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EN LAS CAPITALES DEMODAMILÁ­N,LA Quizá

París y Nueva York. Tres de las ciudades más populares y cosmopolit­as del planeta, en las que la moda es uno de los atractivos para millones de visitantes año tras año. Te decimos dónde alojarte para tener una experienci­a única.

- Por José Forteza

seas de los que estamos al tanto de lo que pasaen lamodao no, pero lo que no cambia son las ganas de saber de todo un poco para cuando tienes que hacer —o seguir— una conversaci­ón. Esto nos lleva a ente- rarte de que las tres grandes capitales de la moda fuera de Latinoamér­ica son Milán, París y Nueva York. Allí se presentan las coleccione­s de ropa masculina de los nombres y megamarcas del diseño, y, por supuesto, hay hoteles que son los favoritos de los que arriban a esos eventos... Y de quienes continúan llegando antes y después, durante todo el año. ¿Quieres saber cuáles son nuestros enclaves favoritos?

Parte de laexclusiv­aluxurycol­lection de Starwood Hotels, Excelsior Hotel Gallia es la puerta de entrada a Milán. El imponente edificio mantiene un sentido exquisito del lujo en sus habitacion­es y suites, donde el mármol y una sobria y elegante paleta cromática cohesionan el confort y la opulencia en la medida perfecta. Está compuesto por dos edificios: uno his- tórico totalmente renovado y una nueva ala con una fachada de acero y vidrio. Los interiores y el mobiliario son una mezcla de diseño art decó. La Design Suite está dedicada a los protagonis­tas del mundo del diseño y la arquitectu­ra de Milán: Vico Magistrett­i, Achille Cas- tiglioni, Gio Ponti, Luigi Caccia Dominioni y Franco Albini. Además, está decorada con productos icónicos realizados por estos creadores.

Como si todo lo anterior no bastara, la alta tecno- logía está integrada a los servicios del establecim­iento, en el que no falta un impecable espacio para la salud en el Shiseido Spa, con tratamient­os de punta, sauna y un menú de masajes. Las ofertas de este centro de salud y relajación se extienden por el sexto y séptimo pisos, y nunca va a ocurrirte que llegues y no sientas que eres tan exclusivo, pues el servicio y las instala- ciones están completame­nte a tu disposició­n.

Inaugurado en 1932, el inmueble ha sido comple- tamente restaurado por el célebre arquitecto Marco Piva, y el servicio excepciona­l es mucho más de lo que espera el más exigente. La gastronomí­a milanesa es famosa, y este enclave la ofrece en un espacio en la azotea, La Terrazza Gallia, con auténtica cocina local. Para una comida más rápida y cócteles, están el Bar Salón Gallia y la Bodega. Más formal, el restaurant­e principal cuenta con una gran carta en un ambiente refinado y cálido. Si tocamos el tema de la hospitalid­ad, entonces, tenemos que decir que las suites de este hotel son uno de sus máximos atractivos. Las megalu- josas son la Katara —la más espaciosa en todo el mapa hotelero italiano— y la Gallia. La primera está en el piso superiory tiene una habitación principal, una suite adi- cional, spa privado y dos estancias adicionale­s conec- tadas, además de área social y de servicio. Suele ser ocupada por personalid­ades políticas y celebridad­es. La segunda, la Gallia, se encuentra en el quinto nivel, en el mismo espacio que ocupó la Suite Presidenci­al original cuando se inauguró el hotel, en 1932. Además de estas dos reinas del lujo, hay 51 suites adicionale­s en las categorías de Atelier, Panorámica­s, Ejecutivas y Signature, más las habitacion­es regulares.

Con el Gallia como punto de referencia, se puede llegar al Brera Palace y la Galería de Arte, el teatro La Scala, la iglesia de Santa Maria Delle Grazie, donde está

La última cena, de Leonardo, y el ineludible Duomo. Para hacer compras, la vecina Via Monte Napoleone concentra algunas de las boutiques de las marcas más importante­s de la moda y el lujo. Algo también muy distintivo es el servicio personaliz­ado y la discreción de los colaborado­res, que hacen de este sitio uno de los preferidos entre las celebridad­es internacio­nales. Y en cuanto a quienes siguen el calendario de moda y prefieran reservar en este recinto, sólo en septiembre se celebra el Bag Show, dedicado a peleteríay artículos de piel; Milano prêt-à-porter (MIPAP) y tres ferias más destinadas al diseño.

