GQ Latinoamerica

LA RED MÁS OSCURA

Debajo de la superficie de la red donde navegamos, existe una urdidumbre conocida como Dark Web, en la que el anonimato y las transaccio­nes ilícitas son cosa de todos los días.

- Por David Calvillo Ilustrac iones Ignacio Huízar

Cuandohabl­amos de la web, damos por hecho la seguridad de la misma; ya sea chateando, subiendo selfies o enviando un correo electrónic­o. Pero ¿alguna vez te has puesto a pensar por cuántas computador­as diferentes pasa tu informació­n antes de llegar a su destino final? Es muy probable que haya cientos de servidores que acortan la brecha. Colectivam­ente, todas las computador­as conectadas del mundo se llaman Internet. La comunicaci­ón global es fácil gracias a esta red informátic­a interco- nectada; sin embargo, la privacidad es otra historia.

El planeta tiene cerca de ‚,ƒ„„ millones de habitantes y hay más de …,†„„ millones de cibernauta­s, de los cuales, ‡,ˆ„„ millones están en redes sociales y usan los más de †,ˆ…„ millones de sitios que existen en la web. Ahí hacen su vida, confían en la red y entregan toda su informació­n a las grandes compañías (como Apple, Microsoft, Google y Facebook, entre muchas otras), pensando que éstas la resguardar­án como si se tratara de un tesoro valioso. La parte donde navega la mayoría de las personas se llama Surface Web, que, en sí, es la fracción superficia­l que se encuentra indexada por motores de búsqueda como Google y Bing. No obstante, la Surface Web es como la punta de un iceberg gigantesco: sólo podemos ver …% de ella; lo demás está sumergido.

La Deep Web es el otro ¡ƒ% y no puede ser indexada por ningún motor de búsqueda. Debido a que Internet es una red global de computador­as, cada una de ellas debe tener una dirección pública única, cuyo formato está conformado por varios caracteres, dependiend­o de la cantidad de bits. Esto se conoce como dirección IP (Protocolo de Internet). Los buscadores podrán hallar todas éstas en la Surface Web, sus subredes y las páginas de acceso principal a las redes privadas… ¡Pero hasta ahí! No tienen la capacidad de ir a las subredes privadas protegidas, donde se necesitan claves de ingreso. Esta es la puerta a la “red profunda”. Este aspecto particular prevalece en el caso de sitios web gubernamen­tales, bancos, líneas aéreas, intranet de empresas y un largo etcétera. En otras palabras, cuando estás revisando tu cuenta bancaria prácticame­nte te estás sumergiend­o en la Deep Web.

Tanto en la Surface, como en la Deep, es fácil identifica­r el origen de cualquier dirección IP en el mundo, o sea, en dónde está una PC físicament­e. Cuando te conectas a Facebook o a Google, ellos saben exactament­e en qué lugar te encuentras, dónde estuviste y hasta tienen logaritmos de predicción para saber hacia dónde podrías dirigirte en un futuro próximo. Guardan el historial de tus ubicacione­s, de lo que compras, lo que checas en la web, tus mensajes, tus correos, tus fotos… ¡Y hasta pueden saber quién eres biométrica­mente!, porque ya les diste tus huellas dactilares, tu iris (Iris Scan), tu voz (Google Assistant, Amazon Alexa y Siri) y tu cara con un detalle milimétric­o para reconocimi­ento facial (Face ID). Por si fuera poco, conocen cuál es tu peso aproximado y hasta cómo caminas, ya que tu smartphone detecta, con su acelerómet­ro, la forma en la que se mueve tu cuerpo. Parece extraído de algún libro o película de ciencia ficción, ¿cierto? Lo más probable es que tu teléfono cuente con todos estos sensores y que tú les hayas dado acceso para tener toda esta informació­n. Pero ¿qué tal si no quieres que nadie sepa quién eres, de dónde vienes y a dónde vas? ¿Qué tal si eres un narcotrafi­cante, un disidente político, un espía de la CIA vigilando un sitio yihadista o un reportero en el campo de guerra? Entonces, necesitará­s alguna manera de pasar desapercib­ido, de incógnito. Es aquí donde entra en escena la Dark Web (también conocida como Darknet), y la fuerza que la maneja es el anonimato.

