MÁS RIESGO, MÁS PLACER
Al igual que la gente paga para que la asusten con una película de terror y experimentan una sensación de placer, el temor a ser sorprendidos teniendo sexo en un sitio público libera las mismas sus- tancias en el cuerpo cuando éste se siente amenazado. La adrenalina y la dopamina son responsables de producir un estado de alerta máxima y de provocar intensos sen- timientos de placer y satisfacción, respec- tivamente. Por eso, al alcanzar el orgasmo, una vez superada la sensación de peligro, los torrentes de estos químicos generan un potente estado de satisfacción.