MANOLO EL CREADOR
La casa de las flores regresa con su segunda temporada y, fiel a su costumbre, su autor volvió a apostar por incluir en ella temas que “ponen el dedo en la llaga de la sociedad”, como él mismo los define. Sobre esto, de sus principales fuentes de inspirac
Muchos lo llaman el “Almodó- var mexicano” y aunque no se siente cómodo con el mote, Manolo Caro acepta que el di- rector manchego ha sido una de sus principales influencias al momento de concebir sus proyectos, una de las mu- chas fuentes de inspiración a partir de la cuales ha creado un universo propio. Entre las cualidades que comparte con el realizador de Dolor y gloria destaca una: dar vida a perso- najes femeninos fuertes, con carácter, los cuáles suelen llevar el peso de los prota- gónicos tanto en sus cintas, como en su primera serie, La casa de las flores, de la cual estrena este mes su —muy es- perada— segunda temporada. “Desde mi trinchera, lo que he intentado hacer, y creo que se ha logrado, es dar vida a personajes femeninos intere- santes, que toman decisiones, que se equivocan, que tienen aciertos, que son humanos, que no dependen de un hom bre para llevar una línea argu- mental; incluso, que guían a una familia entera, como es el caso de los De la Mora, quie- nes están bajo el cobijo de una mujer, de un matriarcado. Me encanta hablar de los roles femeninos como lo he hecho hasta ahora y pienso que eso tiene que ver con la educación que tuve en casa y con el amor que le tengo a la mujer”, con- fiesa para GQ y hace énfasis en el hecho de apoyar al sexo femenino. “En estos días que se han suscitado todas estas manifestaciones y opiniones en redes sociales a partir de las marchas de mujeres, las cuales tienen como base el hartazgo, al apoyarlas, he re- cibido mensajes con críticas; pero todos, hombres y mu- jeres, tenemos que cambiar nuestro pensamiento para así poder dejar de perpetuar el rol machista que ha llevado a la sociedad a cosas verdadera- mente atroces, como el acoso y los feminicidios. Si nosotros,
como miembros de esta in- dustria, nos es posible poner un granito de arena creando ficción, lo seguiremos ha- ciendo. Y cuando se necesite levantar la voz y acompañar a las mujeres a donde se ten- ga que acompañar, sin duda, contarán con ello”.
Con todo el éxito que han obtenido sus proyectos, uno quizá pensaría que la carre- ra de Caro co- menzó hace varias décadas, cuando fue apenas hace seis años que disfrutamos de su ópera prima en la pantalla grande —adap- tada de la puesta en escena homónima—: No sé si cortarme las venas o dejár- melas largas. A partir de ese instante, Manolo supo leer a la audiencia y entregarle tí- tulos complacientes que ca- tapultaron su fama dentro de la industria fílmica nacional: Amor de mis amores (2014), Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando (2014), La vida inmoral de la pareja ideal ( 2016) y Perfectos descono- cidos (2018). A pesar de toda esta notoriedad en el séptimo arte, el realizador también ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y trasladar su talento hasta las plataformas alter- nas, para las cuales concibió el serial La casa de las flores. “Desde que me senté a escri- bir la serie, la pensé de tres temporadas. El principal reto en esta ocasión fue darle con- tinuidad a estos personajes que ya están en el imaginario de la cultura pop mexicana y ser congruentes con ellos, no defraudar. El planteamiento ya estaba hecho, así que ahora teníamos que contar nuevas líneas argumentales y mante- ner cada uno de los papeles en ese ritmo vertiginoso que tiene La casa de las flores. Siempre intentando ser más atrevidos”, revela quien desde sus inicios apostó por abor- dar en sus proyectos temas que, hasta hace algunos años, productores y realizadores se resistían a tratar. “Yo creo que todos tenemos doble moral, es parte de la vida. Así como so- mos parte de familias disfun- cionales, también existe un do- ble discurso, qué te gusta hacer y qué te gusta que la gente piense que haces, qué tipo de permisividad te das como ser humano”, comparte el creador, y agrega que, para este regre- so del clan De la Mora, seguirá hablando de este tipo de tópi- cos para “poner el dedo en la llaga en ciertas cosas que nos incomodan como sociedad”.
Al momento de echar a cocinar un nuevo proyecto, una de las principales fuen- tes de inspiración para Caro es la vida misma, pues está convencido de que “uno tiene que escribir de cosas que co- noce para que éstas sean con- gruentes”. Un ejemplo de ello es su propia familia, de la cual “he puesto muchas historias en la pantalla, tanto fuertes, como básicas, como el amor y la importancia de siempre mantenerse unidos, aprender de los errores y ver las virtu- des. Tengo la fortuna de contar con una familia muy complicada, pero siempre hemos es- tado unidos y respetándonos los unos a los otros”. Dicha constante estará presente en la más reciente entrega de La casa de las flores, cuya gran ausencia será el nombre de Verónica Castro. Y no, contra- rio a lo que se dijo, la salida de la actriz fue “de la manera más orgánica. Lo hemos dialogado, lo hemos pactado y la relación sigue intacta. Nos habíamos comprometido a hacer sola- mente una temporada. Tras el éxito de la primera, nos senta- mos a charlar para ver si había manera de seguir adelante, y no encontramos un punto en el que ambas partes nos sin- tiéramos cómodos”, confiesa, al tiempo que revela que esta nueva etapa vendrá con varias participaciones especiales y mucha polémica. No podía- mos esperar menos.
“ME GUSTA DAR VIDA A PERSONAJES FEMENINOS INTERESANTES, QUE TOMAN DECISIONES, QUE SE EQUIVOCAN, QUE TIENEN ACIERTOS, QUE SON HUMANOS, QUE NO DEPENDEN DE UN HOMBRE PARA LLEVAR UNA LÍNEA ARGUMENTAL”.
HA SIDO MUY CURIOSO VER CÓMO MUCHOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN TRATARON DE ENFRENTARNOS A VERÓNICA CASTRO Y A MÍ, PERO NO LO LOGRARON PORQUE NO EXISTÍA TAL HISTORIA. LA RELACIÓN SIGUE INTACTA”.