ANTONIO BROWN, LA ESPERANZA DE ACERO No
es un secreto, ni mucho menos una sorpresa, que en los recientes dos años, el juego de los Pittsburgh Steelers ha evolucionado de aquel estilo tra- dicional que tantos éxitos les brindó. Hoy en día, y alejándose cada vez más de lo que algún día consiguió aquella mítica “cortina de acero”, los Steelers nos presentan un conjunto enfocado primordialmente en el ataque. Ante el retiro de hombres emblemáticos como James Harrison o Troy Polamalu, a la franquicia le ha costado presentar otra defensa de gran renombre que haga temblar a las ofensivas rivales, y al contar con elementos ofensivos de gran calidad como Ben Roethlisberger, Le’veon Bell y Antonio Brown, el ataque se ha convertido en su mayor fortaleza.
Entre estos jugadores destaca el receptor de 30 años egresado de la Central Michigan University, quien en ocho temporadas, ha conseguido más de 9 mil yardas por recepción, demos- trando grandes cualidades atléticas que lo colocan al frente de la lista de los mejores receptores de la liga en 2018. De manos seguras y efectivo en trayec- torias que parecen imposibles, Brown ha logrado cautivar con su velocidad a propios y extraños, lo que en 2017 le valió convertirse en el receptor mejor pagado de la NFL al firmar una exten- sión de contrato por cuatro años y 68 millones de dólares.
Pero el reto para Antonio Brown en 2018 no resulta sencillo: el objetivo es conseguir su primer título. Para hacerlo, deberá encabezar el ataque de una franquicia que históricamente ha destacado por su defensiva más que por su juego ofensivo, confiando en que sus compañeros le den la oportunidad de brillar como sólo él sabe hacerlo.