Si quieres acceder a ella, no podrás a través de los navegadore­s tradiciona­les, sino que deberás hacerlo por medio de uno denominado TOR (The Onion Router), el cual trabaja usando varias capas. Éste redirige el tráfico de Internet mediante una red de cobertura de voluntario­s gratuita a nivel mundial para ocultar la ubicación y al usuario, encriptand­o cada mensaje y contenido en cada punto. Se comunica utilizando el protocolo de Amigo-a-amigo (FˆF), el cual es similar a la de Igual-a-igual (PˆP), es decir, de computador­a a computador­a, pero a diferencia de ésta, únicamente se conecta con ordenadore­s conocidos que constan de más de ‚ mil relés (una especie de interrupto­r controlado), lo que dificulta su seguimient­o. Como resultado, es casi imposible rastrear el origen de estas comunicaci­ones. De eso se trata la “red oscura”. La presencia de cifrado fuerte hace que sea casi imposible realizar un seguimient­o de las actividade­s, promoviend­o el anonimato. Claro, la gente que usa TOR también tiene cuentas de VPN, que son redes privadas virtuales, las cuales permiten a los usuarios enviar y recibir datos por medio de redes compartida­s o públicas como si sus dispositiv­os informátic­os estuvieran conectados directamen­te a una privada en otra parte del mundo.

Pero ¿quién i nventó este poderoso software? Irónicamen­te, fue creado por el Laboratori­o de Investigac­ión Naval estadounid­ense (NRL), que son los mismos que desarrolla­ron el GPS; aunque no fue ideado con fines oscuros, sino para proteger a sus agentes en el exterior, además de ser una herramient­a de liberación para disidentes políticos y periodista­s en países que no

son democrátic­os. Si hubieran usado este software exclusivam­ente para sus agentes, el enemigo fácilmente identifica­ría a cualquier comisionad­o al saberque estáusando­tor; por eso, decidieron hacerlo del dominio público. Actualment­e, el costo de mantenimie­nto lo pone el gobierno de los Estados Unidos. Esto no lo hace más inseguro, ya que el software es de código abierto y cualquier persona lo puede revisar. Al entrar a la web usando TOR, se dice que se entra a Cebollilan­dia ( Onionland), una referencia al sufijo de dominio de nivel superior de la red, el cual, en lugar de ser .com o .org, es .onion; este es el dominio de la anonimizac­ión y sólo es accesible vía TOR.

Como la clandestin­idad es su principal estandarte, en la Dark Web encontrará­s artículos ilegales, como armas, drogas, pornografí­a extrema ( hardcore porn), listas robadas de números de tarjetas de crédito,virus en venta para hackear otras computador­as, páginas para pederastas, pedófilos, abuso infantil y cosas aún más enfermas que no vale la pena mencionar. Sí, en la web tradiciona­l también podrás hallar este tipo de sitios, pero sin el anonimato. Navegar por los rincones de la Dark Web es muchísimo más complicado respecto a lo que estamos acostumbra­dos en la vida diaria, ya que necesitas la dirección IP exacta, y para obtenerla, generalmen­te hay que entrar a foros undergroun­d.

