OLD HABITS DIE HARD
Salvaje hace honor a su título y nos presenta un retrato crudo y poco complaciente de la prostitución masculina, no apto para pensamientos susceptibles.
Una mujer sexy es contratada una noche por un atractivo millonario. La química entre ellos es evidente. A pesar de que Vivian es prostituta, su carisma e inocencia hacen que Edward quede prendado de ella en menos de una semana. Chico pier- de a chica. Chico recupera a chica. Y vivieron felices para siempre. Así podríamos resumir Pretty Woman, la película de 1990 que estableció a una naciente Julia Roberts como la America’s sweetheart de aquella época y que podría fácilmente os- tentar el título de “la mejor come- dia romántica de todos los tiem- pos”. O, bueno, al menos una de las mejores, para que los amantes de Meg Ryan no se sien- tan ofendidos.
Un joven es con- tratado por un hom- bre mayor para cum- plir su fantasía sexual. Al día siguiente, una pareja también de- cide hacer uso de sus servicios para un trío. Chico conoce a chico. Chico rechaza a chico porque pre- fiere apostar por una relación “redituable”. Chico sufre... Alejado de toda complacencia —y del cuen- to de La Cenicienta, obviamente—, el realizador francés Camille Vi- dal-naquet ofrece un retrato más real, crudo e incómodo sobre la prostitución, ahora desde la pers- pectiva masculina y adaptado al contexto actual. Leo (interpretado magistralmente por Félix Maritaud) es un joven de 22 años que sobre- vive con lo que gana diariamente al vender su cuerpo a quienes soli- citan sus servicios. A pesar de que está enamorado de uno de sus “co- legas”, entiende que en este negocio no hay espacio para el amor ni para el cariño (hay una escena de uno de los abrazos más enternecedores que hemos visto en el cine en los años recientes), pero sí para la lu- juria, las traiciones y el hedonismo. Más allá de plasmar un doloroso aspecto de la realidad e idealizar- lo, la obra de Vidal-naquet apuesta por el humanismo y por el hecho de que “los viejos hábitos son difíciles de erradicar”. Todo ello sin caer en juicios morales, aunque sí haciendo referencia a la ternura, a la compa- sión y a aquella frase que inmortali- zó Tennessee Williams en Un tran-
vía llamado deseo: “Siempre he confiado en la bondad de los desconocidos”.
Parte importan- te del impacto que Salvaje ( Sauvage) provoca en los es- pectadores se debe a la excelente labor a cuadro de Mari- taud, quien es capaz de transmitir rabia y ternura, esperanza y abatimiento, amor y hastío. No por nada consiguió el Premio de Estrella Na- ciente en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes. A ello se suma un poderoso guion que remueve fi- bras sensibles y una acertada direc- ción, cualidades que aportan a este largometraje y que lo convierten en uno de los filmes que no debes pa- sar por alto. Sólo una advertencia: la cinta hace honor a su título, así que si buscas un cine condescendiente y “ligero”, quizás esta no sea la opción que estás buscando.
La cinta es protagonizada por Félix Maritaud, quien ganó el Premio de Estrella Naciente en la Semana de la Crítica del Festival de Cine de Cannes.