GQ Latinoamerica

La actriz mexicana CECILIA SUÁREZ,

LA FUERZA DE LA INTEGRIDAD

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reconocida por su papel en la serie La casa de las flores, fue entrevista­da por la reconocida periodista Lydia Cacho para platicar sobre la transforma­ción que las mujeres están realizando en cada rincón del mundo.

En una era de transforma­ciones para la mujer, la mexicana Cecilia Suárez se revela como un enigma. Su profesiona­lismo la llevó a ser la primera actriz hispanoame­ricana nominada al Emmy Internacio­nal por su interpreta­ción en la serie de HBO Capadocia y hoy nada la detiene en defensa de los derechos de las mujeres. Esta camaleónic­a artista confiesa a GQ los momentos clave de su vida.

Etono peculiar con que habla su personaje Paulina de la Mora en La

desató una campaña de fans con el trending topic #Retopaulin­adelamora, Retopaulin­adelamora, con el que sus seguidores concursaba­n para ver quién podía imitarla mejor. Esta es sólo una de las muestras de cómo Cecilia desarrolla a sus personajes para series, televisión, cine y teatro. Ante el efecto arrollador de este papel, de cuyo serial ya se grabó la segunda temporada, Suárez narra cómo una tarde durante la filmación, ella y Manolo Caro, el director, construyer­on al personaje: “Paulina de la Mora ha sido una enorme sorpresa; Ma- nolo y yo la desarrolla­mos divirtiénd­onos mucho, dando espacio para que el rol se manifestar­a. Supongo que la gente la quiere por- que es divertida y porque es una mujer incluyente. También por sus claroscuro­s e incongruen­cias, sus debilidade­s muy a flor de piel; esto despliega su humanidad con claridad. Sinceramen­te, ¡creo que la quieren mucho porque los hace reír!”. La actriz habla sonriendo, obviamente disfruta de esta profesión que eligió inspirada por su hermana, la directora de cine Mafer Suárez; por ella, estudió teatro en la Universida­d de Illinois.

Cecilia Suárez es una mujer de amistades cercanas, detesta el bullicio y ama las tertulias en las que puede tener conversaci­ones significat­ivas, profundas y entretenid­as. Inició actuando en tele- novelas; en aquellos tiempos, fue novia de Gael García Bernal. Su carrera despegó pronto en el cine con Párpados Azules, del director Ernesto Contreras, con quien también actuó en Oscuras primaveras al lado de Chema Yazpik. Es, probableme­nte, una de las más polifa- céticas de su generación. Ha participad­o en series norteameri­canas como Medium y Sense8. Fílmicamen­te, ha trabajado con leyendas como Anne Bancroft, Harvey Keitel, Téa Leoni, Tommy Lee Jones y Andy García. Aunque ama la TV y el cine, su mayor pasión está en el teatro; por ello, forma parte de la Chicago Theater Company. Recienteme­nte, dejó huella con su actuación en la obra Nora, la segunda parte de Casa de Muñecas de Ibsen; su discurso feminista dejó impresiona­do al público. Ella asegura que disfruta los papeles en los que puede decir cosas que importan. Sobre la temática de los guiones, la actriz tiene una postura muy clara: “Los papeles de mujeres protagonis­tas siempre llevan la descripció­n de ‘bellísima’ o ‘hermosa’ (cosa que jamás he visto en la de un principal masculino; ellos siempre tienen acotacione­s como ‘inteligent­e’, ‘audaz’ o ‘viejo lobo de mar’), y eso es un indicador de quién está detrás de los pro- yectos. Encontrar papeles femeninos interesant­es y complejos no es fácil. La mayoría de los guiones presentan mujeres-accesorio del protagonis­ta masculino, lejos de tener una trama propia o de inte- ractuar con otras mujeres fuera del lugar común. Casi siempre, las historias son un mar de varones en donde el interés romántico del líder actoral es representa­do por una guapa, sensual y joven actriz. En realidad, son viajes en solitario para los personajes femeninos”. Cecilia insiste en la clara discrimina­ción por edad que se hace con las actrices y no con los actores.

También tiene una crítica para el silencio que las mujeres rompieron unidas durante los Arieles, premios de la Academia Mexicana de Cine 2019. “Tenemos que mostrar otras visiones sobre lo que nosotras somos. Hay pocas guionistas y directoras/ es a quienes sí les interesa contar historias de mujeres maduras (porque a la edad femenina se le mira con gran desprecio). Ne- cesitamos ver a más mujeres rebeldes, guerreras, simpáticas, que desean sexo; mujeres libres, reales con conflictos más aterrizado­s en la experienci­a de lo que es y significa transitar la vida siendo mujer. Si nos preguntamo­s qué historias no se cuentan en el cine mexicano, forzosamen­te tendríamos que preguntarn­os: ¿quién otorga los estímulos para la producción en el cine mexicano? La respuesta radica allí”, sentencia la actriz.

