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Durante años, las carreras nos han regalado modelos de ensueño, como este poderoso bólido que la firma lanzó en
1986 a producción para poder homologarlo y así correr el Mundial de Rallies (WRC).
En su época, era el auto más poderoso y tecnológicamente avanzado, al grado de ser cata- logado como uno de los padres de los hiperdeportivos que tene- mos hoy en día.
El bólido utilizaba doble tur- bocargador para exprimir 450 caballos de fuerza del motor, que era repartido a las cuatro ruedas, lo que ofrecía un manejo depor- tivo más estable y rápido en las curvas. Una de sus grandes señas de identidad es el atractivo diseño de su parte posterior, que fusionaba el alerón con la tapa de una pequeña cajuela.