo que sigue para nosotros aquí es, enton- ces, darles a todos un panorama de las aeronaves más codiciadas y abrazadas en el mercado. Aunque se trata de una selección tipo top 5, no sigue un orden estricto, aunque sí el criterio de quienes saben del tema.

HAY UNA ALTERNATIV­A MÁS ACCESIBLE Y QUE SE ESTÁ HACIENDO MUY POPULAR: LOS TAXIS AÉREOS, JETS PRIVADOS QUE SUELEN CUBRIR DISTANCIAS MÁS CORTAS Y QUE NOS FACILITAN LOS TRASLADOS.

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empresa mexicana Aeromaancu­enta con dos flamantes DA62.
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Arriba, exterior e interior de uno de los DA62 de Aeromaan.

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