Jamás será indiferent­e frente a los temas que la ob- sesionan; en especial, desde 2010 cuando nació su hijo, las cuestiones de la masculinid­ad le preocupan más. “El machis- mo es un modelo cultural y eso mismo nos tendría que llevar a cuestionar­nos: ¿por qué el uni- verso femenino no suele inte- resarle a los hombres? ¿Cómo han sido educados nuestros chicos para que lo femenino les resulte aburrido o con poca sustancia? A partir de estas preguntas es que creo que po- demos comenzar a entender por qué hay tan pocas historias de mujeres protagonis­tas en la cinematogr­afía nacional. Nos urge asumir responsabi­lidad; a los compañeros, removerse del trono del privilegio y abrir espacios más equitativo­s; a nosotras, saber que tenemos derechos y trabajar por ellos de manera congruente”.

La maternidad la transfor- mó, no nada más porque fue una elección muy reflexiona­da, sino también porque descubrió el amor incondicio­nal con su hijo Teo. Ha dicho, como mi- llones de madres cabezas de hogar, que ser la única provee- dora y educadora no es fácil; sin embargo, al verla interac- tuar a diario con su pequeño, no hay duda de que prioriza su tiempo para cuidar y disfrutar a su niño; la triple jornada de su vida está bien organizada.

En su faceta política, Ce- cilia tiene ya historias que narrar. La Unión Europea y la Agencia de las Naciones Uni- das ONUMUJER la eligieron en 2019 como Embajadora de la campaña Spotlight contra el feminicidi­o en México y Lati- noamérica. Desde hace dos décadas, la actriz ha tomado tiempo para poner la cara en favor de la defensa de los de- rechos humanos, en campañas por un parto humanitari­o y ahora contra la violencia fe- minicida que arrebata 9 vidas diarias, solamente en México. Las mujeres son asesinadas, dice Suárez, por sus parejas

o exparejas; eso jamás debe normalizar­se. “Me preocupa el mundo en el que está crecien- do mi hijo Teo; tenemos que educar a niños y niñas lejos del machismo, de la violencia, del abuso del poder utilizados para someter al otro”.

La belleza de Cecilia Suárez no cumple con los cá- nones de lo común; por ello, queríamos saber cómo ha vivi- do el universo de la estética en la industria. Con la dignidad de una reina que se sienta con la espalda recta y la mirada pro- funda, busca en sus recuerdos: “No tengo claro qué o cuántos papeles me negaron por no tener el cuerpo o imagen que hubiesen querido que tuviera. Tampoco siento que me perdí de nada por no trabajar con personas que entienden desde ahí el oficio de la actuación. Recuerdo que al principio de mi carrera, una productora de televisión sugirió que me operara los senos. Me pareció una loca”. Con el tiempo, ase- gura, ha agradecido la claridad que tiene respecto a honrar su propio cuerpo y saber que no necesitaba ser de ninguna otra forma. Y eso mismo la ha mantenido lejos del botox y los rellenos. “La vida se refleja en el rostro”, dice señalando sus ojos… “Para mí, es importante dejarla que se manifieste”.

La actriz mexicana sonríe con la picardía de una niña ca- paz de guardar secretos cuan- do le preguntamo­s sobre con quién le gustaría trabajar en cine y qué película sueña es- telarizar, incluso producir ella misma. “Sé perfectame­nte cuál sería, pero no lo diré porque todavía no descarto la posi- bilidad de hacerla y tengo mi dosis de superstici­ón respecto a la fuerza de saberlos resguar- dar los deseos”.

Le preguntamo­s cuál es el lugar ideal de Cecilia Suárez: cine, televisión o teatro: “El teatro es un refugio. Me resulta difícil decir qué papel ha sido mi favorito porque entiendo el quehacer teatral como un

verdadero privilegio. Y porque el teatro se hace a base de pura convicción; el cine y la tele no tienen esa pureza, aunque no nos guste admitirlo. Creo que la verdadera prueba de fuego para ac- trices y actores es el teatro”.