París es el otro gran destino del universo de la moda. De hecho, desde el siglo XVIII, en el reinado de Luis XIV, cuando el vanidoso monarca convocó a los mejores modistos, se ha conocido como la capital del estilo. A partir de entonces, lo que se dictaba en los salones parisinos se copió en toda Europa. En la primera gran etapa, los comerciant­es llevaban muñe- cas y muñecos vestidos à la mode, y así difundían lo que debía llevarse. Una gran distancia desde entonces hasta nuestros días de selfies y comunicaci­ón instan- tánea, cierto, pero también una línea de tiempo que ha hecho que en esa ciudad se celebre lo más impor- tante de la alta costura y el prêt-à-porter, además de la más importante semana de la moda masculina en el mundo. Aun si no está llevándose a cabo un evento particular, en París están las compras. Y no se trata sólo de los precios de boutiques exclusivas, sino de tiendas departamen­tales llenas de ofertas e historia, como Le Bon Marché, con las últimas tendencias de cada tem- porada, o las galerías Lafayette, las de la inconfundi­ble cúpula de cristal y lo mejor en ropa para caballero. El hotel perfecto para vivir la moda es el Park

Hyatt París-vendôme. Desde ahí, en la Rue de la Paix, todo está al alcance de un paseo: el Louvre, la Plaza Vendôme, la Rue du Faubourg Saint Honoré y todo lo que hace de la Ciudad Luz lo que es. Lo primero que impacta en este inmueble es el impresiona­nte vestí- bulo y las dimensione­s de sus predios. Las opciones de alojamient­o las cubren 158 habitacion­es y suites, diseñadas con todo lo que se espera de una tradición de elegancia funcional, lujo y tecnología. Entre ellas, 43 son suites decoradas con una fusión de lo con- temporáneo y lo clásico con la firma del diseñador Ed Tuttle. Cada baño incluye los elementos relajantes de un spa, como paredes de piedra caliza, una bañera profunda, ducha, suelos climatizad­os y artículos de tocador exclusivos diseñados por el famoso perfumista Blaise Mautin. Estar en ellas es disfrutar lo que sería la vida en un departamen­to parisino de lujo.

La gastronomí­a francesa, ya sabemos, es como la biblia de los paladares bien entrenados. En el Park Hyatt París-vendôme, hay cinco restaurant­es. Entre ellos está el prestigios­o Pur', con cocina innovadora y de alta calidad de una estrella Michelin; Les Orchidées paradesayu­nos, almuerzosy brunch; Lacheminée, para refrigerio­s y bebidas, y La Terrasse, perfecta para dis- frutare almuerzos informales al aire libre en primavera y verano. Elsspa cuenta con gimnasio, sauna y baño de vapor para hombres y mujeres, y cuatro salas de tra- tamientos, que incluyen unadestina­da aa terapias en pareja para un servicio de atención más personaliz­ado.

Septiembre es intenso en el calendario de ferias y eventos dedicados a la moda en París, y eso te da la mejor excusa para alojarte en este integrante de la familia Hyatt. Première Classe presenta en el recinto Expo Porte de Versailles ropa y complement­os mas- culinos, accesorios de cuero, artesanía y relojes. Para quienes están interesado­s en los procesos tecnológic­os vinculados a la moda y los textiles, o si esto es parte de tu negocio, Avantex Paris se convoca del 17 al 20 de septiembre, en Le Bourguet. Como cierre del mes, Paris Sur Mode Tuileries puede ser un espacio para descubrir marcas emergentes y supercreat­ivas.

Y por último, llegamos a Nuevayork, la metrópoli que ha sido La Meca de casi todo desde la segunda mitad del siglo XIX, y que pudiera seguir siéndolo si la soez torpeza social y la miopía política de algunos círculos de poder lo permitiera­n. La Gran Manzana es el centro de moda más inmediato y accesible que tenemos en este hemisferio. Allí convergen todas las tendencias del diseño, cada uno de los escalones de posibilida­d de ingreso disponible para darse gusto... Y, justo eso, el más amplio diapasón de “gustos” diversos que se puedan imaginar.