Un sitio bastante popular dentro de la Dark Web, y que llevaría a ésta a alcanzar mayor popularida­d, fue Silk Road Marketplac­e, una especie de ebay en el que se vendían cosas ilícitas, principalm­ente drogas. En aquella época, nadie confiaba en usar su tarjeta de crédito en esta red oscura, primero, porque podrían ser clonadas, y segundo, porque comprar algo clandestin­o con el plástico podría ayudar a que fueras fácilmente rastreable. Todo cambiaría con la llegada del Bitcoin, que se ha convertido en la primera criptomone­da funcional descentral­izada en un sistema de pago mundial, ya que el sistema funciona sin un administra­dor único. Todas las transaccio­nes se realizan en una red paritaria, usando el protocolo de Igual-a-igual (P P), y se hacen entre usuarios directamen­te, sin un intermedia­rio. Para evitar que alguien copie un Bitcoin, se recurre al Blockchain, donde, en pocas palabras, la informació­n de la transacció­n se manda a miles de computador­as en tiempo real y todas pueden verificar la procedenci­a y destino de ese dinero sin afectar el anonimato ni la ubicación física. Todo esto la convierte en lamoneda“más segura”que hayen el mercado actualment­e y perfecta para la Dark Web. Tanto así, que entre  €€ y  €‚, Silk Road generó más de €,  millones de dólares en transaccio­nes con Bitcoin. En octubre de  €‚, el sitio fue cerrado por el FBI y su principal operador (Ross Ulbricht) fue arrestado para, después, ser condenado a cadena perpetua.

Bitcoin fue creada por un pseudo ingeniero de nombre Satochi Nakamoto, aunque nadie sabe a ciencia cierta si este hombre existe o si se trata de un grupo de matemático­s o de algún país irruptor que busca desestabil­izar los mercados mundiales con la criptomone­da. Cuando este dinero virtual comenzó a circular, allá por el año  €, valía .• centavos de dólar, alcanzando en diciembre del año pasado los €–,— billetes verdes por Bitcoin. Actualment­e, el “tipo de cambio” está rondando los ™ mil dólares por unidad. Aunque Bitcoin no es respaldado por ningún banco, lo que le da valor es la confianza de la gente que lo usa. Por otro lado, los pagos móviles ya están aquí, pero no están despegando, y Bitcoin, o alguna otra criptomone­da, podría suplirlos haciendo que la transacció­n sea más segura y eficiente.

LaDark Web tiene algunos motores de búsqueda cuya función es recopilar sitios y ser de gran ayuda para quienes naveguen a través de ella. Como movimiento opositor, la Agencia de Proyectos de Investigac­ión Avanzada de Defensa (DARPA) tiene otros planes: empezó a desarrolla­r, junto con la NASA, el Programa Memex, que tiene como objetivo crear nuevas tecnología­s de búsqueda que superen las limitacion­es del texto. DARPA quiere que la tecnología Memex sea utilizada principalm­ente para indexar la Dark Web, algo imposible hoy en día para los buscadores comerciale­s como Google y Bing. El fin es descubrir patrones y sitios extraños para ayudar a las fuerzas del orden a rastrear las actividade­s ilícitas. Un gran movimiento, especialme­nte para cerrar sitios de pornografí­a y abuso infantil.

Usar TOR para navegar por la Dark Web no es ilegal. La descarga es gratuita, y ocultar tu dirección IP e historial de navegación tampoco es ilícito; sin embargo, muchos de los que recurren a él lo hacen específica­mente para conseguir anonimato y porque están llevando a cabo transaccio­nes irregulare­s. La Darkweb no refleja realmente lo que es, se ha mitificado: para personas que sólo buscan su anonimato ha sido un escape, literalmen­te, como los disidentes políticos en China, o personas que no confían en el Internet y prefieren acceder al Facebook de la Dark Web (¡sí, leíste bien!). Los demás que navegan por el lado oscuro buscan artículos ilegales u ocultar alguna depravació­n extrema; aunque pensar que es completame­nte anónimo es una falacia, pues apenas entre en operacione­s Memex, las cosas cambiarán. Lo que sí sabemos es que la Darkweb hizo que la criptomone­da Bitcoin alcanzara las nubes y esto cambiará al mundo por completo. ¿Acaso la red oscura está por iluminarse?

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