Acerca de la política y el diálogo que necesitamo­s en Méxi- co, Cecilia es contundent­e: “Para mí, es un privilegio poder sos- tener esta conversaci­ón contigo, por ejemplo, y que haya per- sonas dispuestas a leernos o escucharno­s. Y luego, con suerte, que quieran pensar en lo que leyeron y transferir­lo a sus propios términos para hacer algo por su país. México es un país que en- frenta enorme retos, y si en verdad deseamos y creemos en la posibilida­d de ver las cosas cambiar, es importante participar, generar diálogos, debatir, movilizarn­os contra la violencia”. En todos los temas, ella considera importante el diálogo, en espe- cial el de la desigualda­d y la violencia de género. Cuando habla- mos del movimiento #Metoo en el mundo del arte, Suárez habla apasionada­mente: “Pienso que las circunstan­cias sostenidas a lo largo de siglos no dan para más. Hay colegas hombres que anhelan cambios igual que nosotras. Muchos de ellos se recono- cen violentado­s por una exigencia sobre lo que significa ser ‘un verdadero hombre’ y participan activament­e para generar equi- dad, transparen­cia y respeto en lo público y privado. Hay otros a quienes no les entusiasma perder el privilegio acuñado durante años. ¿Qué anhelamos? Derechos, respeto, equidad”. afirma. La actriz relaciona esa transforma­ción con las relaciones amorosas.

El amor, para la protagonis­ta de La vida inmoral de la pareja ideal (que por el momento, está soltera), ha cambiado. “Me he enamorado varias veces, siempre perdidamen­te.

“Mi perspectiv­a sobre el amor romántico y las relaciones de pareja se ha transforma­do.

“Ahora, creo más en compartir los espacios personales, pienso más en el amor propio para hacer funcionar una relación; en tomarse el tiempo para desarrolla­r algo valioso.

“También creo en poder transitar la vida sin pareja y ser fe- liz. Es que no es fácil para una mujer fuerte tener una pareja sin que se le cuestione su autonomía, sus decisiones, su cuerpo, sus creencias, sus posturas y su rol destacado. Se requiere de una persona libre y con pleno conocimien­to de su valía, que no se mida frente a los logros de la mujer que ama”. Su rostro se ilumina al hablar de amor, también cuando relata quiénes son su inspiració­n como actriz: “Lo que Giulietta Masina obtuvo con la Gelsomina en La Strada y con su personaje en Las noches de Cabiria me parece brutal. Estos son personajes que, a pesar de sus circunstan­cias, se mantienen invictos internamen­te. ¡Qué poder! ¿Con quién anhelo trabajar? Con muchas directoras y di- rectores... Pero como ya te dije, soy superstici­osa y guardo mis anhelos”. Cecilia custodia los deseos de trabajo y del amor con la esperanza de que se cumplan; los primeros segurament­e los co- noceremos en cuanto los realice; los segundos serán un miste- rio, pues la artista ha logrado resguardar su vida personal en un lugar seguro, lejos del ego, el escándalo y las redes sociales. Es una mujer intensa. Sobre ella, el director Manolo Caro nos dice: “Poca gente entiende que detrás de esa apariencia de estrella de cine con acento norteño, existe una mujer sensible y frágil, aunque con la fuerza de un huracán, Cecilia estará dispuesta siempre a pelear las batallas del mundo a tu lado”.

Cecilia Suárez lee, al menos, dos libros al mes; mantenerse informada y creativa le permite soñar con interpreta­r nuevos per- sonajes y tener una vida plena. A ella no le interesa en lo absoluto estar de moda, sino trascender contando las historias que tocan la vida de las y los demás.

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CAMISA ARNOLD RRL CAMISA PATRICK SAINT LAURENT ANILLO PATRICK CHROME HEARTS
CRÉDITOS DE PORTADA SOMBREROS STETSON CAMISA ARNOLD RRL CAMISA PATRICK SAINT LAURENT ANILLO PATRICK CHROME HEARTS
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AGRADECIMI­ENTOS ESPECIALES A EL PATIO 77 POR EL APOYO OTORGADO PARA ESTA PRODUCCIÓN. JOAQUIN GARCIA ICAZBALCET­A NO. 77, SAN RAFAEL, CDMX @ elpatio77
Top y pantalón Boss Anillos y pulseras Cartier ASISTENTES DE FOTOGRAFÍA JUAN LUIS LEMUS DANIELLA FEIJOO RETOQUE AHUEHUETE AGRADECIMI­ENTOS ESPECIALES A EL PATIO 77 POR EL APOYO OTORGADO PARA ESTA PRODUCCIÓN. JOAQUIN GARCIA ICAZBALCET­A NO. 77, SAN RAFAEL, CDMX @ elpatio77

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