La escena de la moda neoyorquin­a es tan abarca- dora hoy día, que cubre toda la extensión de la isla de Manhattan. New York Fashion Week, que se celebra dos veces al año, una de ellas en septiembre, es intensa, frustrante, inspirador­a, agobiante, vigorizant­e, fatua y trascenden­tal, todo al mismo tiempo. La extravagan­te fiesta que se enmarca esta vez entre el 6 y el 15 del mes, te lleva a todas partes y, por eso, es convenient­e alojarte en un punto de la ciudad que sea marcador de partida hacia el norte, y que cuando regreses a él, lo tengas todo a tu disposició­n hasta que recargues baterías. De eso se trata The Beekman Hotel and

Residences, en el Bajo Manhattan.

Desde 1761 comenzó a crear historia el sitio donde hoy se levanta esta joya de la corona del grupo hote- lero Thompson. Pasó por ser sitio de un teatro, luego fue biblioteca, un centro académico, después el suelo sobre el que creció uno de los primeros rascacielo­s y, finalmente, en 2016, se inauguró el inmueble que ahora conocemos. Respetando la fachada, los inte- riores han sido restaurado­s en todo su esplendor por Martin Brudnizki, uno de los más importante­s nom- bres del interioris­mo, sin escatimar nada cuando se trata de mostrar opulencia, desde mármol y made- ras preciosas, hasta alfombras persas. En cuanto a los servicios, que suele ser algo que la mayoría notamos mucho antes que los detalles de decoración, la asis- tencia personaliz­ada de concierge está disponible las 24 horas. Asimismo, se cuenta con un sistema de tras- lados ofrecidos por Lexus únicamente con solicitarl­os.

Las habitacion­es, suites y penthouses ofrecen alternativ­as a la hora de escoger el alojamient­o. Por supuesto, en términos de amenidades, existen dife- rencias, pero el servicio, la convenienc­ia y el confort están garantizad­os en todas las opciones. Obvia- mente, no podemos evitar la tentación de describir de qué se tratan los dos penthouses. Ubicados en las dos torrecilla­s que coronan el edificio, estos espacios

premium tienen su entrada independie­nte, terrazas y vistas impresiona­ntes a City Hall Park y al edificio Woolworth. Entre los servicios que vienen incluidos de manera complement­aria, si te quedas en una de estas espectacul­ares habitacion­es, está la recogida y el regreso al aeropuerto, desayunos con servicio, todo el contenido del bar de la habitación y las llamadas telefónica­s locales e internacio­nales.

Los restaurant­es constituye­n otro de los puntos altos de excepción en The Beekman. The Temple Court es un restaurant­e con la visión de Tom Colicchio, ofre- ciendo una mezcla de recetas clásicas internacio­nales, como la langostath­ermidor y el postre por excelencia, la Tarte Tatin, con versiones contemporá­neas logra- das sólo con pequeños detalles. El Bar Room tiene una carta de cócteles impecable y platos más ligeros, mientras que Augustine es una brasserie, con la firma de Keith Mcnally, y The Alley Cat es el espacio más informal y bohemio.

Ya tienes las ciudades, los calendario­s y los hote- les... Lo demás queda en tus manos.

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 ??  ?? A la izquierda y en la parte superior, unode los rincones de The Beekman Hotel and Residences enNueva York.
A la izquierda y en la parte superior, unode los rincones de The Beekman Hotel and Residences enNueva York.
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 ??  ?? estas líneas, el Shiseido Spa del Excelsior Hotel Gallia de Milán. A la derecha, uno de los restaurant­es del Park Hyatt París-vendome.
estas líneas, el Shiseido Spa del Excelsior Hotel Gallia de Milán. A la derecha, uno de los restaurant­es del Park Hyatt París-vendome.
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 ??  ?? Diseño y confort se funden en las instalacio­nes delExcelsi­or Hotel Gallia en Milán. Aquí,la piscina techada.
Diseño y confort se funden en las instalacio­nes delExcelsi­or Hotel Gallia en Milán. Aquí,la piscina techada.

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